El amor de madre [NaruSaku]

[37] ~Compresión~

En esa situación un recuerdo le llegó a la cabeza al rubio de menor saturación de color

[Flashback]

Shinachiku estaba llorando
Todos se habían burlado porque no siquiera sabía cómo funcionaba el jutsu de su madre

La mayoría porque el "cerebrito" no sabía todo, aunque él mismo nunca se había colocado tal descripción

No quería, pero sentía toda la presión en sus hombros

Como si no tuviera permitido cometer algún error

Su madre no le había enseñado eso porque no era su momento, cuando en realidad aún no sabía si solo la práctica haría a él un Yamanaka

Entonces sintió una presencia detrás suyo, era el Kage de la aldea

Él se limpio las lágrimas y tomó aire

—Buenos días, Hokage-sama— dijo con solemnidad

—Hola Shinachiku-c...— saludo y se tragó el sufijo —¿Qué te sucede?—

—Nada— mintió —Debe estar muy ocupado, ¿No?—

—No— negó —Tengo el tiempo para los aldeanos...ustedes son como mi familia—

—Gracias por su gran trabajo— agradeció mirando al frente

El Uzumaki lo miró preocupado, —¿Porqué lloraste?—

—Yo...— balbuceó y limpió sus ojos de nuevo —Lo siento— se disculpó

—¿Porqué te disculpas?— cuestionó preocupado el mayor

—No sé— se escondió en sus hombros, él pequeño de 6 años de edad, se sentía pequeño y débil

El oji-azul se acercó a él y Shina alzo su rostro para verlo

—Si te sientes mal puedes decírmelo, yo siempre estaré para tí...— consoló y tragó en seco —...como un padre—

—Gracias, pero alguien tan importante no debería estar preocupado por alguien tan poca cosa como yo— dijo el niño sin duda en su dicho

—Tú no eres poca cosa— regañó —Yo daría mi vida por tí, eso no es poca cosa—

—Así como por cualquiera de la aldea— replicó —Estoy bien, Hokage-sama— le aclaró

—Esta bien sentirse mal, eso no te hace débil— habló con un poco de seriedad —Todos nos sentimos así a veces—

—¿Realmente lo cree?— preguntó con un ligero levantó de ánimo

—Sí'ttebayo, yo también me he sentido así— dijo con una sonrisa —Eso no significa que no volverás a sonreír—

—Pero yo no tengo un futuro tan prometedor como usted—

—¿Ves el futuro?— cuestionó el rubio mayor

—No— negó con una sonrisa por la estúpida pregunta

—Así me gusta verte... feliz, las únicas lágrimas que deberíamos derramar son de felicidad— le dijo sacando a su niño interior —Tú me tienes a mí, también a tu familia, cualquier cosa que se presente podrás superarla...eres el chico en el que tengo puestas mis esperanzas—

El oji-jade sonrió cálidamente, sus ojos heredados de Sakura, casi idénticos a los de ella al igual que esa sonrisa, lo hizo abrazarlo, él le correspondió y limpió sus últimas lágrimas en la prenda del contrario