𝐸𝒸𝑜𝓈 𝒹𝑒 𝐿𝓊𝓏 𝓎 𝐸𝓃𝓋𝒾𝒹𝒾𝒶 𝓇𝑒𝓈𝑒𝓃𝓉𝒾𝒹𝑜𝓈

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(Los días transcurrían con tranquilidad y Ed acudía puntualmente a los aposentos de Hoshi,
asegurándose de su bienestar)

En los aposentos de Hoshi, la luz del sol danzaba delicadamente a través de las amplias ventanas adornadas con enredaderas florecientes, pintando patrones de sombras y destellos dorados en las paredes de piedra pulida. La cama, hecha de madera tallada que se le notaba desgastada por el uso, estaba cubierta con colchas de colores suaves que parecían fundirse con los rayos de luz que se filtraban a través de las cortinas de lino blanco. Cada amanecer, el canto de los pájaros del jardín real se unía al murmullo de las hojas mecidas por la brisa.
Ed entraba a los aposentos con pasos silenciosos, atravesando la sencilla puerta de madera.

Llevaba consigo una cesta donde guardaba bandejas rebosantes de manjares exquisitos, cuyos aromas embriagadores llenaban la estancia y despertaban el apetito de Hoshi. Además, después de comer junto el, compartía lecturas sagradas de la Biblia, cuyas palabras resonaban en el aire tranquilo como cánticos de paz… estos cánticos relajaban los dolores de Hoshi, no sabia si era por la biblia o el simple hecho de oír la voz de Ed..

Mientras la luz suave acariciaba cada rincón de la habitación, afuera se
encontraba Hisho apoyando su pesada espalda cubierta de hierro en una pared de piedra cubierta por plantas colgantes, en el corazón de Hisho las llamas de la envidia lo consumían, haciéndole cuestionar
por qué no recibía el mismo afecto y reconocimiento de Hoshi.

¿No merecía él también las alabanzas y muestras de gratitud por haber sido fundamental en la salvación del reino celestial?
¿Por qué no recibía él también las mismas muestras cariñosas de parte de Ed?
Sus pensamientos se veían invadidos por el ansia de reconocimiento y la sensación de superioridad, convenciéndose de que era él, y no Hoshi, quien merecía ocupar el centro de todas las atenciones y honores en el reino celestial.
Había sacrificado su propio ser para garantizar la supervivencia de Hoshi y, sin embargo... El quedaba en segundo plano.

𝐸𝓁 𝒟𝓊𝑒𝓁𝑜 𝒞𝑒𝓁𝑒𝓈𝓉𝒾𝒶𝓁: 𝐸𝓁 𝒫𝓇𝑒𝒸𝒾𝑜 𝒹𝑒𝓁 𝒜𝓂𝑜𝓇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora