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Sparta salió de la biblioteca con la mente aún agitada. La conversación con Raptor le había proporcionado un alivio momentáneo, pero sus problemas familiares y el secreto de sus sentimientos seguían pesando sobre él. Aunque la tarde había sido un poco más clara, la nube de incertidumbre seguía oscureciendo su horizonte personal.

A medida que caminaba hacia la salida de la escuela, el crepúsculo comenzaba a pintar el cielo de tonos anaranjados y rosados, creando un contraste hermoso pero melancólico. Sparta se dirigió hacia el área de descanso, buscando un lugar donde pudiera estar solo por un momento, lejos de las miradas curiosas de otros estudiantes. Allí, bajo un gran roble, se sentó en una banca y sacó su teléfono para revisar los mensajes.

La intrincada red de emociones que rodeaba su vida se sentía abrumadora, y se preguntaba si alguna vez encontraría un equilibrio.

La noche llegó con una calma inquietante. Sparta fue a casa, donde la atmósfera estaba cargada de tensiones no expresadas. La conversación con Victor, aunque incómoda, era algo que necesitaba abordar. Se encontró con su hermano en la cocina, quien parecía estar esperando el momento adecuado para hablar.

—Sparta, ¿puedes venir un momento? —dijo Victor con una voz que intentaba sonar tranquila, pero que estaba cargada de tensión.

Sparta asintió y se dirigió a la cocina, donde encontró a Victor de pie junto a la mesa, rodeado de papeles y documentos que parecían ser parte de su intento por arreglar las cosas.

—¿Qué pasa, Victor? —preguntó Sparta, tratando de mantener su tono neutral a pesar de la tristeza y decepción que sentía.

Victor suspiró y tomó un profundo respiro antes de comenzar. —Sparta, sé que no he sido el mejor hermano últimamente, y entiendo que estás decepcionado. Lo que pasó con Acentix y May ha sido una enorme falta de respeto, y lamento profundamente cómo te ha afectado todo esto.

Sparta se cruzó de brazos, sintiendo una mezcla de enojo y tristeza. —No solo ha afectado a May. Crees que puedes simpemente jugar con los sentimientos de la personas? ¿Cómo puedes esperar que todo vuelva a la normalidad después de lo que hiciste?

Victor se pasó una mano por el cabello, visiblemente angustiado. —Sé que lo que hice fue imperdonable, pero estoy intentando arreglar las cosas. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para enmendarlo. Solo quiero que sepas que estoy tratando de hacer lo correcto.

—¿Y qué pasa con May? ¿Crees que puede perdonarte? Ademas a mi no me tienes que pedir perdon, sino a May —preguntó Sparta, con un tono de voz que reflejaba su propia incertidumbre sobre la situación.

Victor asintió lentamente. —No lo sé. May está enojado y dolido, y entiendo por qué. Pero estoy dispuesto a hacer todo lo posible para mostrarle que estoy arrepentido y que quiero arreglar las cosas, incluso si eso significa que tendrá que llevar tiempo. Sparta se que es dificil pero confia en mi hermano.

Sparta se quedó en silencio por un momento, considerando las palabras de su hermano. Aunque entendía el esfuerzo que Victor estaba haciendo, no estaba seguro de si podía olvidar la traición y el daño causado.

—No sé si puedo confiar en ti ahora mismo, Victor. La situación es complicada, y no sé cómo arreglar todo esto. Lo único que puedo decirte es que necesito tiempo para procesarlo y decidir qué hacer.

Victor lo miró con tristeza y asentió. — Sparta, no te preocupes demaciado por eso, en si es mi problema, realmente me pone mal verte asi, se que le tienes mucho cariño a Mayo, pero solucionare todo esto, quiero que cuentes conmigo, aunque se que por ahora estas enojado conmigo.

Sparta asintió con una mezcla de tristeza y resignación. —Lo consideraré. Por ahora, necesito tiempo para pensar y encontrar una forma de seguir adelante.

Con eso, Sparta se alejó de la cocina y se dirigió a su habitación. La conversación con Victor había sido difícil y emocionalmente agotadora. Aunque había obtenido algunas respuestas, no había solucionado el conflicto interior que sentía.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, encontró un nuevo sobre en su escritorio. Era una de las cartas que iba a entregar mañana a Raptor. Mientras se recostaba en su cama, pensó en cómo sus sentimientos hacia Raptor y sus problemas personales estaban entrelazados, y cómo necesitaba encontrar una manera de reconciliar ambos aspectos de su vida.

Con el pensamiento de las cartas y el apoyo de Raptor en su mente, Sparta cerró los ojos y se preparó para enfrentar el nuevo día. Aunque el camino hacia la resolución estaba lleno de desafíos y emociones conflictivas, estaba decidido a seguir adelante, buscando claridad y comprensión en medio de las sombras del pasado.

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