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Menos de una semana para los juegos olímpicos, y solo unos minutos para la reunión con Alcaraz.

Por alguna razón estaba nerviosa, me daba miedo decir algo equivocado, o trabarme al hablar. Tener a mi manager cerca me tranquilizaba ligeramente, además, supongo que ella será la que hable mayoritariamente, o eso espero.

Con motivo de los juegos olímpicos, todos los tenistas españoles tuvimos que ir a Madrid para reunirnos con el comité olímpico español, así que aprovechamos la situación para poder hablar los cuatro; Carlos, su manager, mi manager y yo.

Actualmente mi manager y yo, les estábamos esperando sentadas en un sofá, en una pequeña sala acomodada solo para nosotros. En ella solo habían dos sofás, uno en frente del otro, con una pequeña mesa en el centro y algunos cuadros acogedores. Simple, pero funcional.

Alguien tocando la puerta me sacó de mis pensamientos.

Rápidamente mi manager y yo nos levantamos del sofá, acercándonos a la puerta. Nos dimos una última mirada nerviosa, y ella abrió la puerta.
En frente nuestra se encontraban Alcaraz y su manager, ambos con una sonrisa reluciente, que obviamente, les correspondí.

-Buenos días, por favor, pasen-Dijo cordialmente mi manager, con una sonrisa de oreja a oreja.

Nos estrechamos las manos, y tomamos asiento.

El ambiente no era tenso para nada, pero tampoco podría describirlo como relajado. No sabía como empezar la conversación adecuadamente, así que esperé que mi manager comenzase, aunque el manager de Alcaraz se adelantó.

-Bueno, estamos aquí para hablar sobre las recientes declaraciones de la prensa, ¿no es así?

-Efectivamente, pensamos que esta situación es bastante complicada, ya que hay varias opciones en cuanto a que podríamos hacer, pero preferíamos hablarlo con ustedes primero.- Respondió formalmente mi manager.

-Me parece bien, pero, nosotros queríamos ofreceros una pequeña propuesta.- Contestó el manager de Alcaraz, con una sonrisa un tanto peculiar.

Sus palabras me sorprendieron ligeramente, tenía curiosidad por saber cual era su idea.

-Bueno...Hemos pensado en que Irina y Carlos podrían competir juntos en mixtos.

¿Qué?
¿Cómo?

Inevitablemente, fruncí el ceño levemente, completamente confundida. ¿En que momento Carlos Alcaraz quería competir conmigo? ¿Por qué?

Eché un rápido vistazo a mi manager, que se encontraba igual de confundida que yo. Al parecer ambos notaron la confusion de nuestras caras, porque Carlos se aclaró la garganta y habló.

-Sé que no nos conocemos mucho, pero te vi jugar en varios torneos, recientemente Wimbledon, y pienso que juntos tendríamos un gran nivel, de hecho, incluso podríamos ser campeones olímpicos.-Dijo con cierta timidez.

¿QUÉ?

-Bueno...eh...- Comenzó a hablar mi manager- Creo que esto nos ha tomado por sorpresa a las dos. No es mala idea, pero lo tendremos que analizar detenidamente.

El manager de Carlos asintió.

-Y tenéis toda la razón. Os lo queríamos sugerir hace bastante tiempo, pero no encontramos la ocasión perfecta. Los plazos acaban dentro de poco, así que agradeceríamos que nos avisaseis lo antes posible.

-Si, por eso no os preocupéis.- Dijo mi manager mientras asentía.

Yo seguía en estado de shock, no me podía creer lo que estaba pasando. Todo había sido demasiado inesperado... Espera, ¿Alcaraz había estado viendo mis partidos anteriores? ¿Y planeaban preguntarme esto hace mucho tiempo? ¿Cuánto exactamente? No entendía nada.

-Pero si juegan juntos, ¿los rumores sobre que son pareja no aumentarán aun más? -Mi manager interrumpió mis pensamientos.

El manager de Carlos asintió.

-Así es, pero esperábamos poder resolverlo ahora. Nuestra opinión sobre esta situación es muy simple; los medios de comunicación seguirán esparciendo rumores, se niegue o no, por lo que lo mejor que podríamos hacer es aprovecharlo.- Todos escuchábamos su explicación atentamente- Si ambos juegan juntos, claro que al principio aparecerán en todos los periódicos, pero al final acabarían siendo reconocidos como simples compañeros de tenis, no como una pareja romántica, solo hay que mantener un perfil público como amigos que compiten juntos por España. Ambos salen ganando, sobre todo por las medallas ganadas y la gran popularidad que tendrían juntos.

Mi manager y yo nos miramos, casi boquiabiertas las dos. No era mala idea, de hecho, era muy buena, y bastante convincente.

Después de algunos minutos más de negociaciones e ideas entre ambos managers, nos levantamos los cuatro; ellos dos para irse, y nosotras dos para despedirles.

-Gracias por aceptar nuestra invitación.-Dije sonriente.

-Gracias a vosotras por invitarnos, espero que consideréis nuestra propuesta.- Respondió el manager de Alcaraz

-Lo haremos, pasad buen día- Dijo mi manager, despidiéndose.

-Nos vemos en París- Me dijo Carlos, despidiéndose.

-Ahi nos vemos- Le contesté, despidiéndome con una sonrisa.

Admito que sentí un sentimiento extraño, indescriptible.

Mi manager cerró la puerta una vez les vio alejarse por el pasillo, y a la velocidad de la luz, se giró para verme.

-Y, ¿Qué opinas?- Dijo emocionada.

Suspiré, para después sonreír.

-Bueno, una medalla más nunca viene mal.

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⏰ Última actualización: Aug 07 ⏰

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