En el año 1954, cerca del pueblo de Grindelwald Suiza, se encuentra un campo donde vive una abuela y May que tiene 15 años...
Es un lugar silencioso y tranquilo, unas vistas hermosas y animales tiernos. Es temporada de verano así que el calor esta por doquier.
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May se encuentra dentro de su habitación, dibujando algunas flores y pájaros que se paran en su ventana hasta que entró su abuela.
-May ¿puedes hacer unas compras por mí?
May voltea la cabeza y mira a su abuela en la entrada de su habitación, da un suspiro y asiente con la cabeza.
-hmph... Bien ¿que necesitas?
-Necesito papas, tomates y zanahoria... Es para la comida de hoy
May lo anota en un papel y toma su bolso tejido. Se acerca a su abuela y su abuela le entrega el dinero. May no se mira muy feliz ya que no le gusta caminar hasta la tienda ya que queda en el pueblo y está cerca pero no tanto. Toma el dinero y su abuela le habla en un tono cariñoso. -Ten cuidado, no me gustaría que te pasara algo.
-Tranquila, abuela. Yo estaré bien.
Le regala una pequeña sonrisa y sale de la casa, camina por un sendero donde alrededor hay flores, es un lugar muy lindo donde la naturaleza es lo que manda. Camina por un puente y mira los peces y reflexiona un poco antes de dar un suspiro y seguir caminando, su vista se dirige hacia el bosque, nunca ha explorado ese lugar y la verdad le causa curiosidad. Va caminando hacia delante y distraída hasta que escucha el sonido de un caballo trotando y cargando una carroza de madera que se acerca hacia ella, pero no puede alcanzar a verlo por la hierba alta hasta que aparece por su mismo sendero. Un chico que se mira de unos 20 años estaba arriba del caballo, tenía un sombrero, vestía con una camisa de cuadros, pantalones vaqueros y unas botas. El chico mira a May y decide hablarle. - ¿Que hace una pequeña dama caminado sola por estos rumbos?
-uh, me dirijo a Grindelwald, Tengo unas compras que hacer allá ¿de dónde vienes tu?
-Vengo de Lucerna, yo me dirijo hacia Lauterbrunnen, pero si quieres puedo llevarte a Grindelwald, tengo tiempo de sobra, lindura. May lo mira y piensa en la oferta y lo mira a los ojos.
-¡Claro! solo no me vuelvas a llamar así por favor y si intentas hacer algo extraño no dudare en golpearte.
Se mira algo intimidado por esa amenaza, pero le sonríe un poco.
-Súbete atrás en la carroza, llevo remolacha y apio, puedes hacerte un espacio.
May se sube a la carroza y empuja las remolachas y apios a un lado para poder sentarse. El caballo empieza a andar y rebota un poco, pero se agarra del borde para no caerse. El chico decide platicar con ella.
- ¿Y cuál es tu nombre, señorita?
-Mi nombre es May.
-hum, un nombre fácil de aprender. Mi nombre es Thomas ¿cuál es tu edad? yo tengo 20 años.
