Una mancha rubia se escondía detrás de unos árboles asustado. Había escapado de casa, cansado de esconderse de los seres malvados, que tanto sus padres le habían hablando.Unos seres parecidos a ellos, pero peligrosos. Se alimentan de personas y de mentiras. Para el pequeño rubio, eso le aterrba, pero le aterraba más la idea de atarse a un lugar, estrecho, sin poder explorar el mundo.
Al humano amaba subir a los lugares más altos que habían en el publo y poder ver las estrellas desde ahí, junto con toda la naturaleza que siempre las acompañaba.
Entonces se decidió ver todo más de cerca. ¿Habría lugares más altos para poder tocar las estrellas?
Y con eso en mente, Jimin, salió corriendo dejando atrás todo.
Pero ahora, en ese momento, el rubio tenía miedo.
El pequeño Jimin estaba asustado. Observando a los animales dirigirse con cariño a la persona enfrente de ellos. Habían muchas luces brillantes alrededor de él, como si este ser, fuese algo que adorar y admirar.
El humano tenía miedo, pero quería conocer más. Quería saberlo todo. Con valentía salio de su escondite, alzando su voz buscando la respuesta a su ansieda pregunta.
— ¡¿Sabes donde hay un...?! —Exclamó Jimin, con la voz temblorosa. Jungkook volteó sorprendido, sus pequeñas no le habían avisado de que otra persona estuviera cerca de él.
Había una mancha rubia, pequeña y sobre todo nerviosa delante de él, un humano.
Tierno.
— ¿Si? —Jungkook preguntó, buscando alguna respuesta del contrario. Jimin, no podia con su miedo, todo la luz que envolvía a ese ser le aterrorizaba.
— Un lugar alto. Quería saber donde hay lugares altos.
— ¿Un lugar alto? — Jungkook preguntó confundido mientras dejaba de acariciar al ciervo y ponía toda su atención a la mota rubia. Jimin asintió rápido. — Quiero tocar una estrella, esas que brillan arriba como sus luces de alrededor
Jeon no podia estar mas que confundido ¿luces? ¿no se suponía que esa mota era un humano? No había nada de magia rodeando a ese chico, estaba seguro que ese chico no podía ver a sus pequeñas.
— ¿Mis luces? No se de que estas hablando.
Jimin señaló a una que estaba cerca de la cara del contrario. — Me refiero a esa luz, esa que tiene cerca de su ojo. Es parecida a las estrellas, son tan lindas...
"... A mi me encantan las estrellas, porque brillan igual que sus luces "
El ser mágico, confirmó sus sospechas. Ese chico podia ver a sus pequeñas. Quienes al escuchar sus elogios se emocionaron moviéndose deprisa hacia la motita rubia.
Jimin se espantó. Las estrellas y ellas eran igual de lindas, ¿no les habrá gustado la comparación? Se angustió el humano ante las futuras represalias de ese hombre.
— No te preocupes, humano. Ellas quieren que las toquen, les gustó que las llames estrellas. Después de todo ellas estaban destinadas a serlo.
Jimin abrió sus ojos de asombro. ¿El mundo era así? Destino.
Con uno de sus dedos tocó ligeramente las luces quienes se acercaban más a él. Jungkook nunca había visto una escena así, por lo general ellas eran demasiado tímidas, celosas y altaneras.
Él hecho que se dejaran tocar por un humano, era asombroso.
— ¿Qué significa estar destinado a algo? ¿Ellas estaban destinadas a ser estrellas pero porque siguen aquí abajo?
Jimin colmó de preguntas al ser magico. Jungkook por otro lado, seguía observando la escena frente a él. El cabello rubio del humano, brillando y moviéndose freneticamente a causa de las estrellas, la sonrisa animada y su carita roja a causa de la emoción.
Nunca había conocido a ningún humano.
Pero creía firmemente, en ese momento. Que los humanos podían ser mágicos más que cualquier otro ser que haya visto.
— Las estrellas perdieron su camino, pero tarde o temprano estarán arriba con las demás estrellas. Así es como funciona el destino, no importa las vueltas que den, ni las direcciones que tomen, ahí llegarán.
Jimin miro un momento al hombre.
— No es algo triste el destino...
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twitter kookmin au ♡ the angel bakery
Fanfiction"cuando los humanos mueren no queda nada." después de haber vivido mucho tiempo sin el amor de su vida, este vuelve aparecer en su vida, pidiendo el mismo café y con esa misma sonrisa.