Día 2: Cosplay

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⚠️CONTENIDO +18 ⚠️

Samuel cerró la puerta del departamento con demasiado cansancio acumulado en su cuerpo. El trabajo había sido pesado, tanto que ahora mismo no sentía sus manos de haber estado tecleando en el ordenador la publicación que iría mañana de portada en la revista de videojuegos.

Llevaba casi cuatro años trabajando en esa empresa y por fin logro pasar de entrevistar a puros jugadores del LOL o famosos cosplayers de juegos a que sus publicaciones fueran portada por un año consecutivo, no sólo hablando de los nuevos juegos sino de las tendencias o incluso entrevistando a creadores de contenido conocidos en la industria gaming. Estaba en su mejor época, pero lo horrible es que también era ese momento en el que no tenía ni tiempo para respirar.

Sus amigos más de una vez lo habían presionado para que salga con ellos a desestresarse, y aunque se había negado en todas ellas, si creía que era necesario tener un momento en el que pudiera relajarse sin pensar en el trabajo. Es por eso que había pensado algo más sencillo, pero estaba seguro que le funcionaría, una cena con su mejor amigo viendo películas.

-¿Rubius?- grito dejando las bolsas de comida sobre la mesa- ¿Estás en casa?- recibió simple silencio

Dejó las llaves en el recibidor y se sacó los zapatos antes de que el castaño le regañara por usarlos adentro. Desde que se habían mudado juntos tuvo que acoplarse a sus costumbres extrañas, como las de no estar con zapatos en la casa o dejar las llaves en el recibidor por si el castaño pierde las suyas y tomar las de él si las necesita muy urgente.

Su amistad había comenzado hace tres años, cuando a Samuel le tocó entrevistar a un gaming en ascenso, que era poco conocido en la comunidad, pero según su jefa tenía esa pinta de ser muy famoso en un futuro. El creía que solo era una exageración, sabía que en el medio si no hacías algo que fuera tendencia, poco a poco la gente se olvidaba de ti y terminabas siendo uno más del montón de creadores de contenido de videojuegos.

Cuando conoció a Rubius no le pareció nada del otro mundo, solo un chico que amaba los videojuegos como él y tenía un carácter muy extrovertido en la pantalla, aunque frente a frente era todo lo contrario. Le hizo desde preguntas profesionales hasta personales, al ser la primera revista que ponía sus ojos sobre él, su jefa quería abarcar todo tipo de hueco sobre su vida.

Fue gracias a eso que se dio cuenta que tenían mucho en común, con la leve diferencia de que él si se había arriesgado a cumplir el sueño que Sam tenía mucho miedo de hacer realidad. Poco a poco la entrevista quedó en segundo plano y la conversación se volvió mucho más amistosa y real, sin presión de por medio.

Se cayeron tan bien que intercambiaron números, convirtiendo una simple reunión de trabajo en una amistad que duró mucho tiempo. Pero no fue hasta que tanto Samuel como Rubén tuvieron problemas de dinero que la genial idea de escalar su relación a un peldaño más, no vino a sus cabezas.

Un año después de conocerse, Sam no podía costear su departamento con el mísero sueldo que le daba la revista al ser un simple columnista, mientras que a Rub aun no le llegaba su momento de brillar en las redes, así que tenía que encontrar un lugar donde poder pagar menos, pero sin perder comodidad. La grandiosa idea de convertirse en compañeros de piso llegó con un intercambio de mensajes en forma de broma y terminó con ellos alquilando un departamento con tres cuartos y llevando sus cosas ahí tres meses después.

Por suerte la convivencia no había sido tan atroz como pensaron al descubrir que tenían mínimas diferencias con respecto a su forma de vivir. Samuel era más ordenado y le gustaba tener todo perfectamente puesto en su lugar, mientras que Rubius...era todo lo contrario

Rubegetta Month 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora