𝐿𝑜𝓈 𝐵𝑒𝓈𝑜𝓈 𝒟𝑜𝓇𝒶𝒹𝑜𝓈

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Finalmente, después de pasar días que se convirtieron en semanas y luego en años, Hoshi había
mejorado notablemente con la ayuda de Ed. En este punto, ambos habían desarrollado un fuerte vínculo y cariño el uno por el otro. Aunque Hoshi ya estaba curado, Ed seguía visitando sus aposentos con frecuencia, trayendo una cesta de delicias para compartir.
En esa noche especial, disfrutaban de quesos y vino mientras las estrellas brillaban afuera, iluminando sus rostros a través de las cortinas de lino blanco. Sentados en el suelo, Hoshi se
acercó a Ed con delicadeza, y le dio un beso suave en los labios. La chispa entre ellos fue instantánea, ese beso corto se convirtió en uno duradero.
Ed tomó a Hoshi por el cuello, acercándolo más hacia ella, y terminaron en el suelo con copas y
vino derramados a su alrededor. Sin embargo, nada de eso importaba, ya que estaban seguros de que esa noche sería inolvidable. Sus labios se fundieron en un beso apasionado, sus cuerpos se rozaban con intensidad, y la excitación crecía.

Hoshi ayudó a Ed a quitarse su túnica blanca, revelando su belleza pura, mientras él se deshacía de su armadura con impaciencia. Ahora podían sentirse mutuamente en un nivel más profundo, cada caricia de Hoshi en el cuerpo de Ed le provocaba escalofríos en la piel. Hoshi tomó a Ed por los muslos y la llevó con cuidado a la cama, admirando su figura bañada por la luz de la luna y
sus pelos dorados esparcidos por el colchón.Con pasión desenfrenada, Hoshi se unió a Ed en un juego de placer mutuo. Los gemidos de Ed
eran ahogados por una almohada, pero Hoshi la apartó para sellarla con besos apasionados.

Cada embestida era más intensa que la anterior.
Ambos perdidos en su mundo de placer no se dieron cuenta que tras las cortinas de lino blanco
y ventana se encontraba una silueta que los miraba con deseo y una gran sonrisa... Ellos continuaron hasta que Hoshi finalmente eyaculo dentro de Ed, ella apretó las piernas
alrededor de Hoshi para no dejarlo escapar y dejar entrar todo lo que salía de él, tras esto Hoshi beso con delicadeza y cariño las lágrimas que caían del rostro de Ed para luego ver como el vientre de esta crecía cada vez más por el líquido, finalmente ambos se tumbaron al lado del
otro para descansar tras tanta acción, Hoshi rodeo sus brazos abrazando a Ed mientras está se escondía en su pecho con una gran sonrisa.. ambos pasaron la mejor noche.

¿O fueron los tres?

𝐸𝓁 𝒟𝓊𝑒𝓁𝑜 𝒞𝑒𝓁𝑒𝓈𝓉𝒾𝒶𝓁: 𝐸𝓁 𝒫𝓇𝑒𝒸𝒾𝑜 𝒹𝑒𝓁 𝒜𝓂𝑜𝓇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora