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Ola olaaaa  cara de bola. 

Subiendo capítulo nuevo después de un tiempo, espero les guste, muchas gracias a las personitas que me han dado su apoyo, me ayudan a querer seguir compartiendo lo que escribo <3. 

Hoy es 1 de septiembre, nos vemos en Hogwarts!

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James miró incrédulo al pelinegro desaparecer, su beso había sido tratado como una notita de post-it sobre una pizarra, pero no era momento, posiblemente hablarían después, así que se dirigió al piso de abajo.

El gran comedor de madera estaba adornado de vajilla cara, cristalería delicada y comensales bien presentados, mientras más cerca estuvieras de Walburga más impórtate eras en esa fiesta; por supuesto, Regulus estaba a su lado, y Sirius hasta el fondo junto con Remus y James, ahí podían hablar de lo que fuese y no ser juzgados, eran los últimos de la mesa, era lo equivalente a ser invisibles, casi como la mesa de niños. Por alguna razón estas comidas duraban demasiado, con varios tiempos, muchos cubiertos, porciones pequeñas y alimentos preparados de formas extrañas en vez de solo estar hervidos, el peor plato fueron los caracoles, ninguno se metió ni una sola porción.

Sirius hacía gesticulaciones y se burlaba de las charlas hasta que una copa tintineo y robo la atención de todos, Walburga se levantó.

-Me alegro mucho de que todos nos acompañen esta noche tan especial, como siempre me llena de felicidad su presencia en la casa Black como es costumbre, aunque sin duda alguna y como lo han notado es mi hijo el que se ha llevado el espectáculo de la noche con sus melodías en piano, Arcturus cada vez es más talentoso...

-¿Se llama Arcturus?-James le pregunto Sirius

-Si al parecer nuestros padres depositaron su odio a su relación sobre nuestros nombres- se burló y volvieron a poner atención al discurso

-Por eso mismo quiero dar este brindis a mi hijo, y su progreso en la música, y este nuevo comienzo que tendrá en su nueva oferta de intercambio en Grecia- este tomo por sorpresa a James- Por Regulus, que no solo es un grandioso hijo del que estoy orgullosa y hace renombre a la familia, sino que cada día se supera, ¡Por el músico de la familia!

Todos alzaron sus copas y brindaron, algunos felicitando al pelinegro que a decir verdad se veía que forzaba una sonrisa, James lo miro entre los invitados y capto la atención de Regulus quien lo miro, sabiendo que James quería respuestas. Sus miradas se perdieron debido a los invitados que se levantaron a felicitar a Regulus y que James noto a Sirius levantándose y Remus detrás de él.

-Esperen- James salió detrás del dúo, pero los perdió de vista, james siempre se perdía en esta casa, casi entra en pánico cuando Regulus llego corriendo detrás de él. 

-¿Por qué Sirius se fue? ¿Dónde está?- Se veía preocupado

-No lo sé, Remus fue tras de él y luego los perdí- James hablo torpemente aún seguía con la sensación del beso en el balcón, pero Regulus parecía centrado en Sirius

-Mierda- Regulus maldijo y comenzó a caminar

-Espérame- James, camino detrás de Regulus, era obvio que estaba frustrado por su cara fruncida y la preocupación con la que buscaba a su hermano.

Siempre había sido así, Regulus jamás deseaba esto, jamás quiso ser al que ponían en el podio mientras Sirius estaba diez metros bajo tierra y estaba seguro de que Sirius jamás entendía que su hermano menor solo cuidaba de él, esforzándose el doble para que el pelinegro de cabello largo pudiera ser tan desastroso como se le diera la gana. Al final encontraron a Remus con Sirius en el jardín, cerca de una fuente rodeada de rosales.

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⏰ Última actualización: Oct 30 ⏰

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