'tis the damn season - majos/juantin

3. Despedidas

Hace 5 años...

Juanjo había recibido un mensaje esa misma mañana de Martin:
"Juanjo, no vengas hoy a por mi a la uni, esta tarde me pasaré yo por tu piso. Necesito hablar contigo."

El maño empezó a preocuparse bastante, ¿que podría haber pasado?. Martin y él llevaban 8 meses juntos, y todo estaba yendo genial, no entendía porque el pequeño le había dicho que quería hablar con él con tanta seriedad.

Estuvo todo el día andando por su salón de arriba a abajo, con los nervios a flor de piel.

Finalmente a las 7 de la tarde Martin apareció por su casa, Juanjo abrió la puerta. Al otro lado se encontró al vasco con la mirada perdida, visiblemente ofuscado. Entró cogiendo a Juanjo de la mano para sentarse los dos en el sofá.

— Cariño ¿qué pasa?, ¿estás bien? — le dijo el mayor con preocupación en su voz.

— Sí, sí, es solo que... — se quedó callado, no sabía como seguir, se le atragantaban las palabras y sentía un nudo en su garganta.

— Martin, sea lo que sea me lo puedes decir, lo solucionaremos juntos, como hemos hecho siempre — le dijo Juanjo cogiéndole la mano para tranquilizarle.

— En la compañía de teatro en la que estoy están muy contentos conmigo, cada vez me dan más papeles principales y siempre han elogiado mucho mi talento. — empezó a hablar Martin con urgencia — Bueno, pues ayer la directora habló conmigo y me dijo que había sido seleccionado para un proyecto musical de mayor envergadura a lo que suelo hacer normalmente.

— ¿QUÉ? Martin, eso es increíble, estoy orgullosisimo de ti — le dijo Juanjo rodeándole con los brazos, pero se dio cuenta que Martin no estaba todo lo eufórico que tendría que estar.

— Sí, es increíble, — dijo el vasco con voz triste mientras notaba las lágrimas empezar a formarse — el trabajo es en los Ángeles Juanjo — soltó de sopetón — es un musical muy grande y muy pocos de la compañía han sido seleccionados para participar.

Juanjo por una vez en su vida se quedó sin palabras, el sentimiento de felicidad que sintió al principio pasó a desvanecerse, teñido de sus propias inseguridades, ¿que pasaría entonces con Martin y él?

— Quería decírtelo, porque mereces saberlo — siguió diciendo Martin — pero no creo que nosotros debamos seguir juntos.

En ese preciso instante Juanjo sintió su corazón partirse en mil pedazos.

— ¿Cómo? Martin escúchame, podemos con una relación a distancia, hemos podido con cosas peores — Juanjo no se podía creer la conversación que estaban teniendo — además, que no te vas para siempre, ¿no?

— El proyecto dura un año — dijo el pequeño.

— Pues ya está, tenemos que intentarlo durante ese año, luego volverás y seguiremos igual que siempre — Juanjo estaba empezando a hablar atropelladamente.

— Amor, la directora me ha dicho que en este tipo de oportunidades quién se va no vuelve, cuando se termine ese trabajo es probable que me seleccionen para otros, y que tenga la oportunidad de seguir creciendo en el mundo de la interpretación, no puedo rechazarlo.

— No, no, claro que no puedes rechazarlo, es tu sueño cariño — le dijo Juanjo con un nudo en la garganta — tienes que ir, pero nosotros podemos intentarlo.

— Es que no quiero intentarlo, estas cosas nunca salen bien — le dijo Martin mientras tomaba su mano — es lo mejor para los dos.

Juanjo apartó su mano delicadamente de la de Martin.