Capítulo 28

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Capítulo 28

Llegan ambas parejas a sus respetivos hogares, en silencio incomodo o sin saber bien que decir, arreglan sus vestimentas para el día siguiente. Acuestan a los niños en sus respetivas camas, se acomodan para ir a dormir; todo en completo silencio sin dirigirse la palabra

David se acuesta al lado de Georgia, pero esta le da la espalda, mirándola con tristeza y desilusionado – "lo siento mucho, Georgia" – dice con un suspiro, se gira secando las lágrimas silenciosas que le caían. Georgia no lo mira, pero queda unos minutos despierta pensando y mirando la oscuridad del cuarto, solo intenta dormir un poco y no pensar demasiado.

Al día siguiente, David se levanta con leve dolor en la columna - "creo que dormí mal" – al levantarse de la cama se da cuenta que Georgia ya no está y que ni siquiera la sintió despertar; lavó su cara y bajó a tomar desayuno; no había ya nadie en casa, solo él, su café y su soledad. Abre el maletín para sacar los documentos y leerlos con tranquilidad - "acuerdo de divorcio" - se leía en el título con negritas.

Va leyendo y revisando, algunas cosas le parecen algo injustas, pero luego piensa en sus hijos y que son cosas que debe dejar cubiertas si Georgia y él se separan y al mismo tiempo una oleada de pensamientos y preguntas llegan a su mente: - ¿Qué pensará Michael de esto?, ¿estará de acuerdo?, ¿el sería capaz de renunciar a su matrimonio con Anna por nosotros?, ¿seré yo capaz de dejar a Georgia por estar con él?. Ay, señor...no sé que hacer-

Su teléfono empezó a vibrar sobre la mesa, llamada entrante con el nombre "Michael" en la pantalla, se quedó perplejo mirando sin ser capaz de contestar; cortaron la llamada, pero en segundos volvió a entrar, la cual volvió a dejar pasar.

Por favor, David contesta – se repetía Michael dando vueltas en su patio -por favor contesta, es importante- pero no había respuesta. – ok, una vez más - volviéndole a marcar.

David seguía mirando el teléfono sin reaccionar -ah que va- toma el teléfono tembloroso – hola, Michael –

Hola, hasta que al fin contestas-

Perdón, estaba en el patio. Pero, dime...-

Hola si, David. ¿Cómo estás? -

Bien, ¿y tú? -

Bien. Es respecto a lo de a ayer ...-

-David se aparta el teléfono mirando al techo- ay, lo sabía- dice en voz baja- y dime, ¿Qué quieres?

¿Nos podemos ver y conversar? -

Uh, ok. ¿Cuándo puedes o quieres? –

¿Mañana puedes? –

Deja ver si puedo, si Georgia no sale y me deja con los niños. Te aviso mañana o más tarde, ¿sí? -

Ok, nos vemos luego...-

Nos vemos-

Nos vemos, te qui- e -ro – dijo David, pero Michael no alcanzó a escucharlo.

Before and after StagedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora