Capítulo Quince

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En la oficina de Taehyung, los documentos se apilaban ordenadamente en su escritorio, y él trabajaba meticulosamente, revisando y firmando cada uno con la concentración de alguien que quería mantenerse ocupado. Su mente, sin embargo, estaba en otra parte. La noticia de que Jungkook regresaría a Incheon al día siguiente lo tenía ansioso, aunque trataba de no pensar demasiado en ello.

La puerta de su oficina se abrió de repente, levantó la vista, sorprendido de ver a Jimin entrando sin previo aviso. Cerró la puerta tras de sí y, sin decir una palabra, se dejó caer en el sofá de la oficina. Su expresión era de agotamiento y confusión, como si estuviera luchando contra algo que no podía comprender del todo.

—¿Jimin? —soltó, dejando de lado su bolígrafo y girando su silla hacia el castaño —. ¿Estás bien?

Jimin lo miró fijamente por un momento antes de suspirar profundamente, pasándose una mano por el cabello desordenado.

—Tengo que contarte algo.

—¿Qué pasa ahora? Debe ser importante para que hayas venido hasta aquí.

—Ayer me cogí a Yoongi. —soltó, sin rodeos ni preámbulos.

Taehyung parpadeó, completamente sorprendido por la revelación.

—¿Qué? —fue lo único que pudo responder, su mente intentando procesar lo que acababa de decir.

Jimin se desplomó en el sofá, dejándose caer hacia atrás mientras se cubría el rostro con ambas manos. —No sé en qué estoy pensando. Todo lo que siento por él es odio, pero de alguna manera, ese odio me llevó a esto. Y ahora… Ahora estoy completamente perdido. No era lo que quería, Taehyung.

El rubio se levantó de su silla y se acercó al sofá, sentándose en el borde y mirando al castaño. —Jimin, sabes que Yoongi no es… Él no es alguien fácil.

—Estoy... Confundido. —admitió, dejando caer las manos de su rostro para mirar al techo con una expresión de agotamiento emocional —. No puedo controlarme cuando estoy cerca de él. Es como si todo lo que quiero hacer es alejarme, pero al mismo tiempo… Hay algo en él que me atrae. Es tóxico, y lo sé, pero no puedo evitarlo. ¿Sabes qué es lo peor? Me gusta. Me gusta porque él tampoco puede controlarse.

—No sé qué haré contigo. A veces siento que soy el único racional aquí.

—Quizás sea así. ¡Ahh, soy un maldito masoquista!

—Jimin… Jungkook va a regresar a Incheon mañana.

—¿Mañana? ¿Ya tan pronto?

—¿Pronto? Lleva un mes aquí. Tiene que volver a la universidad, arreglar algunas cosas. Todavía es un estudiante, y no puede dejar todo de lado… Pero me siento abatido. Estoy preocupado por cómo tomarán sus padres la noticia. No sé qué va a pasar cuando se lo diga.

—Ni siquiera es mi situación y ya me estoy poniendo nervioso. Si los padres de ese idiota te hacen algo, yo acabaré con ellos.

—Como sea, bajaré a la cafetería por un par de donas. —se puso de pie y se dio un leve estirón.

—¡Eso es, alimenta bien a ese bebé! —exclamó, alzando los brazos —. ¿Puedes traerme una?

—No, baja tú por ella.

—Eres muy malo, Taehyung. —se levantó para seguirlo, tomando el ascensor juntos y bajando hasta el primer piso.

Después de agarrar varias donas del mostrador, se recargaron en la barra. Jimin tomó una dona, mordiéndola con una expresión de melancolía.

—¿Qué tienes? —le dice el rubio, dando un mordisco también.

Dejó escapar un suspiro exagerado, apoyando el codo en la barra y la barbilla en la palma de su mano. —Solo estoy pensando en cómo nuestros días de diversión se han terminado. Ya no podrás salir de fiesta conmigo, ni beber hasta que el sol salga. No más noches locas, Tae. Es el fin de la era...

Damn, Pick Me | kookvWhere stories live. Discover now