Él sonrió, complacido, y se inclinó hacia mi cuello, sus colmillos listos para perforar mi piel. Cerré los ojos, preparándome para el dolor y el placer que vendrían.
-Jungkook, por favor, no pares -le supliqué, sintiendo su aliento frío contra mi piel.
-No te preocupes, pequeña traviesa. Te daré lo que deseas -murmuró antes de morderme otra vez.
El dolor inicial se transformó rápidamente en una sensación extrañamente placentera, y mi mente comenzó a nublarse. Era como si cada gota de mi sangre que él bebía me uniera más a él, sellando nuestro destino juntos. Pero, en el fondo, una pequeña parte de mí aún luchaba por mantenerse libre, aunque cada vez era más difícil resistir.
Cuando terminó, se retiró lentamente, sus colmillos dejando dos pequeños puntos rojos en mi cuello. Sentí un vértigo momentáneo, pero Jungkook me sostuvo firmemente.
-Descansa ahora, pequeña -me susurró al oído.
Me dejé caer en el sofá, exhausta pero extrañamente satisfecha. Lo miré mientras se alejaba, su figura imponente y misteriosa. No sabía cuánto tiempo más podría soportar esta vida, pero por ahora, no tenía otra opción.
Mi dependencia hacia Jungkook se profundizó. Aunque me aterrorizaba, había una atracción que no podía negar. Su presencia, su poder, su cuidado extraño pero constante, me mantenían atrapada. Mis intentos de recordar mi pasado y encontrar una salida se desvanecían con cada encuentro, con cada dosis de su veneno.
Las pesadillas con Kai comenzaron a golpearme fuertemente. Era lo único que mi sumisión hacia Jungkook no controlaba. Me aterraba volver a vivir algo así.
Una noche, mientras me recostaba en el sofá, me di cuenta de algo. Necesitaba encontrar la manera de recuperar mi voluntad. No podía seguir así para siempre, perdida entre el deseo y el miedo. Tenía que haber una forma de romper el ciclo.
-¿Qué estás pensando, pequeña? -la voz de Jungkook me sacó de mis pensamientos.
-Nada, solo... pensando en todo -mentí, esperando que no leyera mi mente en ese momento.
Él sonrió, como si supiera exactamente lo que estaba pasando por mi cabeza, y se acercó, sentándose a mi lado.
-Fingiré que no leí tu mente.
Mientras me recostaba en su pecho, sentí una mezcla de seguridad y peligro. Era un juego en el que tenía que moverme con cuidado, porque en este mundo de sombras y deseos oscuros, un solo movimiento en falso podría costarme más que mi libertad, podría costarme la vida.
Finalmente, llegó el día en que me iría con él de esta mansión. Regresaríamos a la ciudad luego de dos semanas.
-Recuerda, pequeña. No me mientas, obedece y mantente bajo mi sombra. Te protegeré de todos -dijo. Asentí y luego nos subimos a su lujoso auto.
El viaje era tan largo. ¿Cómo pudo traerme hasta aquí sin que despertara? Observé por la ventana del auto, el bosque se veía tan tenebroso, al igual que... Jungkook. Lo observé detenidamente, y debo admitir que siempre se ve guapo y elegante, sin duda se notaba que provenía de otra época. O tal vez, sea por su veneno. Ya no confío ni en mi misma para esto, mi mente está cegada por él.
-¿Por qué me observas tanto? -preguntó, su mirada fija en la carretera.
-¿Qué, acaso no puedo verte? -su pequeña risa resonó en el auto.
Él, es tan extraño. Tiene muchos cambios de humor repentinos. "¿Será bipolar?" Esta vez se rió más fuerte, sin poder contenerse.
-Si, soy bipolar -dijo riendo, su vista aún fija en el camino.
-¡Idiota! -murmuré. De inmediato detuvo el auto. "¿Qué pasa?"
Jungkook se bajó del auto y, en unos segundos, había abierto la puerta de mi lado. Me hizo bajar y la cerró con fuerza. Estaba temblando del miedo.
