A pesar de que la habitación no tenía más iluminación que la luz de luna que se colaba por el enorme ventanal y la que se filtraba a través de la puerta, Bae JooHyun pudo percatarse claramente de lo que estaba sucediendo dentro de ella.
Había ropa esparcida por el piso alfombrado, que iba desde la puerta hasta la orilla de la enorme y desordenada cama, en donde dos amantes estaban teniendo sexo, uno de ellos era claramente ese secretario y él otro era su futuro Alfa.
Kim TaeHyung estaba sentado a horcajadas sobre Min YoonGi, vestido únicamente con una larga camisa blanca que cubría su torso y parte de sus muslos.
Sus labios estaban hinchados, como clara muestra de que había sido besado fervientemente por mucho tiempo, además, aún mantenía dentro su boca ligeramente abierta los gruesos dedos del Alfa, que intentaban acallar los gemidos obscenos que el Omega liberaba.
Un rayo de luz se posaba sobre él, revelando un rostro sudoroso y con mejillas rojizas, sus ojos estaban fuertemente cerrados, pero eso no impedía que las lágrimas de placer se deslizaran por sus pómulos hasta su barbilla donde se mezclaban con la saliva que escurría de las comisuras de sus labios mientras dejaba salir pequeños gemidos lascivos, los cuales se escuchaban más entrecortados debido a los dedos que seguían dentro de su boca y se unían al sonido de chapoteo que se escuchaba mientras hacía rodar sus caderas lentamente, follándose a sí mismo.
Toda la larga extensión de sus piernas estaba llena de chupetones y mordeduras frescas, también había infinidad de marcas rojizas y moradas en todo el contorno de su largo cuello y en sus muñecas se veían delgadas líneas rojizas, y en su mano izquierda aún estaba envuelta una cinta blanca, que seguramente era la que había dejado esas marcas.
Entonces, aquellos ojos plateados se abrieron lentamente y el Omega dirigió su mirada hacia Bae JooHyun, quien se había quedado de pie en la puerta completamente congelada, Kim TaeHyung le dedicó lo que parecía una sonrisa burlona al mismo tiempo que movía su lengua para lamer los dedos que follaban su boca, para después empezar a moverse más descaradamente, subiendo y bajando su cuerpo, montando eróticamente al hombre que tenía debajo.
Las manos de Kim TaeHyung se posaron en el pecho expuesto del Alfa, y empezó a deslizarlas por todo su pecho expuesto logrando que el Alfa emitiera pequeños gruñidos de satisfacción cuando pellizcaba sus pezones y cuando estuvo contento de manosear posesivamente aquella hermosa piel sudorosa, colocó las palmas de sus manos en esos duros pectorales, apoyándose con seguridad mientras bajaba y subía su cuerpo para poder autopenetrarse con un ritmo más rápido.
El Omega echó su cabeza hacia atrás haciendo que los dedos de Min YoonGi salieran de su boca y gritó de placer cuando el alfa empujó sus caderas hacia arriba, enterrándose tan profundamente en su interior, rozando su próstata con una fuerte y certera estocada que hizo temblar todo su cuerpo.
Kim TaeHyung jadeó desvergonzadamente mientras volvía a inclinarse hacia adelante y levantaba sus caderas, dejando que solo la dura y enrojecida punta del pene de Min YoonGi estuviera dentro de él.
Su mirada traviesa nunca abandonó a la otra Omega mientras gesticulaba lentamente Él es mi Alfa.
—YoonGi~ —,gimió Kim TaeHyung de repente dejando caer su cuerpo para tomar toda la erección de Alfa, haciendo que el sonido de piel chocando contra piel retumbara de forma lasciva dentro de la habitación —Yoonie~ ahh, joder, eres tan grande —, soltó un gemido entrecortado cuando las manos de Min YoonGi se apretaron alrededor de su cintura —¿Se siente bien...— preguntó, mirando fijamente aquellos ojos dorados —... estar dentro de mí?
—Demasiado. —, afirmó el Alfa con la voz ronca por la excitación.
Kim TaeHyung sonrió, después, sus labios formaron en una pequeña 'O' cuando Min YoonGi volvió a embestirlo fuertemente. —Por favor —, suplicó con voz seductora mientras empezaba a moverse de nuevo —Anúdame, Alfa~
Min YoonGi gruñó cuando Kim TaeHyung dejó caer su cuerpo de golpe, tomándolo hasta la empuñadura, entonces, levantó su espalda de la cama —sin salir un solo centímetro del cálido interior que envolvía su erección— y alcanzó la boca de Kim TaeHyung, dándole una ligera mordida a su labio superior mientras sus manos recorrieron todo su cuerpo por encima de la camisa.
