Trece años antes...—¿Esta todo bien, princesa?
—Si, estoy bien —sonrío, tumbada sobre el sofá con los brazos cruzados, tiritando de frío. Es martes por la noche, el preciado día de descanso de mi padre. Observo la peculiaridad de sus ojos azules; ve el noticiero sin parpadear. Su trabajo demanda doce horas diarias, solo le permite desearme dulces sueños cada noche mientras besa mi frente.
—¡La cena es para hoy, Becca! —echa un vistazo hacia la cocina al mismo tiempo que acomoda su bigote. La cortina marrón se eleva cada vez más.
—Aguarda un momento. Mi madre parece mas delgada que de costumbre, su piel está pálida. Es un inusitado cambio en ella pero ante mis ojos es perfecta; enigmática, amorosa, juiciosa, comprensiva.
—¡Luana! ¡Cariño! La cena está casi lista, acomoda los cubiertos sobre el mantel.
—Preparé tu cena favorita —le sonríe a mi padre —Lasaña de papa con un toque de perejil.
—¿Lasaña de papa?—frunce el ceño —No cambia lo que pasó, sigues siendo una pe...
—¡Cierra la maldita boca! Lu está escuchándote —agacha la mirada. No logro entender porque discuten nuevamente. La voz de mi padre sube de tono cada vez más y mi madre habla más con sus manos que con su propia voz. Sus enrojecidos ojos brotan lágrimas sin cesar. Camino hacia mi habitación, sofocando los exorbitantes gritos al cerrar la puerta de golpe.
—¿Que pasa, mamá? —pregunto, preocupada.
—No pasa nada, cariño —camina hacia la pequeña mesa junto a la cama, limpiándose las lágrimas derramadas por sus mejillas. Enciende la lámpara carmesí —No tienes de que preocuparte. En ocasiones los padres tienen desacuerdos y lo hablan para solucionarlo.
—Te amo, mamá —toco su cabello.
—Yo también te amo, Lu.Despierto de golpe cuando los gritos ahogan el silencio ¿Qué pasa? ¡Mis padres discuten nuevamente! Me acerco a la
puerta de mi habitación para escuchar con claridad lo que ocurre. Aterrorizada me oculto bajo la cama al escuchar un ruido estruendoso. Acerco las manos a mi boca para sofocar el golpeteo de los dientes, mi cuerpo tiembla incontroladamente. Aprieto los labios con más fuerza, la perilla cruje al girar.
—Se que estás ahí, Lu ¡Sal ahora! —su voz casi irreconocible denota ira y frustración.
—Estoy aquí —respondo con la voz entrecortada. Atiborrada de dudas lo veo frente a mi, firme como una roca. Me mira fijamente mientras apunta a mi entrecejo con su brazo impregnado de sangre y un arma calibre treinta y ocho. Caigo lentamente al frío y húmedo suelo.
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Luana | Nunca dejes de soñar #PGP2024
RomanceDesde tiempos remotos se sabe el significado de "Locura" y "Realidad" Pero ¿Cuál es la manera de reconocer cada aspecto? Tras una infancia sombría. Luana Davis, estudiante promedio de la universidad estatal de baton rouge, louisiana. Revelará los en...