Jealousy jealousy

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Solicitud de: Spider_Julio

Clasificación: ¿?

A.U: Original.

Resúmen: Sanemi odia demasiado a un baboso llamado Tengen.

Puntos clave: Celos, marcas/chupetones.

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Sanemi debe estar rompiendo cualquier ley natural del universo y del cuerpo humano, la razón es simple, siente hervir su sangre, en este momento debe estar, muy seguramente, rojo de cólera; sin tan sólo matar a otro cazador no estuviese prohibido, desde hace rato habría tomado a Iguro —que lo ve con cara de asco— del cabello y lo habría lanzado con dirección a Tengen.

Tengen Uzui.

Pronunciar ese nombre deja una sensación viscosa, amarga y desagradable en su boca. Ahora mismo se arrepintiente de muchas cosas, una de ellas, por ejemplo, sería pensar que Uzui era un tipo normal que a veces tiende a actuar como un hermano mayor, oh no, estaba demasiado equivocado, en realidad Uzui no es más que un roba futuros maridos y destroza hogares.

¿Es qué acaso nunca estaría satisfecho? Ya tenía tres esposas de las que nunca se cansaba de presumir, entonces ¿Por qué demonios iba trás de Giyuu?.

Bueno, es que tampoco lo culpaba, no del todo, Giyuu es un hombre guapo, de bonitos ojos azules, con un porte serio y elegante —aunque eso a veces lo hiciera parecer como alguien presumido—, su cabello, si bien es rebelde, también se ve lindo y suave, prepara un té verde increíble y ni hablar de los pastelillos de arroz, son como una carta de amor al arte y a los dulces.

Sus dientes rechinan y las uñas se clavan en la piel de sus palmas, decide que debe tomar un poco de aire, no quiere un ataque de ira, no otro, asi que respira tan profundo como su pulmones se lo permiten y suelta el aire contenido, repite la acción un par de veces más hasta que la abrumadora sensación disminuye y desaparecer al pilar del sonido de la faz de la Tierra deja de ser una opción que deba considerarse.

Bien, ahora que Sanemi ha logrado calmarse puede levantarse y acercarse al par que conversa animadamente —o más bien Tengen parlotea y Giyuu finge prestarle atención, pero es obvio que la hormiga que pasa por el suelo es mucho más intensamente que sus halagos—, se despide brevemente de Iguro y a paso corto pero firme se dirige al objetivo.

—Oh vamos Tomioka, será divertido— Es lo que dice el pilar del viento —Un par de copas no le hacen mal a nadie—.

Shinazugawa detiene sus pasos para escuchar la respuesta, Dios, siente que podría empezar a hacer una rabieta ahí mismo del enojo.

—No gracias, no bebo— Es la respuesta que da Giyuu, corta y seca, como acostumbra.

Sanemi sonríe enormemente en su interior.

—Bien, entonces podríamos ir a mi extravagante finca, te presentaré a mis esposas y puedes quedarte a cenar para que se conozcan más a fondo— Tengen, como siempre, tiene una carta bajo la manga, listo para el siguiente diálogo.

La sonrisa de Sanemi se esfuma casi tan rápido como apareció, “Respira profundo, respira profundo y cuenta hasta diez” es lo que se repite constantemente en su cabeza, lleva al menos cinco minutos parado como idiota escuchando una conversación ajena, lo que es algo vergonzoso, debe comportarse, tomar toda la dignidad que le queda y retirarse estratégicamente porque su corazón no soportaría escuchar al azabache aceptar la invitación.

Porque al final de la historia ellos no son nada, y eso es algo que él mismo dejo en claro desde el principio.

—En realidad tengo planes con Sanemi, quizá dentro de seis meses o seis años pueda aceptar tu invitación. Gracias— Es lo que Tomioka dice cuando ve al mencionado caminar cerca de ellos, al parecer listo para marcharse.

