1 'Tengo un problema.'

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20 de Agosto, 2023
9:41 p.m.


—Entonces, ¿ya tienes todo listo para mañana? Tu tía me comentó que para tu prima fue bastante difícil los dos últimos semestres —preguntó mi mamá, mientras girábamos en la esquina de la calle, el sol comenzando a ocultarse en el horizonte.

—Sí, desde la tarde tengo todo guardado en la mochila —respondí, tratando de sonar más seguro de lo que realmente me sentía. La verdad es que mi mente estaba a mil por hora, recordando lo que había pasado un mes atrás. La imagen de aquel accidente seguía rondando mis pensamientos como una sombra persistente.

—Entonces espero que saques puras buenas notas. Hazme sentir orgullosa del gran hijo que tengo y demuéstrame que realmente no debo preocuparme por cómo te vaya en la escuela —dijo mamá alegremente, su voz llena de aliento.

—No te preocupes por eso, mamá. Prometo ser el mejor de mi clase este semestre —dibujé en mi rostro una sonrisa dirigida hacia ella, a pesar de la presión que sentía. Seguía siendo una madre atenta, la mejor del mundo.

Entramos al edificio donde vivíamos, saludando al portero con un gesto amistoso. Subimos las escaleras debido a un problema con los ascensores. Al pasar frente al departamento donde ocurrió el accidente, sentí un escalofrío recorrerme. No podía evitarlo; la imagen de aquella caída seguía atrapada en mi mente como una pesadilla recurrente. Mi madre notó mi cambio de expresión.

—¿Estás bien, Mingo? —preguntó con preocupación, deteniéndose un momento y mirándome a los ojos.

—Sí, solo estoy un poco cansado —dije rápidamente, intentando cambiar de tema, pero su mirada me decía que no estaba convencida.

Cuando llegamos a casa, me preparé para dormir temprano. Mañana sería un día largo y tenía que levantarme para hacer mi rutina y preparar el almuerzo para llevar a la preparatoria. Después de cenar, me metí en mi habitación y me entretuve viendo la televisión un rato, y al poco tiempo, caí dormido.

21 de Agosto, 2023
8:23 a.m.


Me desperté temprano y comencé con mis actividades: una ducha rápida para despejarme, un desayuno ligero y un repaso por mis libros. Luego de todo eso, me senté en el suelo con Datto, mi conejito, frente a mí.

—Hola, pequeño —le dije mientras le daba su comida—. Hoy vuelvo nuevamente a la escuela. Espero que este semestre no sea tan pesado como el anterior.

Mientras alimentaba a Datto, no podía dejar de pensar en cuán poco había estado durmiendo desde aquel accidente del 19 de septiembre. La imagen de aquella persona cayendo seguía atormentándome.

—A veces siento que no puedo dejar de pensar en eso —continué hablándole con voz suave—. Aunque sé que no pude ayudar a esa persona, me sigo sintiendo culpable por no haber hecho algo. Eran solo 13 metros de distancia; pude haberla jalado para que no se lanzara... —Agaché la cabeza, frotándome la frente con algo de sueño acumulado.

—Espero que esa persona se encuentre bien donde esté; no volví a saber nada del hospital cuando se la llevaron... —acomodé mi cabello hacia atrás en un intento por despejar mi mente—. Da igual; espero que haya sobrevivido. Así podré dormir tranquilo y concentrarme en mis estudios.

Acaricié suavemente a Datto, tomándolo con ambas manos y colocándolo nuevamente en su jaula.

—Nos vemos después, amigo —dije antes de salir por la puerta, sintiendo una mezcla de nerviosismo y determinación burbujear dentro de mí mientras me dirigía hacia lo desconocido del nuevo semestre escolar.

12:30 p.m.
Mediodía.

Salí de casa rumbo a la preparatoria. Solo me hacían falta dos semestres para cerrar este capítulo de mi vida. El camino hacia la escuela era familiar y cómodo, pero hoy había una sensación extraña en el aire que no podía ignorar.

Caminé con tranquilidad; era un buen día. El cielo estaba nublado, la temperatura era baja, más bien agradable. No había tráfico, así que pude cruzar la calle sin necesidad de mirar a ambos lados. Así que llegué rápido a la entrada de la preparatoria.

Al llegar, me topé con una figura familiar: una persona con yesos en los pies y brazos, que usaba muletas. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al verla; me quedé paralizado por un momento, incapaz de moverme o articular palabra.

Más pronto que tarde, me apuré en entrar; debía llegar a mi salón de clases. Mis amigos me esperaban después de tanto tiempo, y recientemente había sido el cumpleaños de Jasper. Así que al menos debía felicitarlo, aunque fuese un poco tarde.

3:40 pm.
Tarde del Lunes.

Las primeras tres clases habían terminado y era hora del almuerzo. En la cafetería estaba conversando con Jasper y otra compañera sobre nuestras vacaciones.

—Yo fui a visitar a una tía; hacía tiempo que no la veía y recientemente se había caído —dijo Jasper con entusiasmo—. La cuidé durante ese tiempo y, aunque nunca fuimos muy cercanos, fue lindo pasar ese tiempo con ella.

—¡Eso suena genial! —exclamó nuestra compañera—. Yo fui a la playa; aprovechamos el tiempo y mi familia y yo nos dimos una buena bronceada —dijo ella, levantando los hombros con alegría.

—Se nota, pareces un pan tostado —bromeó Jasper en tono burlón.

—¿Quieres morir, Jasper? —preguntó mi amiga apuntándole con su tenedor mientras ambos reían.

Estábamos riendo cuando escuché el sonido familiar de unas muletas detrás de mí. Nuevamente sentí ese escalofrío helado recorrerme; esta vez no era solo un recordatorio del pasado, sino un golpe directo al presente que me dejó sin aliento.

Me giré lentamente y allí estaba ella: una chica con una sudadera grande y uniforme deportivo. Su cabello suelto caía desordenadamente sobre su rostro mientras intentaba mantenerse erguida con las muletas. En ese instante, reviví el trauma del supuesto suicidio; cada recuerdo se agolpó en mi mente como un tsunami imparable que arrastraba todo a su paso.

No sabía qué hacer ni qué decir; solo podía observarla mientras los murmullos alrededor se desvanecían en un silencio ensordecedor. Estaba atrapado entre el pasado y el presente, sin poder dar ni un paso más hacia adelante.

Hasta ahora nunca quise aceptar que tenía un problema relacionado con esa noche fatídica, pero ahora veo por qué... si estos escalofríos me invaden cada vez que pienso en eso, entonces... ¡Esa chica es la de aquella noche!

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⏰ Última actualización: Aug 09 ⏰

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