capítulo 9

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Esta parte de mi vida la llamo empezar desde cero.....

La verdad que el ver crecer mi vientre día a día, el darme cuenta que ser madre soltera aunque iba a ser todo un desafío, no sería malo....  Si me hacía falta y mucho.... Pero no quiero presumir que no me dolía, o que era fuerte con tan solamente la idea que el solamente quiso eliminar el fruto de lo que una vez fue nuestro amor.... Sentirla, aunque no sabía que fuese niña ya sabía dentro de mi que iba a se una niña hermosa, el pensar que iba a hacer, solo me daban ganas de llorar y ver mi vientre crecer me repetía que tenía que tener fuerzas por esa semillita que iba creciendo cada vez....

Cuando más lo pensaba más me daba cuenta de la clase de basura que era el donador de esperma.... Porque si... Era eso y si no reflexionaba seguiría siéndolo....

A pesar de que me mi mundo se venía abajo, porque para rematar a mi mamá la tenían que operar de emergencia del corazón porque se iba a morir, que gracias a Dios se logró recoger el dinero para su operación, igual mi mundo se venía abajo, deseaba cerrar los ojos y abrirlos y verlo allí, apoyándome, pero la realidad era otra, sencillamente no estaba....

Recuerdo ver a los muchachos de la iglesia apoyandome, ver el amor de la gente que me amaba allí aunque me sintiera sumamente sola, y esa semillita creciendo cada vez más, cuando el regalaron la primera ropita de la niña llore, llore mucho, fueron unos baberos... Que hermoso detalle, recuerdo que mi tía me había preguntado que era y le dije niña cuando lo supe, recuerdo el que llegara las cosas de la niña, el encontrar a una de mis.mejores amigas dándome ropita de su hija, a mi otra mejor amiga apoyándome y a todos, fue un momento lindo y duro.

Y así pasaron los 9 meses, viendo la mano de Dios en todo momento.

Dar a luz fue una odisea.... Porque en las maternidades de Venezuela no son un secreto para nadie que el servicio médico de aquí es de lo peor, casi no me atienden, yo con contracciones no me querían atender, no grite, no me quejaba, yo estaba tranquila segura de dar a luz normal, pero Dios tenía otro plan...

Termine dando a luz por cesárea por negligencia médica, cinco minutos más muere la bebé y muero yo mas atrás, ya no tenía líquido amniótico, y allí si arranque a llorar cuando me dijeron lo de la cesárea de emergencia, yo había durado todo el día echando broma con las enfermeras y camilleros las mismas enfermeras y doctoras me calmaron me dijeron que no lo hiciera que yo había ayudado a dar a luz a dos chicas que me relajara que mi bebé iba a nacer bien y así paso....

Nació mi niña.

Era chiquitita... El mismo día que había cumplido los 9 meses ella nació... No aguantaba el peso, yo enana y con peso extra, palabra que me sentía ya a más no poder y la acidez era terrible, Lucía nació ese mismo día que cumplió los 9 meses.

Una anécdota cómica fue que me orine dos veces encima, que pena, no podía levantarme por la cantidad de sangre que había perdido en la cesárea pero el verla en mis brazos fue la sensación más hermosa, y me dije valió la pena, valió la pena a pesar de haberme encontrado al donador de esperma ese mismo día y que el volteara la cara para no verme, valió la pena todo el dolor tan grande que pase esos 9 meses, valía la pena la desición que había tomado....

Ella valía la pena volver a sonreír.

EL EFECTO MARIPOSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora