Capítulo 4

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Jimin. — Llamó Lenah. Estoy concentrado leyendo el Dagligg Nytt, que subió al foro de su página web recientemente una noticia de última hora. El Dagligg Nytt es el periódico estatal del pueblo, empecé a seguirlos tan pronto estuve seguro de que iba a mudarme aquí, con la idea de informarme si algo pasaba, y al mismo tiempo para familiarizarme con el lugar y sus acontecimientos. Las últimas noticias recientes eran cosas sin importancia; como tormentas de nieve, temperaturas extra bajas, el cierre drástico e inoportuno de la panadería artesanal del matrimonio Olsen, y por último la emoción por la preorganización hacia los Juegos Olímpicos que se realizarán a mediados de año, siendo en 1994 el doce de febrero, hace veinticuatro años, que no se realizaban en este país. Aún no se tiene una fecha anticipada, pero se ha confirmado que comenzarán a preparar los juegos y pronto subirán la lista de invitados para participar. — Jimin. — Entonces, mi atención se ve sumergida ante una nueva publicación, subida hace diez minutos. No tiene vistas, cosa que no es anormal, partiendo de la poca civilización que habita en Geiranger, y un gran porcentaje son ancianos anticuados o personas sin señal, no es de asombrarse que no pasen de las cien vistas en sus publicaciones.

Su título es "El fenómeno de las carnes Exóticas; Delicia que enamora al pueblo."

Lenah se acerca a mí, siento su presencia tibia a mi costado, su brazo tocando el mío, y un mechón oscuro cae sobre mi rostro. Arrugo mi nariz, y sigo leyendo.

"El viernes pasado, el equipo de Dagligg Nytt tuvo el honor de ser invitado por el matrimonio Berg para probar un 'nuevo producto mejorado'. Se trata de carnes de cerdo que han llegado al mercado con un sabor y una textura sensorial rejuvenecidos.

La intensa coloración roja y su jugosidad fueron impresionantes. La carne resultó exquisita, según nos relató el señor Berg, quien reveló que se agotó en cuestión de horas. Varios testigos afirman no poder resistirse a su jugosidad y delicioso sabor.

¿Será este nuevo emprendimiento un rival capaz de superar las ventas de carne porcina del frigorífico aviar de Geiranger? Los invitamos a visitarnos en Geirangervegen 450 y compartir sus impresiones con nosotros."

—Menuda promoción. — Masculla Lenah. — Los malditos tienen algo contra nosotros. — Su voz suena tensa, y creo que está enfadada. Volteo a verla, mirándola desde abajo, ella se sostiene del respaldar de la silla donde estoy, con los brazos estirados, y el torso doblado. Su cabello largo, que recién ahora puedo observar, le llega por debajo de la cintura, es extremadamente lacio y sedoso. Así, sin la cofia, se ve hermosa.

—¿Por qué lo crees? — Le pregunto curioso. La mujer chasquea la lengua, entonces se oye a Alvida maldecir, sentada sobre la silla, observando la noticia en la computadora de ese escritorio.

—Sønner av tispe — Masculla. — Es obvio que intentan jodernos. — Devuelvo mi mirada al foro, realmente no noté ninguna parte de la redacción que pueda parecer como algo personal, siquiera mencionan directamente al frigorífico como una empresa con "mal producto". Creo que las preguntas al final están bien colocadas, para atraer la curiosidad a la gente. Es un buen Marketing, aunque está claro que ni yo ni nadie de calidad sabe cómo manejar eso. Permanezco en silencio mientras observo las demás publicaciones...nada nuevo.

— No es la primera vez que tiran al foro un artículo pasivo-agresivo indirecto hacia el frigorífico. — Dice Anders, entonces. Mi mirada viaja hacia él, ocupado escribiendo algo en el excel. — Ha pasado varias veces. — Lenah vuelve a quejarse y arrastra sus uñas dolorosamente por su cuero cabelludo.

— Malditas escorias.

— ¿Han publicado sobre la carne? — Pregunto. No sabría qué otro tema podrían mencionar, más que el producto que preparamos para la venta. E igual es algo demasiado subjetivo, teniendo en cuenta que el frigorífico se encarga de una "inspección veterinaria excepcional" en la carne antes de aceptar su distribución y venta, si todo cumple con el reglamento, entonces está bien. Estoy seguro de que nadie quiere responder cuando pasan los segundos y no obtengo respuesta, entonces difiero de obtener una. — Me gustaría que me dieras un recorrido por desposte, en cuanto comience. — Le hablo directamente a Lenah, que me observa con sus grandes ojos directamente, el enojo pasando poco a poco. — Si no es molestia.

El Matadero - YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora