Mi Novio es una chica / OngsaSun & AylinLuna / Adaptación

Capítulo 38: Felicidad

Aylin se había quedado paralizada en el mismo lugar... ¿De verdad Luna le había dicho que sí?

—No hagas que me arrepienta —agregó Luna dándose media vuelta dispuesta a caminar, Aylin por su parte despertó de su trance y la siguió por detrás.

Luna caminaba a paso rápido a la par que comenzaba a cuestionarse el hecho de haber aceptado la propuesta de Aylin para llevarla a casa.

¿Habré hecho lo correcto?

Era demasiado tarde para arrepentimientos, Luna ya se encontraba saliendo del bar en compañía de Aylin.

En el momento en que la chica puso un pie fuera del lugar, Artur la detuvo del brazo con una expresión indescifrable en el rostro. Observó como su guardaespaldas le regalaba un gesto nada amigable a Aylin y cuando lo vio querer acercarse a ella, supo que era momento de intervenir.

—Déjala —ordenó Luna.

—¿Qué? Pero ella no...—

—No te metas amigo, deja que nosotras arreglemos nuestros problemas ¿esta bien? —contestó Aylin fingiendo cortesía—. Yo la llevaré a su casa en mi auto, tú puedes seguirnos desde atrás.

—Luna, no me parece que a tu padre le guste ésto —repuso Artur con seriedad. Se notaba a leguas la furia contenida con la que el chico miraba a Aylin.

Luna contempló con sumo cuidado todos los gestos y ademanes de su guardaespaldas y de un momento a otro le vinieron a la mente todos aquellos comentarios que su hermana Sun le había hecho sobre que Artur no la veía como su amiga, sino como algo más.

Quizás en otras circunstancias de su vida, no le hubiese importado fijarse en alguien como él. Luna nunca juzgó a las personas por su estatus social, Artur le parecía un chico lindo, atento, amable y respetuoso, pero desgraciadamente sus sentimientos no le pertenecían a él, sino a otra persona.

—Me iré con Aylin, siguenos por detrás como te dijo y gracias por preocuparte por mí, pero ya estoy lo suficientemente grande como para saber lo que hago —contestó Luna con frialdad viendo a Artur alejarse con los puños cerrados—. ¿En dónde está tu auto? Hace frío.

—Oh mierda... —murmuró Aylin dándose una palmada en la cara porque había olvidado el pequeño detalle de que Ton las había traído a Ongsa y a ella en su auto—. Olvidé que Ton me trajo, discúlpame...

—Hmm ¿entonces cómo pensabas llevarme a mi casa?

—Sinceramente... no pensé que fueses a aceptar mi proposición —confesó Aylin con cierta vergüenza. Era verdad, con todo lo ocurrido en el cubículo del baño, pensó que Luna saldría corriendo y trataría de evitarla a toda costa, pero en lugar de eso recibió una afirmación de su parte—. Pediré un taxi.

—No, no, para nada, un taxi no es seguro y mucho menos a altas horas de la noche —replicó Luna—. Se supone que tú ibas a llevarme a casa, pero al parecer tengo que ser yo quien te lleve a tu apartamento.

—Estoy apenada, no tienes que hacerlo, yo puedo tomar un taxi...

Luna consideró dejarla ahí, todavía no podía perdonarla del todo, pero estaba haciendo un gran esfuerzo por hacerlo. Simplemente se limitó a asentir y dar media vuelta para dirigirse al auto donde Artur la esperaba, pero se quedó petrificada al escuchar una tercera voz, volteó disimuladamente hasta encontrarse con una chica que al parecer tenía todas las intenciones de coquetear con Aylin.

—Hola, guapa ¿a dónde tan solita? —murmuró una chica de manera seductora observando a Aylin de los pies a la cabeza—. ¿Eres la misma chica que armó el escándalo dentro del bar? Sí, sí eres tú.