Ahora mismo me encontraba con la espalda en la pared y es que una vez que me encontré con Anne está empezó a rogarme para que la acompañará está tarde al centro comercial. Y no tengo ningún problema en hacerlo, pero me resultaba un poco aburrido acompañarla porque eso significaba estar horas y horas eligiendo ropa de distintas marcas y diseños.
-Esta bien-
Ya me había resignado a acompañarla hasta que recordé que tenía que ayudarle con sus estudios. Eso es, la excusa perfecta.
-Pero ¿Y tus estudios?-
Fue ahí cuando la cara de Anne quedó completamente en blanco. Había ganado está pelea.
-Nasiens eres malévola- Rendida cayó en su banca fingiendo llorar.
-Y yo que quería comprarte ropa nueva-
Ahí va. De nuevo a dramatizar.
Pero aún así era mi mejor amiga con todo y sus dramas.
-¿De que me perdí?- fue lo que dijo Isolda sentándose a un lado de mi con una sonrisa.
-Nasiens es cruel y malvada- exclamó Anne con un puchero -no quiero estudiar-
Solo escuché la risa de Isolda como respuesta.
-Tu le pediste que te ayudará a estudiar, no puedes quejarte-
-Odio las matemáticas, todo es su culpa- respondió Anne -¿A quien se le ocurrió está materia? Maldigo a esa persona-
Yo solo rodeé los ojos.
Al final la llegada del maestro me salvó de seguir escuchando los quejidos de Anne y di gracias por eso.
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Que hermoso se ve. Pensé mientras observaba a Tristán desde las gradas.
Era la hora libre, pero había decidido fingir que estudiaba en las gradas donde practicaba el equipo de básquetbol. Y todo con el propósito de ver aquel cuerpo tan perfecto lleno de sudor, es que solo ver cómo aquellas gotas de sudor se deslizaban por su cuello y se perdían dentro de su camisa hacia suspirar a cualquiera.
-Si sigues observando de ese modo a mi amigo se dara cuenta y tendrás una orden de alejamiento-
Me sobresalté al escuchar la voz de Percival a mi lado e hizo que perdiera la estabilidad de mi lugar y me cayera sin embargo milagrosamente no rodeé por las gradas ya que Percival agarro mi mano con fuerza.
Percival había descubierto lo que no quería que descubriera por nada en el mundo. Ahora sí sonaba muy tentador mudarme de país.
-¿De que hablas? ¿Yo? ¿observar a alguien? Claro que no- trate de fingir demencia. Por qué era lo único que podía hacer.
-Claro- me sonrió -no estabas observando hace unos segundos como boba enamorada a Tristan- hablo muy sarcásticamente.
¿Ya había mencionado que estaba empezando a odiar a Percival?
Y también me resultaba tentadora la idea de lanzarlo por las gradas, pero la descarte porque no quería ser odiado por todo el instituto de matar a Percival y era muy joven para acabar entre las rejas.
Así que sonrojada hasta las orejas trate de ignorar a Percival con mi libro.
-Además el libro está al revés-
¿Que?
Observé con más detalle el libro para notar que tenía razón ¿Desde cuándo estaba al revés?
Ay dios.
¿Alguien más se habrá dado cuenta?
-Es para... agilizar la vista- fue mi respuesta y escondí más mi cabeza.
-Aja-
-Mas te vale que no me digas a nadie- le respondí en un susurro -de ti depende que no se ventile mi secreto y no se burlen de mi-
Sentí como me revolvía mi cabello.
-Tu secreto está a salvo conmigo, no soy un soplon- me susurro al oído y sentí como una corriente eléctrica recorría mi cuerpo.
Mi oreja era una de las zonas más sensibles de mi cuerpo y este chico se había acercado como si nada.
-En fin... ¿Quieres salir después de la escuela? Hoy no es día de estudio así que debes de tener el día libre- me propuso de inmediato y yo lo mire extrañada.
¿Quería salir conmigo? ¿Por qué saldría con la chica más Antisocial de la escuela tendiendo tantos amigos populares?
-¿Está es obra de alguna apuesta?- fue mi pregunta y Percival me miró totalmente horrorizado.
-¿Me crees tan cruel para hacer eso?-
Bueno por su reacción no era el caso así que negué con la cabeza. Solo estaba siendo paranoica.
-Diablos, jamás haría eso. Ni aunque me pagarán por eso jugaría con una persona de ese modo-
-Es que nadie se acerca a hablar conmigo y menos los populares- me encogí de hombros.
-Siempre hay una primera vez y me alegro de ser la primera persona- me guiño el ojo.
-En fin. Tendrás que perdonarme por rechazar tu oferta, pero hoy me toca estudiar con Anne y no puedo-
-¿Quien es Anne?- me preguntó alzando una de sus cejas.
¿Cómo no conocía a Anne? La chica más popular de la escuela y que según muchos de mis compañeros era la más bella del instituto.
-¿No la conoces? Pero si ella pertenece a las animadoras-
Lo ví bastante pensativo hasta que por fin obtuve una respuesta.
-¿Hablas de la chica de cabello azul que se la pasa coqueteando con Donny?-
Por fin la había ubicado.
-Si, es ella-
-Soy pésimo para los nombres-
Si no me decías no me daba cuenta. Pensé soltando una risa.
Lo escuché susurrar algo, pero lamentablemente no logré distinguir que es lo que salió de sus labios.
-¿Dijiste algo?- decidí preguntar.
Sin embargo él negó con un sonrojo en sus mejillas.
Así que él podía poner una expresión así.
Se veía lindo.
Demasiado lindo.
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