Capítulo 8

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Kabuto se inclinó hacia el microscopio, sus ojos grises fijos en la muestra de sangre que había extraído de Menma hace apenas una hora. Kakashi, a su lado, mantenía su rostro impasible, sin inmutarse ante lo que sabía que sería otro intento fallido. El líquido translúcido, conocido como Somnium, fue depositado en la muestra, mezclándose lentamente con la sangre. Durante unos segundos, no hubo reacción. Pero entonces, como en los diez experimentos anteriores, la sangre comenzó a oscurecerse, convirtiéndose en una masa negra, densa e inútil.

Kabuto gruñó entre dientes, sus manos apretándose en los bordes de la mesa de laboratorio. Kakashi, por su parte, observó el cambio sin mostrar ninguna emoción visible.

—No ha funcionado —anunció, su voz suave, carente de sorpresa.

Kabuto golpeó la mesa con los puños, frustrado.

—¡Maldita sea! —espetó, lanzando una mirada furiosa hacia Kakashi—. ¡Este fue el décimo intento! Si seguimos así, nunca lograremos lo que Orochimaru nos pidió.

Kakashi se limitó a levantar una ceja, sin perder la calma.

—La transformación que buscas no es tan simple. Estás tratando de eliminar el instinto básico de todo ser humano, la jerarquía natural de dominantes y sumisos. Convertir a todos en betas es una tarea que va en contra de la misma biología humana.

Kabuto bufó, irritado.

—No es biología humana. Es un error. Y lo corregiremos, no importa el costo. —Volvió a mirar la sangre negra—. Solo necesitamos encontrar la dosis adecuada para Menma. Una vez que lo transformemos, el resto será mucho más sencillo.

Kakashi apenas se inmutó. Observó el líquido con la misma mirada analítica de siempre, como si el hecho de que no hubiera funcionado fuera una molestia menor. En realidad, no lo era.

—Sabíamos que este método tenía pocas probabilidades de éxito —dijo con tono neutral, casi monótono—. Está claro que no obtendremos resultados trabajando con muestras parciales de su sangre. Si queremos un verdadero avance, tendremos que inyectarlo completamente en su cuerpo.

Kabuto se giró hacia él con incredulidad, su rostro torcido por la ira.

—¡¿Inyectarlo directamente?! —exclamó, golpeando la mesa con los puños—. Eso podría matarlo, Kakashi. Menma es nuestra única posibilidad de éxito. No podemos permitirnos ese riesgo. ¡Si lo perdemos ahora, lo perdemos todo!

Kakashi permaneció impasible, sus ojos fijos en la sangre oscura que reposaba en el recipiente. "Menma". El nombre falso que había elegido Naruto era casi una ironía cruel. Y aunque Kakashi lo llamaba así con indiferencia, dentro de él había una mezcla compleja de sentimientos que prefería no analizar profundamente. Naruto le importaba... pero no del todo. Al menos no de la manera en que debería. No era la primera vez que Kakashi se encontraba en este dilema: atrapado entre su obsesión personal y la lógica fría de la misión.

—¿Y qué propones entonces? —preguntó Kakashi finalmente, apartando su mirada del vial y fijándola en Kabuto—. No podemos seguir jugando con pequeños experimentos. La policía está cada vez más cerca, y no tenemos tiempo para errores. Este suero es nuestra única oportunidad de eliminar la estructura de doms y subs para siempre. Si no podemos hacerlo funcionar en Naruto, no podremos hacerlo con nadie.

Kabuto lo fulminó con la mirada, pero detrás de su furia había un atisbo de miedo. Sabía que Kakashi tenía razón, aunque no quería admitirlo. Estaban acorralados. Orochimaru esperaba resultados pronto, y los recursos se agotaban rápidamente. A pesar de los años de investigación, de manipulación genética y pruebas, el suero que convertiría a toda la humanidad en betas —eliminar la jerarquía natural que dividía a las personas en doms y subs— seguía siendo inestable.

From fall to spring; SasuNaru.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora