La familia Dagger estaba compuesta por cuatro miembros.
El padre era William Dagger, un alcohólico psicótico y violento que en su juventud se había involucrado en asuntos turbios y ahora vivía una mala vida con una mujer a la que odiaba. La madre era Mary Dagger, cuyo apellido de soltera no recuerdo. Era una mujer de mediana edad que se había casado por dinero y por haber salido embarazada por accidente. Ambos se detestaban y se culpaban el uno al otro de haberse arruinado la vida.
El hijo mayor se llamaba Isaac Dagger, un niño callado y tranquilo que rara vez se metía en problemas o peleas. Nunca salía de casa a pesar de que sus padres siempre estuvieran peleando y maltratándolo, para él, aquello era normal y no le molestaba. Los amaba a ambos.
Y por último, el hijo menor. Jonathan Dagger, apodado Johnny de cariño. Era un niño que al contrario de su hermano era de carácter fuerte y energético, era bastante sociable y nunca estaba en casa, mucho menos en la escuela, de la cual se escapaba para ir a jugar al parque. Johnny le tenía miedo a sus padres, debido a que siempre le golpeaban y maltrataban, y también le tenía algo de resentimiento a su hermano, ya que nunca salía a jugar con él.
El dinero y el amor siempre faltaban, pero sobraba el dolor, los insultos y la miseria.
Aquella familia vivía en los suburbios de una enorme ciudad, en una nación en la cual escaceaba el trabajo, abundaba el crímen y cada día desaparecía o moría más y más gente en los conflictos armados entre bandas criminales, a veces las cosas se ponían realmente feas cuando las organizaciones más grandes disputaban entre ellas, lo que resultaba en conflictos a gran escala de una ciudad entera contra otra. Un infierno.
Sin embargo, William mantenía segura a su familia del infierno exterior, a cambio de torturarlos en su pequeño infierno personal.
Hasta que un día, William decidió que había tenido suficiente.
— ¡Nunca traes nada para comer, vago hijo de puta! ¡Tus hijos visten como vagabundos mientras tú solo compras esa porquería de whisky barato! ¡No debí casarme contigo, no debí dejarme preñar de ti, cerdo mal nacido! ¡Debí abortar a esa pequeña basura cuando pude! Pero nooo, creí que cuando te diera un hijo, cambiarías, que me darías el dinero que tanto presumiste hace diez años, pero vaya que eres idiota, ¡Lograste gastartelo todo en putas y alcohol! Miserable de mierda.
En ese momento, Isaac estaba en su habitación, había cerrado la puerta con seguro, aunque el seguro era inútil y solo brindaba una falsa sensación de seguridad ya que la puerta era fácil de abrir con un empujón, William la había derribado en una ocasión solo para poder aventarle a Isaac una botella de whisky vacía. Isaac había cumplido 11 años el día anterior, el 14 de noviembre, pero nadie lo había recordado y ahora solo jugaba con unas piedritas que había recogido de regreso de la escuela. Los gritos de su madre se escuchaban con más claridad de la que le gustaba. Johnny tenía 9 años, los había cumplido en agosto, y según recordaba, sus "amigos del callejón" le regalaron una navaja de hoja retractil, la cual escondía debajo de su almohada en todo momento.
— ¿Quieres dinerrro? ¿Por qué no vas a vender essse cuerpo de zzzorra que tienes? Me das... ¡asco!. -gruñó William, arrastrando algunas palabras.
— Claro, eso es lo que voy a hacer. Tal vez encuentre un hombre de verdad y no vuelva a este basurero.
— ¡¿Qué dices?! Tú no vas a ningún lado. Te necesito parrra que cuides a tus bastardos.
— ¡¿Mis bastardos?! ¿Ahora resulta que crees que no son tuyos? Si el mayor se ve idéntico a ti, es igual de inútil.
— ¿Qué hay de el otro? Ese no es mío, se parrrece más a ti. ¿En dónde está? Ssse la pasa en la calle, igual que tú, sucia ramera.
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Death Row - [Guerra Sin Cuartel]
Misteri / Thriller"Papá y mamá no estarán contigo por siempre, algún día nos iremos y tendrás que enfrentar el mundo sin nosotros." ¿Quién no ha escuchado estas palabras alguna vez en su vida? para algunos, son palabras que tardan demasiado en cumplirse de forma lite...