-¿Quiéres ver que tan idiota soy? -no dije nada, este lado suyo me aterraba -Eres valiente y obstinada y eso me vuelve loco. Estoy acostumbrado a que todos digan y hagan lo que quiero. Pero tú... tu eres tan irritable -dijo, yo solo lo observaba. Al ver que me quedé callada, simplemente caminó de nuevo hacia el auto. Entendí que debía subirme.
Continuamos el viaje en silencio, aunque la tensión en el ambiente era palpable. Al llegar a la ciudad, Jungkook me llevó directamente a su penthouse. El lugar destilaba lujo y riqueza, cada detalle parecía diseñado para mostrar poder y control. Los techos altos, las paredes de cristal con vistas impresionantes a la ciudad, y los muebles elegantes dejaban en claro que este era el dominio de alguien poderoso.
Jungkook me guió por los pasillos amplios y me llevó a una habitación espaciosa que sería mía. Abrió las puertas de un inmenso clóset, y lo que vi me dejó sin palabras. Estaba lleno de ropa nueva, desde vestidos elegantes hasta conjuntos casuales, todo en mi talla.
-¿Te gusta? -preguntó Jungkook con una sonrisa de satisfacción.
-Es increíble... Nunca había visto tanta ropa en mi vida -admití, aún en shock.
-Desde ahora, esto es lo mínimo que tendrás -dijo, con un tono que no admitía contradicción.
Uno de los empleados entró en la habitación y, sin decir una palabra, tomó la ropa vieja que había traído. Sin titubear, la metió a una bolsa y se la llevó, como si no tuviera valor alguno.
-Espera... -traté de protestar, pero Jungkook me detuvo.
-Eso ya no lo necesitarás. Tienes cosas nuevas, de calidad -dijo con firmeza.
Me quedé callada, aún no procesaba todo. Era abrumador, pasar de no tener prácticamente nada a esto... No sabía cómo sentirme.
-Ponte algo bonito. Iremos al bar de Yoongi -ordenó Jungkook, observándome con ojos que parecían ver más allá de mi alma.
Revisé el clóset y elegí un vestido elegante de color negro que abrazaba mi figura en todos los lugares correctos, haciéndome sentir expuesta y atractiva al mismo tiempo. Jungkook me miraba con deseo mientras me lo ponía, sus ojos oscuros recorriendo cada centímetro de mi cuerpo. No pude evitar sentir vergüenza por las marcas que tenía.
-Perfecta -murmuró, acercándose. Colocó una mano en mi cintura y me atrajo hacia él, su mirada intensamente fija en la mía -Recuerda, hoy todos te mirarán, pero tu solo me perteneces a mí.
-Sí, señor -respondí sarcástica.
-De verdad eres tan irritable. Intento ser bueno contigo, pero no colaboras. Luego te asustas por mi forma de actuar.
-Yo...
-No puedes decir nada porque sabes que es verdad -acercó su rostro al mío, su nariz rosando la mía.
-Jungkook, por favor no... no hagas nada -dije, reviviendo las pesadillas con Kai.
-Haré que olvides lo que te hizo ese idiota -lo miré a los ojos, y luego miré al suelo.
-No lo hagas. Debo aprender a vivir con esto, no a huir. Tengo la culpa de todo, si no hubiera rechazado a Kai, el nunca hubiera abusado de mí. Me siento tan sucia... -una lágrima salió de mis ojos, Jungkook la limpió suavemente.
-Escucha, pequeña traviesa. Tú no tienes la culpa de eso, y si no lo hubieras rechazado, hubiera pasado igual. Yo... no te voy a lastimar. Solo dame la oportunidad de mostrarte -sus ojos tenían un brillo que nunca antes había visto.
-Jungkook yo... confío en ti...
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Bajo la Sombra del Vampiro (ᴊᴜɴɢᴋᴏᴏᴋ)
Lãng mạn"Convertirme en la obsesión del rey vampiro no estaba en mis planes... sobrevivir a su pasión, tampoco." Una joven huérfana, marcada por un pasado oscuro, es arrastrada al mundo secreto de los vampiros, convirtiéndose en la obsesión del poderoso rey...