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Las cosas habían vuelto a su normalidad, las tres profesoras tomaron sus respectivas clases, a excepción de Rosé, quien había estado desaparecida luego de que su celo se calmara y entrará en conciencia

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Las cosas habían vuelto a su normalidad, las tres profesoras tomaron sus respectivas clases, a excepción de Rosé, quien había estado desaparecida luego de que su celo se calmara y entrará en conciencia.

Jennie y Lisa estaban muy inquietas ante la desaparición de la omega, pues no contestaba sus mensajes y llamadas, aparte qué la dirección solo les había dicho que la rubia estaría ausente todo una semana por problemas personales.

La más nerviosa era la pelinaranja, quien a pesar de intentar hacer su trabajo en la universidad seguía sintiéndose alerta y aparte muy culpable con todo lo que había sucedido hace unos días.

Quizás el mayor problema en la vida... Es comprender. Pensó con un suspiro.

Se encontraba curando a dos alumnos que se habían lastimado las rodillas en la clase de física, sin embargo, no prestaba atención a la charla de ambos jóvenes. Las imágenes de Rosé y Lisa desnudas y gimiendo le carcomía la cabeza cada segundo que pensaba en lo que paso.

Una mezcla de culpabilidad y ansiedad se acumulo en su pecho, ¿Había hecho mal en meterse con la omega? ¿Rosé la odia y por eso no a respondido sus llamadas?

Necesitaba respuesta o se volvería loca.

Tapó su rostro entre sus manos y gruñó frustrada, dejando a ambos alumnos confundidos pero a la vez preocupados.

—Enfermera Kim ¿Le duele algo? —dijo uno de los chicos.

—No, yo no-...

La puerta de la enfermería se abrió, dejando ver a una sonriente Lalisa con una camiseta deportiva que deja ver sus brazos fuertes y un poco de su abdomen. Su semblante relajado y sereno hacia que el humor de Jennie empeorará.

—Hola~ —sonrió acercándose a Jennie y a los chicos sentados frente a ella mientras la mayor evitaba verla mientras limpiaba la herida—. Vine a ver que mis alumnos no estuvieran saltandose las clases.

Jennie bufó.

—¡Ah, profe Manobal! —dijo uno de los alumnos—. Nosotros no nos estamos saltando las clases, el equipo no puede ganar sin mi.

—Lo sé, ustedes son los mejores. —soltó una risa leve.

—No me lastime demasiado, ¿Podemos seguir jugando hasta el almuerzo?

—Bueno, pero no dejen la pelota tirada cuando terminen.

Jennie levantó su mirada para ver el perfil de Lisa, realmente era atractiva y joven, sus músculos se marcaban en la camiseta y no podía evitar recordar los cuerpos desnudos de ella y Rosé restregándose contra el suyo. Trago grueso y soltó un quejido qué llamó la atención de los tres presentes, pero no dijeron nada.

—E-Enfermera Jennie... Adiós

La alfa pelinaranja asintió en forma de despedida hacia los alumnos e intentando no sonrojarse.

ayudame ↬ jenlichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora