Go away ~ PavelPooh/PoohPavel

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"Your beauty never ever scared me
Mary on a, Mary on a cross..."

Su nombre era Pooh Krittin Kitjaruwannakul, un hermoso chico de cabello largo hasta los hombros de un bello color negro, tenía unos pequeños ojos cafés que miraban todo siempre con curiosidad. Su hobbie favorito era sentarse al borde de su ventana y mirar a través de ella hasta que el sol se ocultara mientras tocaba su guitarra o leía uno de los viejos libros que encontraba en la biblioteca de su padre.

Tenía una vida feliz, era el menor de cuatro hijos y sus padres lo amaban demasiado al igual que sus hermanos, y aunque no tuviera muchos amigos se conformaba con la verdadera amistad que recibía de los pocos que siempre le acompañaban en las buenas y en las malas.

Pooh Krittin acababa de cumplir 17 años mientras que en una noche de verano, cuando se encontraba solo en casa...alguien ingresó a su hogar por la ventana de la cocina que en un olvido había sido dejada abierta.

El joven se encontraba recostado sobre su cama con unos audífonos negros en sus orejas escuchando una canción de su grupo favorito Guns N' Roses, sin notar que alguien se encontraba paseando por los largos pasillos de la oscura casa.

Eran alrededor de las doce de la noche cuando su familia volvió a casa de la fiesta a la cual habían asistido, el primero en darse cuenta que algo extraño había sucedido fue su padre, que inmediatamente mandó a sus hermanos a buscarlo. Y fue ahí cuando dos de ellos llegaron a la habitación del menor, donde presenciaron una escena que jamás se borraría de sus memorias.

Pooh Krittin murió el 31 de Octubre del 2012 con una marca de soga alrededor de su cuello y con 20 puñaladas en su torso. Su muerte fue devastadora para la familia, tanto que llegaron al punto de mudarse y vender la casa que amaban con la única finalidad de superar la muerte del menor de la familia, buscando olvidarse de ese fatídico día.

Doce años después, la casa grande y amarilla de la esquina fue vendida a una pequeña familia de cuatro integrantes.

Durante todo ese tiempo nadie había logrado quedarse en aquel lugar por más de un mes. Por las calles se rumoreaba que las familias anteriores que habían tratado de establecerse en la ciudad y de vivir en aquella hermosa y grande casa, no habían logrado soportar los extraños sucesos que aparentemente sucedían durante las noches y madrugadas en su interior.

Muchos decían que era el alma en pena del joven Krittin, que hace doce años atrás había sido brutalmente asesinado en la comodidad de su habitación, pero esos eran rumores, simples rumores que la familia Promphaophan estaba dispuesta a ignorar.

— Papá, esta casa es realmente hermosa —habló el mayor de los hermanos, Nut—.

— Lo sé hijo —el hombre palmeó la espalda del joven—. Lo mejor es que la encontré a muy bajo precio.

— Supongo que por todos los rumores que han estado murmurando por allí —esta vez fue el turno de hablar del hijo del medio, Pavel—.

— ¿Qué rumores? —Benz, el hijo menor dejó una de las cajas de mudanza a un lado y se acercó a su familia—.

— ¿No los has oído? —Pavel cruzó miradas con Nut y ambos sonrieron de manera burlona antes de girarse hacia su hermano menor—. Dicen que esta casa está embrujada.

— Que hace muchos años un joven murió asesinado aquí y ahora es un alma en pena que no quiere abandonar esta casa.

— ¿Es eso cierto? —el menor miró a su padre asustado—. Papá, dime que no es cierto.

— Ignora a tus hermanos —rodó los ojos—. Y ustedes dos, dejen de fastidiar a Benz.

— Bien —se quejó Nut—. Era solo una broma.