Practicando

766 99 45
                                    

No sé qué es lo que paso por mi mente, pero quise actuar inmediatamente, lo tome con ambas manos a la altura de la cintura y comencé a subir una mano lentamente, tocando sus abdominales, su pecho, hasta que llegue al costado de su cara apoye mi mano en su mejilla derecha y acerque mi cuerpo. Puedo sentir como su respiración se aceleró al contacto y sus ojos de volvieron mas oscuros, acerque mis labios a los suyos, manteniendo la mirada en sus labios, él se acercó, sediento de cerrar el espacio entre nosotros. Justo en el segundo antes de besarnos puse mi dedo pulgar entre nuestros labios, sabiendo que no es visible para los fotógrafos en el lado derecho, parecería un beso de todas maneras.

Sentí como él se tensó al sentir el impedimento que puse para el beso, pero debe haber comprendido la situación. Se separo de mis labios y se acercó a mi cuello.

"Tanto me detestas para hacer eso?, es un simple beso" me dice con sus labios pegados a mi cuello, desde afuera pareciera que está besándome apasionadamente el cuello. Para seguir la actuación apoyo mi nuca en el pilar, haciendo parecer que estoy entregándome a él.

"Tendrás que besarme algún día, ¿sabes?" me besa el cuello lentamente después de decirme esto.

"Mientras lo pueda evitar, lo haré, te lo prometo, cariño" digo esto último de manera cínica, algo se activó en él ya que, me tomo de la cintura con una mano para pegar mi cuerpo a el y con la otra mano tomo mi mentón. La distancia entre nosotros peligrosamente cerca "Si me disculpas, quiero que me sueltes, parece que te estas aprovechando de esta situación" le digo.

"Suéltame tu primero" me dice sin moverse, me doy cuenta de que en toda esta situación he estado moviendo mis manos por su cuerpo de manera inconsciente. Lo suelto y el me libera.

"Adiós cariño, sueña conmigo" me dice con una sonrisa engreída.

Llego a mi apartamento sonrojada pero contenta conmigo ya que siento que lo hice bien. Creo que las fotos salieron perfectas o eso espero. Intento ignorar lo que sus acciones me hicieron sentir, no soy de fierro, obviamente es solo una reacción física.

Una vez en mi apartamento, llamo a Liz de inmediato. Necesito hablar con ella sobre lo que pasó y descargar todas las emociones que estoy sintiendo.

—¡Liz! No vas a creer lo que pasó hoy —digo en cuanto ella contesta.

—¿Qué? ¿Te besaste con él? —pregunta emocionada.

—No exactamente. Pero hubo un momento... algo intenso.

Le cuento todo, desde el encuentro en el restaurante hasta el momento en que me acorraló contra el pilar. Liz escucha atentamente, interrumpiéndome solo para expresar su asombro y emoción.

—¿Entonces no lo besaste? —pregunta cuando termino.

—No, puse mi dedo entre nosotros para que pareciera un beso —le explico.

—Eres una genia. Pero ¿Cómo te sentiste?

—Confundida. Por un lado, es atractivo y carismático. Por otro, no quiero dejarme llevar por esto. Es solo un arreglo.

—Tienes que proteger tu corazón, pero también disfrutar el momento. Tal vez no sea tan malo como parece.

Asiento, aunque sé que Liz no puede verme. Tiene razón. Debo encontrar un equilibrio entre mantener mi guardia y permitir que esta experiencia sea algo más que una simple transacción.

A la mañana siguiente, me despierto temprano. El nerviosismo de ver las fotos de la noche anterior me consume. Enciendo la computadora y, como era de esperarse, las fotos están por todas partes. Mis labios se curvan en una sonrisa satisfecha al ver cómo nuestras "demostraciones de afecto" parecen tan reales. Mi cara, por supuesto, está pixelada, preservando mi identidad.

Contrato CrucialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora