El amor de madre [NaruSaku]

[55] ~Sarada~

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En la aldea se estaba aumentando el sospechosismo, la extrañeza y se engrosaron las hipótesis.

La ausencia de Shinachiku, la ida y venida de su equipo, la falta en algunos eventos del Hokage, hasta los otros Kages empezaron a preocuparse por ello, la vida de Naruto era agitada, pero se notaba rápidamente que algo no era igual. En medio de todo eso, Sasuke volvió.

Kota y Miu se enteraron de ello, por lo que lo siguieron a una distancia y con una actitud que pareciera que es rutinaria

Sasuke rápidamente se dió cuenta que el lugar de trabajo de su mejor amigo estaba demasiado calmado y constató que él no estaba ahí, solo Chouji. Entonces decidió visitar a su hija, haciendo lo mínimo que podía hacer por ella.

Sarada estaba pensando, ni siquiera se dió cuenta que él llegó

Sasuke hizo un sonido leve

-Shinachiku sabe lo de sus padres- dijo sin verlo

La noticia se procesó con indiferencia, creía que Naruto se había tardado demasiado con respecto a eso, más que nada por ser como era él

El ambiente oscuro y sombrío estaba a su alrededor. Sasuke no hubiera querido que se pareciera a él y su familia en eso

-¡¿Me escuchaste?!- alzó la voz. No enojada. Desesperada

Se plantó enfrente de su padre que decidió estar estoico

Sarada empezó a llorar -Y el estúpido de Boruto vino a chantajearme emocionalmente- habló con seriedad y fastidio -Y otra vez no estuviste aquí- reclamó

Sasuke tragó saliva

-¡Ella no va a regresar! ¿Porqué no te concentras en mí? ¡Pocas veces te parabas por aquí cuando era pequeña! ¿Esperas que me muera y que vuelva para enmendar tus errores?- recriminó

-...No- contestó, le dolió

Miu y Kota estaban fuera y lejos pero escuchaban lo que ocurría

-Peleas familiares. Muy comunes últimamente- comentó el Nara

La chica lo miró mal

-¿Has visto a Naruto?- preguntó el Uchiha

Sarada se canso, lamió sus labios se dió medía vuelta -Él si está con sus hijos- recriminó

La Uchiha limpio sus lágrimas

-Lo siento- dijo dándole la espalda

A pesar de eso, ella seguía ahí esperándolo, aún cuando a veces parecía odiarlo -Y gracias- La quería

Ella tomó aire. Odiaba tener que llorar tanto, su tía le había dicho que era igual a Sakura...igual que Shinachiku

Sarada fregó sus ojos, su madre estaría decepcionada que alimentará tantos sentimientos negativos, ella era amable y comprensiva, era parecida a Shinachiku.

Cargaba con la culpa de no haber podido hecho algo para que su madre no muriera y la de no haber evitado que su corazón se llenará de rencor y celos. Eso había hecho que Shinachiku fuera mucho para ella.

La Uchiha vió sus fotos de su infancia y sacó una que Ino le había regalado de cuando Shinachiku era bebé, suspiró

Sabía que a su padre no le importaba demasiado lo que pasaba con él, aún así estaba el pendiente, por lo que él significaba

A ella si le importaba mucho.

Todos tenían una idea de ello.

No podía evitarlo, primero fue el parecido después conoció a Shinachiku como lo que era. Él no era el problema, lo era ella, eso también le dolía.

En el fondo sabía que él no tenía la culpa de lo ocurrido con su madre

No quería ser ya como su padre, no quería llegar al límite de volver a hacerle daño a su medio hermano para entender. Recordó lo que hablaba con el Hokage, él creía que podía ser mejor que Sasuke, que podía evitar mas sufrimiento y hacer sufrir a los que ella quería. Él lo deseaba porque la quería como lo deseaba su madre por la misma razón.

La Uchiha recordó los ojos de Shinachiku, unos que no le podía sostener la mirada con dignidad, solo con coraje.

Tenía que romper el círculo.

Sarada salió de su casa y fué en busca de su medio hermano

Los compañeros de Shinachiku la siguieron con rapidez

-¿Qué hacen?- preguntó tratando de ir más rápido que ellos

-¿Qué hace usted?- interrogó de vuelta la niña

-Voy con su amigo- respondió

-¡Le hiciste daño!- recriminó el oji-miel

La de anteojos tragó en seco -Lo sé-

Verse un poco reflejada en la intermitente figura de su padre, la hizo recordar que no era la persona que quería ser.

-Y lo siento- soltó bajando la velocidad, uso sus mismas palabras

Kota se asombro y vió a su compañera

-¿Lo dice en serio?- preguntó

-Le fallé- reconoció llorando un poco -Yo debí protegerlo-

Recordó que antes que naciera eso quería.

Los ninjas gennin vieron una lágrima pasar entre ellos. No sabían lo que ocurría.

-La perdí a ella. Él se fué y al único que se mantuvo conmigo...- lloró -Me equivoqué-

Después de tantos años, de un amor-odio con su hermano, ya no podía seguir moviéndose entre eso más

-Yo no creo en usted - soltó enojado -Shinachiku siempre ha dicho que es complicada y tiene muchos problemas, yo nunca le creí, menos últimamente...- suspiró -...Pero usted es poderosa...usted puede ayudarlo y evitar que muera-

Ella paró, se asustó y sintió un sentimiento espantoso.

Miu la veía con anhelo -Por favor- pidió

-¿Donde está?- preguntó con apuró

-En dónde lo encontró- respondió

Ella se fue rápidamente, notó que ellos la seguían

-¡Vayan a un lugar seguro!- regaño

-¡Queremos ayudar!- la niña respondió

-¡Aunque solo fuera como escudo humano!- respondió el Nara con valor

Sarada no podía negarse, sabía que ese chico quería a Shinachiku como un hermano y él también lo quería. Los cuidaría, es lo menos que podía hacer por él.

Ellos ya se habían desesperado bastante, era demasiado tiempo para algo que tenía ser más presuroso.

~•~

Shinachiku, por otra parte, se había mentalizado en aguantar un poco más, seguía con dolores en el cuerpo pero tenía que seguir

Al salir pudo ver a sus madres a lo lejos, sonrió al verlas, le sonrió a su otro padre.

Era afortunado al tenerlos, algún momento pensó que era difícil y complicado tener dos parejas de padres pero en realidad era una bendición. Eso lo hizo crecer en una familia con mucho amor. Debía esforzarse, porque sentía a los Yamanakas con él también.