𝐕𝐈𝐈

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Yuuji abrió lentamente los ojos, sintiendo una punzada de dolor en su cabeza. Su mente luchaba por aclararse mientras sus ojos se adaptaban a la oscuridad del lugar desconocido en el que se encontraba.

A medida que su visión se aclaraba, Yuuji pudo distinguir los contornos de las paredes y la clara falta de luz que lo rodeaba. Estaba completamente desorientado y confundido, sin recordar cómo había llegado allí. La incertidumbre y el miedo se apoderaron de él inmediatamente.

Yuuji intentó moverse, pero pronto se dio cuenta de que sus pies y manos estaban amarrados. El corazón le latió con fuerza al darse cuenta de que estaba completamente a merced de quienes lo habían capturado. El omega soltó un chillido de frustración y angustia mientras luchaba frenéticamente para soltar el amarre en sus manos. Sus esfuerzos eran en vano, pero no dejaba de intentarlo, sintiendo la impotencia crecer en su interior.

Sus mejillas se enrojecieron por la mezcla de miedo y desesperación que lo embargaban. De pronto, el sonido chirriante de una puerta pesada abriéndose hizo que Yuuji se estremeciera de sorpresa. La luz del exterior que se filtraba a través de la apertura de la puerta cegó momentáneamente su vista, haciendo que entrecerrara los ojos para protegerlos de la intensidad del resplandor. La intensidad de la luz le resultaba abrumadora después de haber permanecido en la completa oscuridad.

Sus sentidos estaban en alerta máxima mientras trataba de adaptarse a la nueva situación. Sus ojos vislumbraron levemente una figura imponente que se acercaba lentamente hacia él. Lentamente, Yuuji logró enfocar su mirada en la figura que se encontraba ahora frente a él. Era un hombre mayor, de aspecto imponente y una mirada llena de deseo. El corazón de Yuuji comenzó a palpitar más rápido mientras sentía un escalofrío recorrer su espina dorsal.

El alfa dominante se deleitaba con el miedo y la excitación que se reflejaban en los ojos de aquel joven y pequeño omega. Su figura imponente y su mirada llena de deseo eran una declaración clara de su poder y dominio. Lentamente, se acercó más al joven pelirosado, dejando que su presencia y feromonas envolvieran al omega en una mezcla de miedo y atracción.

"Mis hombres tenían razón... Eres una delicia." Susurró aquel alfa pelinegro con voz ronca y seductora. "Un pequeño e inocente omega virgen, ¿no es eso verdad?... Puedo olerlo, pequeño. No puedes engañar fácilmente a un alfa experimentado." Sus labios se curvaron en una sonrisa lujuriosa mientras extendía una mano para acariciar suavemente el rostro del jovencito. "Joder, y hueles tan delicioso... Me pregunto si tus dulces feromonas serán aún más apetitosas cuando tengas mi polla enterrada profundamente en tu culo virgen."

Yuuji se estremeció ante las palabras seductoras del alfa pelinegro. Su voz ronca y llena de deseo resonaba en sus oídos, enviando escalofríos por todo su cuerpo. El alfa podía percibir su inocencia y virginidad, y eso solo aumentaba el miedo, pero también un sentimiento de excitacion comenzó a despertar en el joven omega.

Su rostro se ruborizó mientras el alfa acariciaba suavemente su mejilla. La sonrisa lujuriosa en los labios del hombre mayor despertó un deseo insaciable en Yuuji. Podía sentir cómo las feromonas del alfa dominante se mezclaban con las suyas, creando una atmósfera cargada de pasión y lujuria.

El alfa pelinegro disfrutaba del efecto que tenía sobre el pequeño omega. La excitación del omega pelirosado se reflejaba en sus bonitas mejillas sonrojadas y en su mirada dorada llena de deseo. Sabía que el pequeño omega estaba cediendo ante su dominio, y eso solo aumentaba su propio deseo. Lentamente, acercó su rostro al del jovencito, dejando que su aliento cálido y cargado de lujuria acariciara su piel.

"Eres tan inocente, mi omega." Susurró el alfa con voz ronca. "Pero no te preocupes, te guiaré a través de un placer que nunca antes has experimentado. Déjame llevarte al límite y mostrarte lo que realmente significa pertenecer a un alfa." Sus labios rozaron suavemente los del más pequeño, dejando un rastro de deseo en cada contacto.

Yuuji se encontraba en una mezcla de emociones contradictorias. Su cuerpo, como omega, reaccionaba automáticamente a las feromonas del alfa, pero su mente y su corazón estaban en conflicto. Aunque su excitación era evidente, no era un deseo que provino de su propia voluntad, sino más bien una respuesta biológica a las feromonas del alfa. En lo más profundo de su ser, no se sentía cómodo en esta situación.

Sus manos temblaban, apretadas en puños, reflejando la lucha interna que experimentaba. Por un lado, su cuerpo anhelaba el contacto y la entrega, pero por otro lado, a pesar de su excitación física, Yuuji no podía evitar sentirse incómodo y vulnerable en ese momento.

"No quiero... Por favor." Yuuji gimió, con las lágrimas brillando en sus ojos dorados. "Detente. Por favor."

El alfa dominante sonrió de forma maliciosa ante la resistencia del joven omega. Le encantaba la lucha interna que veía en sus ojos dorados, sabía que el omega estaba tratando de resistirse, pero eso solo aumentaba su deseo.

"Oh, Yuuji, tus palabras de negación solo avivan mi deseo por ti." Susurró el alfa con una voz cargada de determinación. "Tu cuerpo me pertenece, y no hay escapatoria. Pronto descubrirás lo que es entregarte por completo a un alfa como yo. No puedo esperar para explorar cada centímetro de tu ser, para hundirme y profanar ese delicioso, estrecho y húmedo agujero virgen que tienes, y tenerte gimiendo como una criatura en celo bajo mi cuerpo. Voy a hacerte mío, y pronto serás tú el que venga a mí rogando por más." Su mirada ardiente y su sonrisa desafiante dejaban claro que no iba a detenerse ante nada para obtener lo que quería.

Yuuji sintió un escalofrío recorrer su espalda al escuchar al alfa extraño pronunciar su nombre, en conjunto con aquellas palabras vulgares. Se sintió nuevamente asqueado con la idea de solamente ser percibido como un objeto sexual. Cómo si su único valor se disminuyera a ser solamente un agujero en dónde los alfas podían meter sus pollas para su satisfacción. Una enorme sensación de asco y rabia se apoderó de él. Pero, más importante aún. ¿Cómo era posible que ese desconocido supiera su nombre? No recordaba haberse mencionado a sí mismo o haberlo revelado en algún momento.

La sensación de intrusión y vigilancia se intensificó, y Yuuji se preguntó si había sido observado durante más tiempo de lo que se imaginaba. La incertidumbre y la inquietud se apoderaron de su mente, y la necesidad de respuestas se hizo cada vez más urgente.

"Tú... ¿Cómo es qué sabes mí nombre?" El omega preguntó, su voz temblando ligeramente.

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⏰ Última actualización: Aug 09 ⏰

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𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆𝒔 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂𝒔. | 𝑁𝑎𝑛𝑎𝐼𝑡𝑎, 𝐺𝑜𝑌𝑢𝑢, 𝑇𝑜𝑗𝑖𝐼𝑡𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora