¡Conquistaré al alfa! (Dekukatsu)

Su primera noche.

***

El alfa se acercó al omega para iniciar un caliente beso que, en un inicio, fue tímido pero que se fue intensificando a medida que Izuku fue ganando más confianza y se dejaba llevar por el placer de sentir su cuerpo contra el de su prometido.

—Izuku...—Susurró mirándolo directamente a los ojos del contrario con el rostro ruborizado y los ojos entrecerrados debido a la excitación.

El mencionado observó a su amante hipnotizado, pues la vista que el joven marqués le ofrecía era bastante erótica.

—Kacchan... Eres muy hermoso.—Ya quiero hacerte mío...

Katsuki iba a responderle mas no pudo debido a que el pecoso comenzó a dejar besos por su cuello, acción que lo hizo jadear.

—Aah... Izuku...

El príncipe elevó la mirada hacia su pareja y pudo ser testigo de lo mucho que éste disfrutaba de sus atenciones.

"Quiero escuchar más de Kacchan."—Pensó el alfa descendiendo por el trabajado torso del contrario.

—Ngh~—Sigue, no pares~

El joven de ojos esmeralda continuó bajando hasta las partes íntimas de Bakugou para comenzar a lamerlas.

—Aah... Joder, Izuku.—Gimió al sentir la lengua de su novio en su virilidad.

Midoriya continuó lamiendo el miembro del otro, sin descuidar los testículos de éste.

—Aaah, ah, ah... Más, más...—Gimió retorciéndose de puro placer.

La boca del príncipe lo volvía loco, pues la calidez mezclada con la humedad de la boca era una combinación bastante placentera.

Izuku no titubeó e intensificó la felación al omega, que gimió todavía más.

—¡Ah! ¡Ah! ¡Izuku, ya casi...!

El rubio cenizo terminó en la boca de Izuku y el susodicho no desperdició ni una gota.

—Delicioso, Kacchan~—Gracias por la leche~

Katsuki sonrió con picardía y le contestó:

—Me alegra que te haya gustado pero ahora es mi turno, ¿la vas a poner dentro de mí?

—Claro que sí, Kacchan.—Sólo sé paciente, te voy a preparar.

El alfa se dispuso a preparar a su amado de manera cuidadosa y con paciencia.

En cuanto terminó, penetró a Bakugou lentamente al inicio y luego con una mayor velocidad una vez que el susodicho se hubo acostumbrado a su pene.

—¡Aah, qué grande!

El pecoso se sintió con el ego inflado por el cumplido de su prometido, así que le preguntó:

—¿Y eso te gusta, Kacchan? ¿Estás satisfecho con el tamaño?

—S-Sí... Aah~—¡Me encanta!

Izuku sonrió e incrementó el ritmo e intensidad de las estocadas.

—¡Ah! ¡Ah! ¡Izuku!

—Mm... Kacchan...

En la habitación el calor empezó a incrementarse y la cama temblaba como si hubiera un terremoto de un nivel considerable.

Era la primera vez de ambos pero la experiencia estaba siendo bastante buena, aunque para Bakugou fue un poco doloroso al inicio; el placer terminó por imponerse.

—¡Aah! ¡Alfa!—¡No pares, no pares!—Gritó inundado por el placer.

Tanto Katsuki como Izuku se excitaban mutuamente por ver al contrario disfrutar.