La intención del pilar del agua no es realmente ser grosero, a veces dice las cosas sin pensarlo y la situación puede terminar mal, pero Tengen había insistido por casi media hora que salieran hasta que se volvió algo tedioso, por eso ver a Sanemi pasar debió ser una señal del cielo.

Uzui, por otro lado frunce ligeramente el ceño pero con una sonrisa de punta a punta, esto podría ser aún más entretenido de lo que pensó en un principio —No tengo ningún problema en compartir— Escupe, casi con desinterés.

Sanemi sabe, de alguna manera, que esas palabras son especialmente para él, lo que lo hace enojar aún cuando Giyuu ya se encuentra a su lado a algunos unos centímetros; un pequeño tic se instala en su ojo derecho, Sanemi odia compartir.

—No puedo compartir a mi novio, así que jodete— Es su respuesta a la provocación.

Tomioka, por su parte, está algo perdido, no esperaba una respuesta así pero esas palabras lo hacen feliz. Ambos pilares se retiran, después de inclinarse levemente como forma de despedida, más por costumbre que por respeto —Por parte del de pelo blanco—.

Tengen tiene que reprimir una carcajada cuando a lo lejos ve como Sanemi se gira para dedicarle una última mirada, mientras le saca la lengua y le muestra el dedo medio, un gesto muy maduro de su parte, si se lo preguntan.

Shinazugawa tiene que pensar muy bien lo que dirá a continuación para evitar una discusión que en realidad no quiere tener, pero el otro se le adelanta:

—Así que novio ¿Eh?, ¿Por qué no me lo dijiste antes? De saber que a mí novio le pondría celoso que hablará con Uzui no lo habría hecho— Ninguno de los dos se mira directamente, pero el peliblanco puede ver de reojo la pequeña sonrisa divertida del otro.

Esto es justo lo que quería evitar.

—No estaba celoso, sólo lo dije para que nos dejara en paz, tenías una cara de que querías huir desde hacer horas— Responde.

—¿De verdad? Porque puedo jurar que escuchar como es que rechinan tus dientes, y también tenías una cara de querer golpearlo— Suelta un suspiro cansado —Pero aún así, gracias, estaba volviéndose tedioso, no dejaba de llamarme “lindo”, “cariño” o cosas así—.

El de cicatrices frunce el ceño, nuevamente, le molesta tanto escuchar eso. Toma a Giyuu del brazo y lo jala lejos del sendero, adentrándose entre los árboles y arbustos.

—Bien, quizá si estaba un poco celoso— Confiesa ya que está seguro de que nadie los escuchará.

Giyuu le dedica una mirada que no puede descifrar, acompañada de una sonrisa, Sanemi también podría jurar que algo de removió en su interior al ser visto de esa forma, le examina de arriba abajo, buscando la piel descubierta que alcanza a dejar el cuello alto del uniforme, cuando lo encuentra se acerca y tiene que agacharse un poco para cumplir con su cometido, succiona la piel pálida hasta que se torna rojiza.

—Ahora tienes una prueba para decir que tienes un novio celoso— Dice, aunque al instante se arrepiente, coloca sus manos en ambos hombros del pilar del agua, y esconde su rostro, que está ardiendo en rojo, en uno de ellos.

Tomioka sale de su sorpresa inicial y sonríe, lleva su derecha a la cabeza ajena y acaricia. —Pero aún no me lo has preguntado, siquiera—

Sanemi sabe que sólo busca hacerlo enojar, cosa que está logrando —No me hagas decirlo— Pide —Incluso ya lo hemos hecho, ¿Es necesario que te lo pida directamente?—.

Giyuu niega con la cabeza, aún si el otro no puede verlo por la posición en la que está —No, puedo hacerlo a tu manera—. Seguido de sus palabras obliga a Sanemi a alejarse lo suficiente para que él pueda agacharse, se acerca al pecho y succiona la piel, dejándola, de igual manera, con un tono rojizo.

—Idiota— Grita el otro en forma de regaño cuando el trabajo ya está hecho.

—Tú también me gustas mucho, Sanemi—.

There is no direction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora