"Nice to meet you, well, this is the parallel universe". | (Version Of Fad)

10. "El Precio del Amor (Version Of Fad)"

La tensión en el aire era palpable. Fang y Edgar habían intentado hacer shiftting una vez más, pero como en las ocasiones anteriores, la luz que les había dado esperanzas se alejó, dejándolos atrapados en ese universo paralelo. Se miraron con frustración y resignación, conscientes de que cada intento fallido los hundía más en una realidad que no era la suya.

Una tarde, mientras estaban en la pequeña casa que compartían con Lucas y Loid, la atmósfera se tornó extrañamente silenciosa. Lucas había salido a hacer unas rápidas, y Loid estaba jugando en su habitación. Fang y Edgar decidieron tomar un descanso de sus intentos de shiftting y se acomodaron en el sofá, intentando disfrutar de un momento de calma.

Sin embargo, la tranquilidad no duró mucho. De repente, se escuchó un fuerte golpe en la puerta. Fang y Edgar se miraron alarmados. Edgar se levantó para revisar, pero antes de que pudiera hacer nada, la puerta fue derribada con una fuerza brutal. Un grupo de hombres encapuchados entró en la casa, sus pasos resonando como un presagio de lo que estaba por venir.

"¿Quiénes son ustedes?" gritó Fang, su voz temblando de miedo e indignación.

Los hombres no respondieron. En lugar de eso, se abalanzaron sobre ellos, sujetando a Fang y Edgar con una fuerza que no pudieron resistir. Edgar intentó luchar, pero uno de los hombres le dio un fuerte golpe en el estómago, dejándolo sin aliento. Fang, por su parte, fue inmovilizado rápidamente.

"¡Déjennos ir!" suplicó Fang, pero sus palabras fueron ignoradas. Con movimientos rápidos, los hombres los amordazaron y ataron, llevándolos hacia el sótano de la casa. Fang trató de mirar alrededor, buscando a Loid, pero no la veía por ninguna parte. Su corazón se aceleró al pensar que podrían haberle hecho algo.

Loid, mientras tanto, había sido atrapada en su habitación. Aunque intentó esconderse, los hombres la encontraron y, para asegurarse de que no pudiera alertar a nadie, la amarraron y la encerraron en el sótano. La pequeña estaba asustada, pero trataba de mantener la calma, sabiendo que llorar no la ayudaría.

Cuando Lucas regresó a la casa, lo primero que notó fue la puerta rota. Un escalofrío recorrió su espalda. Dejó las bolsas en el suelo y corrió adentro, llamando desesperadamente a Fang, Edgar y Loid, pero no recibió respuesta. El silencio que reinaba en la casa solo alimentó su pánico.

"¡Fang! ¡Edgar! ¡Loid!" gritó, su voz resonando por las habitaciones vacías.

Al no encontrar a nadie en la planta baja, decidió revisar el sótano. Bajó las escaleras a toda prisa y, al llegar, se encontró con la puerta cerrada con seguro. Sin perder tiempo, buscó la llave en el llavero que siempre llevaba consigo. Al abrir la puerta, se quedó helado al ver a Loid amarrada en una esquina.

"¡Loid!" exclamó, corriendo hacia ella para desatarla. La niña estaba visiblemente asustada, pero al ver a Lucas, se sintió aliviada.

"¿Qué pasó?" le preguntó mientras la abrazaba para reconfortarla.

"Ellos... se llevaron a Fang y Edgar," dijo Loid, su voz temblando. "Me encerraron aquí para que no pudiera hacer nada."

Lucas sintió una mezcla de rabia y desesperación. No tenía idea de quiénes eran esos hombres ni qué querían con Fang y Edgar, pero sabía que debía actuar rápido. Tenía que encontrarlos antes de que fuera demasiado tarde.

Fang y Edgar fueron secuestrados en la oscuridad de la noche. Los hombres que los capturaron eran implacables, actuando con una precisión fría y calculada. Habían estado siguiendo sus movimientos durante semanas, esperando el momento perfecto para atacar. Y ahora, con Fang en su poder, sabían que tenían algo que el gobierno y el mundo entero desearían ver.