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Solté un suspiro al ver a Tristán quien se encontraba sentado a varias mesas de distancia de la mía. Y bueno yo ahora me encontraba fingiendo leer un libro llamado "El mundo de Sofía" y puede parecer un libro bastante aburrido a simple vista, pero para mí es una maravilla en dónde nos muestran las historias de famosos filósofos. Ya lo había leído varias veces y me sabía la historia por completo.

Ahora mismo puede que parezca una completa acosadora al estar observado como aquellos pequeños y suaves labios moverse mientras hablaba. Y como desearía que aquellos labios me besaran justo ahora.

-¡Nasiens!- me saco de mis pensamientos mi amiga Anne quien se encontraba pasando su mano frente a mi cara una y otra vez.

-¿Si?- cerré mi libro de manera lenta para prestarle atención a mi amiga quien me miraba con una sonrisa.

-Te he estado hablando desde hace rato y no me haces caso- exclamó haciendo un pequeño puchero.

-Perdóname, es que estaba pensando en que tal vez no respondí correctamente las preguntas del examen sorpresa de química- mentí mordiendo mi lengua. No me gustaba mentir, pero eso era mucho mejor a decirles que me encontraba embobada por aquel chico de cabello plateado.

-Esta bien, te perdono- me sonrió -te decía que me ayudarás con mi examen de matemáticas este fin de semana- me dijo enseñándome el libro de "Álgebra de Baldor" -No entiendo como se les ocurrió hacer esta cosa-

-Te ayudaré- le sonreí tomando el libro -con una condición-

-No importa cuál sea, necesito pasar la materia o no me dejarán ir a la fiesta- hizo un total drama mientras se recostaba en la mesa y solté una risa. Ella amaba ir de fiesta con Isolda y siempre me invitaban a salir con ellas, pero yo las rechazaba porque no era mi estilo.

-Quiero una rebana de pastel- le comenté con una sonrisa mientras sacaba un volante de una pastelería bastante famosa entre los estudiantes. Siempre había querido comprar ahí con mis amigas y esta era la escusa perfecta para pasar tiempo con ellas.

-Claro que te la compraré- me sonrió tomando el volante de mis manos. 

-Ya volví- anuncio Isolda sentándose a un lado de Anne -¿Me perdí de algo?- nos preguntó y ambas negamos.

-Me retiro, debo de ir a la biblioteca por un libro- me despedí de ambas y salí de la cafetería. Ya faltaba poco para que el descanso se acabará y debía de ir por un libro para química general.

En el camino choque con algunas personas que se dirigían al lado contrario a dónde iba y me disculpé de inmediato.

-Ten más cuidado estúpida nerd- escuché la voz de Chion a lo lejos y solo lo ignore. Esa era la mejor solución que encontraba, ignorar a la gente que me ofendía de ese modo.

Puede que si me molestaban por ser alguien que me concentraba completamente en los estudios, pero no me molestaba en absoluto. No era algo que me deprimiera la verdad.

Al llegar a la biblioteca me puse a buscar aquel libro de química, debía de ponerme a estudiar para el examen que tendría dentro de unos días y que mejor que hacerlo que con el libro que nos había recomendado el maestro. Al localizar el libro estire mi mano para alcanzarlo, pero solo logre tocar otra mano en su lugar.

-Yo lo gane- escuché a mi lado y salte del susto, no me había dado cuenta de su presencia hasta ahora.

-Te equivocas, yo lo gane- se lo arrebate de las manos.

-Pequeña, no te conviene hacerme enojar- me dijo dedicándome una linda sonrisa y yo solo rodeé los ojos. Era el típico chico que creía que con una sonrisa obtenía todo lo que quería y bueno ya sabía de quién se trataba. Ese cabello verde completamente rebelde y aquellos ojos morados que te dedicaban una linda mirada para cautivar a todas no se trataba de otra persona más que de Percival, uno de los mejores amigos de Tristán. Era un completo tonto que no dejaba de creerse lo máximo.

-Y a ti tampoco te conviene- le saque la lengua.

-¿Eso es una invitación a que te bese?- me preguntó y yo me sonroje.

¿Cómo se atrevía a coquetearme? Que descarado es. Pensé golpeándolo con el libro. No iba a permitir que se burlara de mi.

-¡Eres un pervertido!- le grite y a los segundos fui callado por la encargada de la biblioteca.

-Hagamos un trato- me habló de repente recargándose en el mueble -tu te quedas el libro a cambio de que me enseñes-

Ese trato no me convencía en lo más mínimo, pero creo que tendría una especie de ventaja si me juntaba con él, después de todo era el mejor amigo de Tristán y podía aprovechar eso para saber más de él.

-Esta bien- Así que no dude en estrechar su mano. Lo hacía por Tristán. Nada más -¿Te veo en la biblioteca al término de las clases?-

-Mejor en tu casa- me revolvió el cabello y salió de la biblioteca.

Ese chico era extraño, que clase de persona que parece popular me habla, claro aparte de mis amigas. Y lo peor es que ha pedido que le enseñe y en mi casa. Esto no podía empeorar más.

Pero al final.

¿Que podía salir mal?. Pensé golpeando mi cabeza con el libro que tenía en mis manos. Algo me decía que no debí de aceptar su propuesta solo así y menos solo para usarlo para acercarme a Tristán. Era una idea estúpida y que me había metido en graves problemas. Aunque bueno sería mejor que la desechará ahora o después lo lamentaría. No era buena idea aprovecharse de los demás solo para llegar a alguien.

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Soy yo trayendo otra historia y está vez ambientada en la época actual.

Está historia se me ocurrió hace años y de pronto me entró la idea de mejor hacerla con Percival y Nasiens.

Está historia salió inspirada de la película "La designada ultra fea".

Espero que sea de su agrado.

La Raíz Cuadrada De Tu Amor (PercivalxNasiens)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora