Capítulo 2 | Volviendo Al Pasado |

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Estaba en el carro de Mauro, estaba sentada en el asiento del copiloto mientras leía un libro. Mi hermano estaba comprando algunos dulces y frituras en el mini super, había decidido no ir, aún me sentía rara estando otra vez en Argentina.

Luego de un rato llegó Mauro y se subió al carro y dejó las bolsas en la parte de atras, pero me dio una a mi, donde venían mis dulces favoritos —¿Cómo sabés cuáles me gustan?— pregunte sorprendida, escuchando una risa de parte de mi hermano mientras este encendía el carro y comenzaba a manejar —Soy tu hermano, tarada, además, ¿quién creés qué te mandaba esos dulces a México?— pregunto con una sonrisa, haciendo que yo también sonriera.

—Fua, ¿en serio eras vos?— pregunte riendo —Seh, era yo, nadie más que nuestros papás y yo sabemos que es lo que te gusta, así que deja de hablar y cometelos o mi los como yo— dijo tratando de quitarme la bolsa, haciendo que me riera y la apartar.

—¡para, gil, son míos! — le dije mientras le daba un manotazo, haciendo que saliera una queja mezclada con una risa de su boca.

El resto del viaje se basó en risas, bromas, chistes malos y un sinfín de cosas más. Al parecer no iba a ser un infierno después de todo, pero aún me faltaba conocer a la novia de mi hermano, cosa que me ponía un tanto nerviosa, pero Mauro me hacia olvidarme de esos nervios cuando comenzaba a joderme. Se sentía como si nunca me había separado de él.


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Habíamos llegado por fin al departamento de Mauro. Me baje del carro y comencé a mirar a mi alrededor, comenzando a llenar mi mente de recuerdos de cuando era niña, todos y cada uno de ellos viajaban por mi mente mientras miraba la ciudad, siempre disfrutaba pasar por esas calles de niña, pero ahora ya no era una niña...era toda una adolescente, casi una adulta...

—May, ¿estás bien? Te veo como con ganas de llorar— escuche a Mauro detrás de mi, haciendo que saliera de mis pensamientos y asintiendo, luego me dirigí hacia el maletero y comencé a sacar mis maletas.

Una vez fuera todas mis maletas mi hermano melabiosr a llevar algunas. Mientras más nos acercabamos a la puerta de su departamento, más nerviosa me ponía, era la primera vez que vería a su novia y no sabía si le caería bien, o si ella me caería bien. Había visto a Emilia en la televisión y parecía buena persona, pero como dicen; no hay que juzgar un libro por su portada.

Mauro sacó sus llaves y rápidamente abrió la puerta, haciéndose a un lado para que yo entrara primero. Entre al departamento y deje mis maletas en la sala, viendo que había decoración y un pequeño cartel que decía "¡Bienvenida Drea!", el cual estaba decorado con mis colores favoritos.

Mientras miraba todo, una chica muy linda salió con unos platos de milanesa, haciendo que sonriera al sentir ese olor.

—¡Hey! Llegaron rápido— dijo la chica con una sonrisa mientras dejaba los platos en el comedor para luego ir a abrazarme —Soy Emilia, Mauro me habló mucho de vos— Emilia se separó para verme, sin borrar su sonrisa, haciendo que yo sonriera aun más.

—Un gusto Emi, me alegra por fin conocerte, Mauro me habló mucho de vos cuando veníamos.

—Bueno enana, anda cambiate para que vengas a comer— escuche a Mauro, asentí y me fui a donde me dijeron que iba a ser mi cuarto.

Al abrir la puerta me encontré algo que me dejó con la boca abierta. Mi cuarto era divino, era el cuarto que siempre había querido. Deje salir un chillido de emoción y rápidamente entre al cuarto para luego cambiarme.

ఌ︎ 𝐴 𝐿𝑜𝑣𝑒 𝑺𝒐𝒏𝒈 ఌ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora