Alianza inesperada

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La luz del sol pasando por entre las hojas de los árboles la despertó.

Se estiró, cambió de lado y se dispuso a volver a descansar.

-Vaya, de verdad a ti te encanta dormir…

Esa voz. Jovanna la reconocía bien.

Quizás era su culpa. No debió regresar a la estatua de Silvestre. No debió sentirse cómoda y segura en un lugar. No sé podía permitir tantos errores.

Jovanna se concentró en su molestia y gruñó desde lo más recóndito de su ser.

La muchacha se sorprendió, pero no retrocedió.

Ese gruñido conseguía que hasta los alfas tiemblen de miedo y ahora ni siquiera puede espantar a una chica rara.

-Oye, te propongo un trato- comenzó a decir, sin embargo Jovanna no estaba dispuesta a escucharla y huyó de allí.

Debía acostumbrarse. Escapar de quién considera potencialmente peligroso se convertiría en su día a día si quería sobrevivir, dado que no podía luchar con un lazo de manada roto y un gruñido inservible.

Sin embargo, esta vez no iba a ser tan fácil.

La muchacha voló hasta aparecer justo enfrente de suyo, pero Jovanna no planeaba detenerse en lo absoluto.

Corrió hasta chocar con ella y hacer que se caiga.

A unos solos centímetros de su yugular, se transformó de vuelta en humana.

-Déjame en paz o la próxima vez no seré amable.

Se alejó de ella y empezó a caminar sin rumbo, preguntándose por qué todos los árboles se veían iguales.

¿Cómo era posible que Silvestre pueda crear bosque y engendrar seres con solo unas gotas de sangre, pero no podía poner indicaciones? ¿Acaso era tan complicado colocar un cártel?

-Si sigues yendo hacia el norte, te encontrarás con una manada de osos -. Jovanna se detuvo a escuchar sus palabras.

La híbrida de cuervo tosió y empezó a levantarse.

-Al noreste hay una manada de lobos.

Jovanna sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

No tenía idea si confiar en su información. No tenía idea por qué le estaba hablando. No tenía idea de cómo comportarse frente a otra delta.

-Interesante reacción… Escapaste de tu manada, ¿cierto?

Jovanna ya decidió qué hacer. Escapar otra vez.

-¡¿Acaso lo único que sabes hacer es correr?! ¡Por esta razón duermes todo el día!

Jovanna se volvió a transformar en lobo para perder su rastro.

Corrió hasta que ya no escuchó más los quejidos de la híbrida.

Se encontró con un arroyo y a una liebre tomando agua plácidamente.

Jovanna tenía hambre, pero no era un monstruo. Había una pequeña posibilidad de que ese conejo también sea un híbrido.

Se quedó observando sus movimientos hasta que el ruido de sus tripas pidiendo comida lo ahuyentó.

-Estoy empezando a creer que no me sirves para mi brillante plan…

Esa molesta voz de nuevo. 

Arriba de la rama de un árbol se encontraba la híbrida de cuervo, arreglando sus plumas.

Jovanna la ignoró y tomó un poco de agua del arroyo.

Ahora que estaba descansando, podía pensar mejor.

La chica rara debía ser la cuervo molesta. 

La observó en el reflejo del agua. Alas con plumas negras, complexión pequeña y esos ojos astutos que no se apartaban de ella, quizás con miedo de perderla de vista y que vuelva a escapar.

-¿No vas a preguntar cuál es? - preguntó recibiendo un simple silencio como respuesta. - Bien, te lo diré de todas formas. No muy lejos de aquí, hay un ciervo. Te puedo guiar hacia él, si después de cazarlo me das las sobras.

Jovanna se transformó en humana y se sentó a orillas del arroyo.

-Te puedes quedar con toda la presa y yo con las sobras. No me interesa eso, solo quiero saber dónde está la salida del bosque.

-Te puedo llevar a allí, pero en tu condición dudo que llegues tan lejos… 

-Deja que de eso me encargue yo. Solo marca el camino.

-No sé si eso sonó rudo o estúpido… - dijo, sin embargo hizo lo que pidió. -Por cierto, me llamo Raven.

Raven esperó a que la otra chica también se presente, pero solo recibió una mirada de “qué me importa”.

-¿No tienes nombre?-cuestionó, mientras paraba de caminar.

-Jovanna.

La híbrida de cuervo sonrió y reanudó el camino, sabiendo que la otra se quedó atrás.

-¿Nunca te detienes hasta conseguir lo que quieres? 

-No, nunca, Vanna.

La híbrida de lobo siguió caminando con un sentimiento de contradicción.

En serio quería ser como Raven y conseguir lo que quería, pero la realidad no dejaba de golpearla. Ella era terriblemente consciente de que si terminaba el día viva, sería por pura suerte.

Sin embargo, también estaba ese sentimiento bonito al escuchar su nuevo apodo saliendo de una chica linda que la guiará de vuelta con su familia.

La vida a veces era tan complicada.

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⏰ Última actualización: Aug 09 ⏰

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