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CAPITULO UNO

"Invitación"

EN MEDIO DE UN BOSQUE DE LONG ISLAND, en una ubicación secreta, escondido de la vista de los mortales, se encontraba un campamento para gente única y especial, un campamento para mestizos.

A ciencia cierta era lo que se puede esperar de un campamento, diferentes cabañas, actividades didácticas, aprendizaje en culturas, fogatas, cánticos, una dirección donde llevan a los campistas mal portados, criaturas catalogadas normales como lo son los conejos, pegasos, centauros, Sátiros, etc; y ni hablar de las profecías, juegos casi mortales, ofrendas a los múltiples dioses griegos, peleas con criaturas místicas, entre otras cosas, son el tipo de cosas que se pueden esperar de un campamento de verano.

Aunque no siempre fue así, tan solo un año atrás por fin se le había puesto fin a la guerra interminable de los mestizos contra Cronos y todo su séquito, se habían perdido muchas vidas de seres queridos, hermanos, hijos, parejas, y aunque dolía sabían que debían seguir adelante por ellos, para que su sacrificio no fuera en vano.

A lo largo del tiempo que duró esa guerra se descubrieron 8 semidioses que compartían algo en común: una profecía que los llevaría a su gran victoria, pero sin duda alguna la más destacable entre todos ellos era: Ryen  Swan, una hija de la diosa menor Hécate.

Aquella chica había sido una pieza clave para la victoria de los mestizos y todos lo sabían, se había ganado el respeto y cariño de todos con su personalidad y hazañas, pero lo que ella ignoraba es que su vida cambiaría para toda la eternidad.

Aquella chica había sido una pieza clave para la victoria de los mestizos y todos lo sabían, se había ganado el respeto y cariño de todos con su personalidad y hazañas, pero lo que ella ignoraba es que su vida cambiaría para toda la eternidad

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Rea Swan

A lo largo de los años que eh permanecido en el campamento mestizo/media sangre, me he dado cuenta de varias cosas, pero sin duda alguna jamás dejará de sorprenderme las ocurrencias de los campistas y su ingenio para las bromas.

— Lady Rea, el Señor Quirón desea verle en la cabaña Grande— solté un suspiro mientras cerraba el libro que en esa tarde había agarrado a leer, me encontraba en una banca frente de la hermosa playa del campamento, era uno de mis lugares favoritos, por el hermoso sonido de las olas chocando.

—Por favor, solo Rea — trate de razonar con aquel campista, después de la guerra contra Cronos y habernos llevado la victoria, los campistas optaron que la mejor forma de "agradecerme" por mis sacrificios sería tratarme igual que a una Diosa y venerarme por el resto de sus vidas.

—Por los dioses, ¿Có-omo p-odría at-reverm-e? — volví a suspirar, no tenía ningún sentido tratar de hacerlo entrar razón sabía muy bien que no lo iba a persuadir, le regale una sonrisa y me dirigí hacia la casa grande.

La guerra contra Cronos había dejado algunas cosas buenas, mi relación con los dioses griegos no pudo haberse desarrollado mejor, me convertí en su favorita y más preciado tesoro, cosa que sin duda agradecía.

Dejé mis pensamientos de lado cuando me acercaba cada vez más a la casa grande, si Quirón me llamó debe ser importante, aunque le rezo a todos los dioses que no se trate de otra profecía, no estaba de humor para ir a otra aventura, aunque lo dudaba un poco.

—Espero y la razón de mi visita sea buena, Quirón — pronuncié tan pronto como llegue, Quirón se encontraba en el gran ventanal que daba paso a una hermosa vista, múltiples campistas entrenando, lo que logro sacarme una pequeña sonrisa de melancolía, por esas razones había luchado, quería un mundo donde los semidioses no corrieran tanto peligro.

—Gracias por venir tan pronto Rea— me agradeció.

No tenía opción

—Señor D— saludé tan pronto noté su existencia en la sala.

—Es un gusto volver a verte Rin — solté un suspiro con una pequeña sonrisa, ese apodo me a acompañado durante los 12 años que he estado viniendo y saliendo del campamento, aunque millones de veces lo había tratado de corregir, el siempre se dirigió a mi con el apodo de "Rin", cosa que me dejo de importar conforme el paso del tiempo.

—El motivo de tu llamado es el siguiente — mi vista se dirigió a sus manos donde se encontraba un sobre con mi nombre escrito en el.

Tan pronto como la tuve en mis manos la empecé a leer, estaba en un inglés americano y aunque se me dificultaba un poco había encontrado la forma de acostumbrar a mi cerebro a leer ese tipo de idioma, por lo que tarde unos cuantos segundos en terminar las tres hojas del sobre.

mierda — susurré en italiano tan pronto termine de leerlas.

Rápidamente les agradecí a ambos y me dirigí hacia la cabaña 20, donde todos los hijos de Hécate nos quedamos en nuestra estancia en el campamento.

Tan pronto como llegue salude a mis hermanos (de diferentes padres) para empezar alistar mis maletas, haría un viaje algo largo y no sabría con exactitud cuándo regresaría sin embargo, debía preparme para cualquier situación, pronto sentí a varias personas detrás de mí, inconscientemente me fijé por la sombras de quién se trataba y me relaje al notar que eran mi grupo de amigos chismosos.

—¿Qué se supone que hacen ustedes aquí? — les solté sin dejar de meter ropa y accesorios a mis maletas, era raro que se metieran a mi cabaña así por qué sí, pues siempre nuestras "reuniones" eran en la cabaña de los hijos de Poseidón, al ser una de las pocas cabañas con menos semidioses era menos ruidosa.

—¿A dónde vamos? — solté una carcajada por el comentario de Percy.

— A caray "¿Vamos?" Me suena manada — sonreí para voltear a verlos.

—Rea...— trato de reprenderme  mi querida cuñada Annabeth.

—Mi padre me envió una carta contándome que bella se casará en dos semanas, me pidió que fuera y me mandó una invitación — les expliqué enseñándoles las "evidencias" — y no, no pueden ir — me les adelante.

—Rea, sabes perfectamente que no nos gusta que nos leas la mente — está vez el regaño venía de parte de Grover, pero yo no tenía la culpa que ellos pensarán en voz alta en su cabeza.

Va a ser una tarde larga

No sé cuánto tiempo llegamos a discutir el tema que mis hermanos tuvieron que sacarlos a patadas por qué ya estaban hartos de sus reclamos y berrinches, lo que les agradecí un montón, por qué yo sola no habría sido capaz de sacarlos, bueno sí, sí podía , pero ellos se enojarían mucho conmigo y no quería eso.

Después de aquellas escenas, me despedí de mis hermanos, pues si quería llegar con papá al día siguiente me tendria que ir del campamento esa misma noche, cite a mi grupo de chismosos y me despedí de cada uno de ellos, con una que otra amenaza de mi parte para que se trataran de  comportar de la mejor manera posible (aunque sabía que no la iban a cumplir) y así emprendí camino hacia el aeropuerto.

Le rezo a los dioses griegos que mi estadía en forks sea normal y tranquila.

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⏰ Última actualización: Oct 19 ⏰

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