From fall to spring; SasuNaru.

Capítulo 3

Sasuke Uchiha siempre había confiado en sus instintos. Años de entrenamiento y experiencia en el campo habían afinado sus sentidos hasta un punto que rozaba lo sobrenatural. Así que cuando entró por primera vez en la comisaría de Konoha, ese tenue aroma que flotaba en el aire no pasó desapercibido para él.

Al principio, lo descartó como una anomalía, quizás un perfume particularmente sutil o incluso el aroma residual de algún producto de limpieza. Pero con cada visita, con cada regreso de la capital, esa fragancia persistía, elusiva pero innegablemente presente.

Sasuke se encontró a sí mismo buscando inconscientemente la fuente de ese aroma cada vez que entraba en el edificio. Sus ojos escaneaban las caras familiares de sus compañeros, tratando de detectar cualquier señal que pudiera delatar al Sub oculto entre ellos.

Porque eso era lo que ese aroma significaba: había un Sub trabajando en la comisaría, alguien que había logrado ocultar su naturaleza de todos los demás.

Una mañana, mientras revisaba algunos informes en su escritorio, Kiba se acercó con una taza de café humeante.

—Hey, Uchiha —saludó el detective canino—. ¿Cómo va el caso?

Sasuke levantó la vista de los papeles—. Avanzando. Lentamente, pero avanzando.

Kiba asintió, apoyándose en el escritorio—. Sabes, me sorprende lo bien que te has adaptado aquí. La mayoría de los transferidos tardan meses en acostumbrarse a nuestra... peculiar dinámica.

Sasuke arqueó una ceja—. ¿Peculiar dinámica?

—Ya sabes —Kiba hizo un gesto vago con la manos—. Somos un grupo bastante diverso. Muchos Doms, algunos sin segundo género. Hace que el ambiente sea... interesante.

—Interesante —repitió Sasuke, su mente trabajando rápidamente—. ¿No hay Subs en la fuerza?

Kiba soltó una carcajada—. ¿Subs? Nah, no que yo sepa. Este trabajo no es exactamente atractivo para ellos, ¿sabes? Demasiada presión, demasiada autoridad necesaria. Imaginate darled una orden y que terminen por gemir. Este lugar se convertiría en otra cosa.

Sasuke asintió lentamente, procesando la información. Si Kiba, con su agudo sentido del olfato, no había detectado a ningún Sub, ¿significaba que estaba equivocado? ¿O el Sub en cuestión era excepcionalmente bueno ocultando su naturaleza?

—Aunque —continuó Kiba, bajando la voz—, hubo rumores hace unos años. Sobre un Sub que intentó unirse a la fuerza. Pero nunca lo confirmé.

Eso captó la atención de Sasuke—. ¿Rumores?

Kiba se encogió de hombros—. Ya sabes cómo son estas cosas. Alguien dice algo, se extiende, y luego nadie sabe dónde comenzó. Pero hey, si hubiera un Sub entre nosotros, lo sabríamos, ¿no? No es algo que se pueda ocultar fácilmente.

Sasuke murmuró un asentimiento, su mente trabajando a toda velocidad. Si había un Sub en la fuerza, y nadie lo sabía, debía ser alguien excepcionalmente hábil en el arte del engaño. Alguien con una fuerza de voluntad increíble para reprimir su naturaleza día tras día.

Fue durante una de estas observaciones cuando notó algo peculiar en Naruto Uzumaki. El detective rubio, conocido por su energía y determinación, a veces mostraba momentos de duda, microsegundos donde su postura cambiaba, donde sus ojos bajaban brevemente antes de recuperar su actitud confiada.

—Interesante —murmuró Sasuke para sí mismo, mientras veía a Naruto interactuar con la capitana Tsunade.

—¿Qué es interesante? —preguntó una voz a su lado, sobresaltándolo ligeramente.