Preocupación.

93 12 0
                                    

NARRA KyaBoice.

Pov' YiFan.

- observaba al menor, tendido en la cama y sin siquiera abrir los ojos hasta que cristalinas lágrimas surcaron aquel pálido rostro y frío. Su alma se sentía partir en dos al no conocer la razón por la cual aquellas huellas de tristeza estaban en su inconsciente amigo - Huang... - susurra nuevamente, cuando la voz apagada se hace presente y captura totalmente su atención, aquellas palabras tan duras para catalogarse - no eres un idiota - murmura en voz baja cuando Tao parecía desmoronarse sin que el mayor pudiese hacer algo al respecto. Si antes creyó que había sido un error decidir volver a él cuando claramente había sido apartado, ahora ya no existía tal duda, ahora estaba seguro que el ser su pilar y apoyo era fundamental - Para... - aquellas preguntas lograban herir cada vez más su orgullo, su corazón estaba siendo pisado con cada duda que surgía <<¿Cómo puedo odiarte si te amo? ¿no te das cuenta que te amo? ¿mi corazón no vale nada para ti que crees esas cosas acerca de mis sentimientos? >> deseaba responderle a cada interrogante que salía del herido corazón ajeno pero no tuvo ni siquiera la oportunidad de abrir los labios para decirte todo aquello llevaba atorado en la garganta por años. Lo único que hizo fue estirar su diestra y limpiar las lágrimas de su triste rostro.
Cuando aquella frase abandonó los labios ajenos, su corazón se estremeció y le dolió, "Debes verte patético, de seguro piensas que me puedes ayudar a mejorar, pero ni tú ni nadie puede hacerlo".
Si se apegaba a la realidad, era realmente patético verlo ahí triste por alguien que le destruyó el corazón e ignoró sus sentimientos pero antes que todo, ellos eran amigos de años, desde niños. Aún podía recordarlo con aquel uniforme y cuando otros chicos más grandes lo molestaban y él se entrometía para defenderlo con su típica frase para él "Mientras yo esté a tu lado, nada va a pasarte, yo te voy a proteger siempre y es una promesa" palabras de un adolescente jamás pudieron tener más verdad en ellas puesto que era cierto y él siempre cumpliría aquella promesa que le hizo así que no lo dejaría. - Tao, deja de decir esas cosas - pareciese que el contrario libraba una lucha interna con su subconsciente, se acerca a él para abrazarlo y decirle que todo estaba bien pero el " Salvame, gege, ayúdame~~" y quedara otra vez inconsciente en sus brazos - No, debo responderte a cada pregunta, tengo la respuesta - hablaba con su voz a medio quebrar. Vuelve a depositar al menor sobre la cama para empezar a llamar al médico a grandes voces, aquel hombre entrado en años llegó para ver la situación y lo evaluó.

Dr: Él está débil, así que es normal este comportamiento pero en unas horas va a estar completamente restablecido, no te preocupes mucho.

¿no te preocupes mucho? Él no podía estar tranquilo si el menor no estaba bien, era cuestión de simple lógica pero no discutiría eso con ese hombre. - Gracias - fue lo único que dijo cuando volvió a quedarse solo ahí. Se acercó y depósito un beso en la frente de el más bajo - Recuerda lo que te decía, Mientras yo esté a tu lado, nada va a pasarte, yo te voy a proteger siempre y es una promesa. Yo jamás rompo mis promesas, te voy a cuidar así me botes mil veces porque... - un "te amo" rogaba salir a la luz pero no podía, si le decía aquello lo alejaría y no podía dejar que eso pasara. - porque eres muy importante, mi amigo - le dolía decirle amigo cuando deseaba llamarlo amor, se volvió a sentar en aquella silla con las manos sujetando la ajena, su mirada clavada en él - despierta y deja que responda, despierta y dime lo que pasó, ¿por qué estás así? ¿que te pasó? ¿puedes despertar y decirme que todo estará bien? ¿puedes levantarte y abrazarme como antes? ¿puedes olvidar tu dolor para seguir adelante conmigo, con mi ayuda? - agacha la mirada y susurra en tono muy pero muy bajo - ¿puedes amarme? - no esperaba una respuesta, siempre había sabido que el "no, lo siento, pero no te amo de esa manera" saldría de aquellos belfos ahora pálidos, debía ayudarlo y desaparecer después de que esté bien, dejarlo ser feliz-

Salvame de mis propios demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora