|Capitulo 4|

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Con el paso del tiempo, el equipo fue creciendo. Volvieron al equipo Asahi Azumane y Yuu Nishinoya, quienes se habían apartado del club el año anterior por una discusión y se separaron. También se unió al club una nueva manager llamada Hitoka Yachi, quien fue reclutada por Kiyoko. Fue bienvenida con alegría por parte del equipo, aunque al inicio se le notaba muy nerviosa, poco a poco fue ganando confianza, especialmente en Hinata.

La nueva manager era muy linda, y con el tiempo se convirtió en alguien cercana a mi, era amable y siempre era atenta. Éramos amigas.

También me llevaba muy bien con mis demás compañeros. Nishinoya era alguien muy animado y alocado, derrepente le daban ataques de felicidad y se nos trepaba por la espalda o nos mordía. Siempre fue bueno conmigo. Lo consideraría un buen amigo.

A diferencia de Nishinoya, Asahi era alguien más tranquilo, era muy preocupado y aveces inseguro, pensaba mucho las cosas y aveces protector.

Las prácticas ahora eran más completas y habíamos mejorado mucho en nuestra coordinación. Además, todos nos llevábamos muy bien, había comunicación y se podría considerar que ahora éramos como una familia.
Me llevaba bien con todos, excepto con una persona. Kageyama era muy molesto, siempre estaba de amargado y era algo grosero al mandar o corregir.

Por otro lado, también estaba muy confundida. Aunque era irritante, molesto, amargado, poco expresivo, serio y mandon. Cada vez que veía a ese pelinegro, sentía una extraña sensación recorrer mi cuerpo. Cuando nuestras miradas se encontraban, me ponía muy nerviosa, sentía como mi corazón se apachurraba por alguna razón.

No me gustaba la manera en que decía las cosas, era muy directo y grosero, pero a veces su mirada me hacía cambiar de opinión. Pero ¿por qué? No sabía cómo afrontar estos sentimientos; tampoco quería contarle a nadie, ni siquiera a Shoyo.



[...]




El equipo estaba en la práctica de la tarde después de clases. Estaban tomando un descanso y algunos charlaban mientras descansaban y bebían agua para hidratarse.

Mientras tanto. Kageyama estaba en un limbo. Últimamente veía a Kijoon con otros ojos, aveces notaba que ella lo ignoraba, o desviaba la mirada cada que hacían contacto visual.
Desde el primer día que se conocieron, pensó que era alguien irritante, se enojaba muy fácil y siempre estaba a la defensiva, también era muy gritona y gruñona. Pero de un tiempo hacia acá, pudo presenciar emociones diferentes en ella, no solo la veía enojada, si no que también la veía sonreír, aveces nerviosa, aveces burlona. Todas esas emociones que el podía observar en ella, le hacían sentir un extraño malestar. Cuando la veía sonreír, sentía como su estómago se revolvía y aveces su corazón latiendo con mayor frecuencia. Hasta llegó a pensar que estaba enfermo.

¿Tal vez la cajita de leche que bebí estaba vencida?

Pero no pude ser, siempre compro la misma y nunca me hace daño...¿entonces por qué...?

Y entonces decidió pedir ayuda a Shoyo, ya que probablemente él era la única persona a la que podría considerar un amigo y alguien de confianza, después de su hermana mayor.

Penso que podría ser de ayuda, pero todo lo que recibió fueron burlas y probablemente los consejos más tontos del mundo. Shoyo le dijo de la manera más burlona y desagradable posible que lo que sentía era que estaba enamorado.

Me estoy... ¿enamorando?
—¡Eso no puede ser! Claro, es linda... y la manera en la que sus ojos brillan...

—JAJAJAJA ¡KAGEYAMA ESTA ENAMORADO!-interrumpió Shoyo a Kageyama.

«𝐄𝐲𝐞𝐬 𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐋𝐢𝐞» |Kageyama x Lectora|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora