Akira siempre supo que ser una heroína sería difícil, pero las verdaderas pruebas son las internas. Tras un evento agotador, su relación con su sensei Aizawa y la dinámica con sus compañeros la empujan a sus límites emocionales.
En un mundo que exig...
El fin de semana transcurrió de manera rápida, y llegó el momento de volver a las clases. Sin embargo, esta vez Akira estaba más feliz que nunca por ir a la academia. En el camino, se encontró con Deku, quien, intrigado por su buen humor, le preguntó la razón de su felicidad.
-Me gusta estudiar -respondió Akira con una sonrisa, recordando todo lo que vivió el fin de semana con el amor de su vida.
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Deku sabía que eso era una mentira, pero no le importaba. Le encantaba ver a su mejor amiga de buen humor. Llegaron a clases y el profesor Aizawa anunció que habría un entrenamiento especial para mejorar sus habilidades físicas y sus movimientos especiales. Les indicó que se alistaran y se dirigieran al gimnasio para practicar.
Mientras se preparaba, Akira se dio cuenta de que había olvidado su maleta en el aula. Corrió rápidamente a recogerla, pero al llegar, se encontró con algo inesperado.
El aula estaba en silencio, pero en una esquina, vio a Aizawa, quien parecía estar concentrado en algo. Al acercarse, notó que estaba revisando algunos documentos mientras aprovechaba para darle un abrazo y un beso, ya que no había nadie en los pasillos.
-Cariño, ¿qué sucede? ¿Olvidaste algo? -dijo mientras me daba un beso suavemente en la frente.
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-Olvidé mi maleta para cambiarme, pero me alegra poder estar un momento a tu lado -respondí mientras le daba un beso rápidamente para irme a cambiar sin decir nada más.
Ya en el gimnasio, el sensei nos apoyaba a cada uno para mejorar nuestras habilidades. Claro que siempre lo llamaba, aunque no fuese necesario, solo para escucharlo hablar sobre mi potencial, la capacidad de fuerza y destreza que siempre me caracterizó.
Luego de dos horas entrenando, Aizawa ordenó que todos los estudiantes se fueran a cambiar y a ir a sus casas, mientras que, por mi parte, me quedara para mejorar mi nuevo movimiento especial que no podía controlar del todo.
-Señorita Akira, debería quedarse un momento para poder ayudarla a controlar mejor su nuevo movimiento -dijo en tono serio delante de los demás estudiantes.
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