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01.00

"Nuevamente ese calor abrigandome como una manta protectora...", pensó, Jimin, mientras recibía un beso suave, el agarre ligero en su cintura y esos sentimientos explotando en su interior.

Otra vez este sueño, otra vez soñando.

Para ser justos, Jimin, no recuerda el momento exacto cuando empezó a tener estos sueños con el hombre sin rostro. No sabe el nombre ni quien es, pero sabia que era el mismo de siempre.

Le regalaba momentos inexplicables, siempre tomando su mano, llevándolo a conocer el mundo mientras el dormía. Lo llenaba de amor, tanto asi que cuando el despertaba se sentia vacio todo el dia, tocando su corazon como si este se estuviera desgarrando.

¿Donde estará aquel hombre quien se roba su tranquilidad por el dia y por la noche lo arropa con ternura? Se preguntaba con desesperación al despertar mientras las lagrimas se esparcian por su rostro.

Taehyung le dio una mirada inexpresiva antes de dejar un lado su pincel, para el artista todo este asunto era una poesía para su corazón sensible y romántico. Para Kim, su mejor amigo siempre fue así, perdido, curioso y cansado.

Todo el tiempo mirando a sus alrededores buscando algo pero cansado de no encontrar nada.

— Tal vez, ese chico este pidiendo ayuda. ¿No me dijiste que el humano a quien sientes que eres tu, muere?

Kim hizo saber sus pensamientos mientras miraba con atención su cuadro, buscando algo de inspiración. Jimin se quedó callado tratando de procesar las palabras de su jefe.

— ¿Usted cree?

Jimin pregunto esperanzado. Tal vez esa era la respuesta, no sabía bien quién era ese chico, pero si necesitaba ayuda, es su deber ayudarlo. Sus padres siempre lo inculcaron hacerlo, ya que el tiene los recursos para hacerlo.

— Se te olvido mi nombre, Park Jimin. Y lo creo, por eso te lo comento. Además sabes que, puedes venir a mi casa a dormir, tengo demasiados hechizos protectores.

Jimin lo sabía.

Desde que tenían que ocultarse ante los humanos todo se ha puesto difícil, incluso el sólo hecho de ir al bosque y poder fluir su magia con la naturaleza.

También esa era la razón por la cual eran tan apegados entre ellos, tantos años conviviendo con el otro con diferentes nombres, apariencias, edades. Absolutamente todo.

Ahora eran Kim Taehyung y Park Jimin. Un artista y su ayudante.

Hasta ahora, esta es la apariencia en la que más se sentía cómodo. Su cabello rubio le daba una sensación de tranquilidad junto con la ropa holgada qué ocupaba, como si siempre fuera así.

— Lo siento. — Susurró tímido antes de correr por el museo de su mejor amigo, se sentía tan bien, el día de hoy el museo estaba cerrado, así que podía jugar con los destellos a su alrededor.

— No te preocupes, Park Jimin. Sigo sin entender porque esas cosas te siguen.

Jimin se río divertido, era bueno saber que hay cosas que incluso Taehyung no sabia. El mundo seguía siendo demasiado grande e interesante incluso estando tanto tiempo en el. — Creo que soy demasiado lindo, por eso me siguen. Demasiado irreal para ellas, ¿verdad?

Esos destellos no hablan, pero su comportamiento a veces le decía que entendían. Ya que al escuchar las palabras de Jimin, se volvieron locas, brillando con más intensidad persiguiendo a Jimin por todo el establecimiento, como si estuvieran jugando atrapados.

Taehyung estaba tratando de ignorarlo, pero las risas se volvieron más escandalosas junto la luz de los destellos.

— Park Jimin, ve a tomar un café. Sabes donde esta mi dinero.

Jimin se detuvo antes de tomar el dinero y correr fuera al mundo exterior.