tu anillo no sale de mi dedo ★ JICHEN

epilogo 2

4 Años Después...

Por quinta vez en el día —Jihoon ven acá, necesitas alimentarte— Jisung tenia la cuchara en sus manos, maniobrando entre no botar nada e intentando atrapar a su pequeño hijo que estaba corriendo por toda la casa como si fuera un atleta de alto rendimiento.

—¡Nooo!—El pequeño negaba con vehemencia mientras tapaba su boca con ambas manos —No quiello.

—No me respondas así, tienes que comerte todo. Serás un niño mas grande y mas fuerte si comes sano.

—No quiello, papi Chen, papi—Jihoon gritó mas fuerte cuando lo vio aparecer, y corrió para poder llegar a él antes de que Jisung lo agarrara.

Chenle miró a Jisung y la cuchara que tenia en la mano, entendiendo al instante. Aun así preguntó —¿Que te pasó amor? ¿Por qué corres?—Jihoon le saltó encima para que lo atrapara en sus brazos y lo salvara. Jihoon pensando que lo estaba alejando de la mala comida, se sintió traicionado cuando su papá Chen lo acercó a la mesa donde Jisung estaba con la cuchara lista.

—Te quiello mucho—No quiso soltarlo, abrazándose del cuello con fuerza —No quiello comida fea.

—¿Y a mi? ¿Me quieres, bebé?—Preguntó Jisung para molestarlo.

—No, papá malo—Jisung hizo un puchero que Jihoon imitó. Que al ver a su papá apunto de llorar (según él), le saltó encima para darle un beso en la mejilla.

-—Ella mentilla. Papi yo te quiello muto— Ahora los tres estaban sentados en la mesa. Jisung sosteniendo a su hijo en las piernas mientras le daba la sopa con una cucharita. Chenle los miraba, no podía creer que su vida fuera tan perfecta.

Tocaron la puerta apenas una vez y las visitas pasaron como si fuera su casa —Jisung, Chenle, iremos al parque. Queríamos invitar a Jihoon para que tome un poco de aire.

—Chenle ¿Tu que dices?—Jisung observó a esposo que estaba mirándolos con una sonrisa.

—Que esta muy pequeño para que vaya solo—Dudo cuando vio a su bello hijo, pensando en el miedo que aun le daba que lo apartaran de su vista.

—Yo quiello—Decía Jihoon, asintiendo con una sonrisa.

—Bueno, si él quiere nada que hacer— Tomó a su hijo que estaba en sus rodillas y se lo pasó a Chenle para que lo tuviera. Él fue a buscar un bolso que ya tenia listo en la pieza, el mismo que usaba para cuando se les ocurriera salir a ultima hora —Toma esto y esto— Se acercó a Mark y luego a su hijo, separándolo de Chenle para pasárselo a Renjun, dándole un gran beso en la mejilla. —Te quiero mucho mucho.

—Muah...—Les mando un beso —Chao papis— Se fue en los brazos de Mark, riendo y cantando una canción que hace poco había aprendido. Cantando mas fuerte a medida que sus tíos lo incentivaban.

Chenle al ver que su hijo ya estaba con sus tíos, sonrió tímidamente y se paró a lavar los platos recién usados con un Jisung que lo siguió colocándose tras él, abrazándolo —Te amo, no sabes cuanto. Pero a mi me tocaba lavar estas cosas.

—No te preocupes, yo también puedo. Y respecto a tu confesión romántica, yo te amo mucho mas— Le dijo melosamente mientras se giraba y llevaba sus brazos y manos mojadas alrededor de su cuello. Provocando que su esposo se contrajera con escalofríos.

—Mejor dejémoslo en que los dos nos amamos con locura— Se besaron—¿Terminaras de lavar los platos?— Preguntó divertido.

—Bueno si eso quieres—Girándose al lavadero.

—No, claro que no. Hace tiempo que no te tengo para mi solo— Lo volvió a girar y lo tomó de la cintura, tirándolo sobre su hombro como un saco de papas y se lo llevó a la pieza. Chenle no podía dejas de reír a pesar de la incomoda posición en la que se encontraba. Cuando llegaron a la habitación, tiró a Chenle a la cama situándose arriba de él —Ahora serás todo mío— Chenle solo acató, extrañaba esos momentos de amor donde podía hablar, gritar y gemir como si no hubiera nadie mas en el mundo.