Aquellos ojos dorados no podían ocultar el hambre y deseo que Min YoonGi tenía por tocar cada parte del delicado hombre que estaba sobre él, sus manos se deslizaron lentamente por su torso hasta llegar a sus caderas, donde se apretaron fuertemente para sostener al Omega y hacer que lo montara más rápido mientras tiraba ligeramente de la tela para que los chupetones de su cuello se mostraran en todo su esplendor.
—Te amo tanto Kim TaeHyung, mi Omega perfecto —murmuró el Alfa abandonando sus labios para dirigirse a donde estaba su glándula de olor.
Min YoonGi sacó su lengua para lamer esa delicada parte, trazando la marca de reclamo que manchaba su piel y que él mismo había dejado —una prueba de que este hermoso hombre era suyo— saboreando el sabor salado de su sudor y deleitándose del seductor aroma que el Omega liberaba, como una clara evidencia de que estaba disfrutando lo que el Alfa le estaba haciendo.
Kim TaeHyung gimió más fuerte cuando sintió los dientes de Min YoonGi clavándose de nuevo en su sensible piel, adoraba que su Alfa hiciera eso, que lo reclamara como suyo una y otra vez, eso siempre lo hacía alcanzar su alucinante orgasmo.
—Alfa~ ¡¡dame otro bebé!!—, gritó Kim TaeHyung mientras se corría fuertemente con el nombre de Min YoonGi entre sus labios, enterrando sus dedos en la espalda del Alfa.
Min YoonGi gruñó de excitación al escuchar a su Omega pidiéndole otro bebé, sumado a la forma en que sus cálidas paredes lo mordían fuertemente a causa de los pequeños espasmos producidos por el orgasmo de Kim TaeHyung, el Alfa siempre disfrutaba hacer que su Omega se corriera primero, la deliciosa forma en que apretaba su pene mientras se corría no podía ser descrita con palabras.
—Le daré a mi Omega lo que me pidió—, murmuró Min YoonGi, aunque sabía que Kim TaeHyung seguía perdido en su orgasmo, sus manos se apretaron más fuerte en las caderas del Omega y lo bajó de golpe contra su cuerpo, enterrando su nudo tan profundamente como era posible y eyaculando inmediatamente después.
Kim TaeHyung gritó de éxtasis al sentir como el nudo de su Alfa crecía dentro de él, instalándose en su vientre y llenando su interior de su cálida semilla.
Después de lo que pareció una eternidad, perdido en la sensación placentera que le dio su orgasmo, Kim TaeHyung ronroneó satisfecho al estar unido a su Alfa y, finalmente, levantó su vista perezosamente mirando hacia adelante sobre el hombro de Min YoonGi, tal como había pensado; Bae JooHyun seguía de pie en la puerta, completamente inmóvil.
El Omega agitó su mano, despidiéndola, mientras gesticulaba ¿Te importaría irte? Estamos ocupados.
Bae JooHyun salió de su estupor al ver que Kim TaeHyung le dedicaba una sonrisa llena de malicia antes de bajar su rostro para lamer el cuello del Alfa —el cual también tenía una profunda marca de reclamo—, sin apartar su mirada fija en ella.
La Omega se dio la vuelta y se marchó del Penthouse tan silenciosamente como había llegado.
Se maldijo internamente por ser tan estúpida y no darse cuenta de que Kim TaeHyung era quien había recibido y contestado sus mensajes, por supuesto, era bastante sospechoso que Min YoonGi le dijera JooHyun y le mandara mensajes tan descarados.
Todo el tiempo ese maldito Omega estuvo burlándose de ella.
—Bien —, dijo Bae JooHyun sacando su celular para marcar un número.
Ella no quería hacer las cosas de esta manera, quería conquistar al Alfa de forma correcta, pero al final de todo esta sociedad estaba gobernada por las clases sociales y no iba a perder contra un simple secretario.
Kim TaeHyung podría haber sido quien inició este juego, pero ella le pondrá fin y ganará.
ESTÁS LEYENDO
Él es mi Alfa ✧ YoonTae
FanfictionDesde el momento en que Bae JooHyun se fijó en el alfa Min YoonGi, su mente comenzó a trazar un futuro a su lado. Sin embargo, casarse con él no será tan fácil como pensaba y para que todo salga como lo había planeado, primero tiene que hacer que Ki...