Bendito sea esta pareja dispareja.

Capitulo 2: De nuevo en la capital. Parte 1.

Mi vista fue cegada por uno segundos al entrar en contacto con los rayos del sol.

Poco a poco fui recuperando mi visión y al recuperar mi visión por completo lo primero que me encontré fue.

— ¡¿Alto quien son ustedes?!

Frente a nosotros estaban dos guardias que nos apuntaban con alabardas.

Este es calo demasiado rápido, apenas llegamos y nos reciben con hostilidad.

Que mal servicio.

— Ejem, caballeros, apuntarle con armas a alguien de la nobleza se le considera pena capital.

Darknees dió un paso adelante, posando firmemente pronunció aquellas palabras.

El rostro de aquellos guardias se distorsiono y reflejo su profundo miedo en ellos.

Creo que Darknees se pasó de la mano con la amenaza.

— ¡Lo sentimos Lady Lalatina! -X2

Tanto las chicas como yo nos lo quedamos viendo a Darknees, juzgandola con la mirada.

No tardó mucho en percatarse de nuestras miradas y mirarnos de reojo mientras se hacía presente un pequeño sonrojo en sus mejillas.

Oi, no es para que lo disfrutes maldita cerda.

— Ejem, no se preocupen Darknees no los matará, ¡arriba los ánimos! Está grandísima diosa les da su palabra.

Aqua fue con los guardias que seguían en el suelo suplicando, intentando calmarlos.

Megumin y yo intercambiamos miradas para acercarnos a Darknees peligrosamente.

— C- Chicos ¿P- Por qué se acercan así?

Con el temor de ser humillada frente a sus guardias que amenazó, dió pequeños pasos atrás mientras su rostros mostraba miedo pero sus mejillas se sonrojaban más.

No vine aquí para cumplir los fetiches de una masoquista.

— Pueden pasar le deseamos suerte Lady Aqua.

Después de humillar a Darknees y castigarla, ambos guardias nos dieron paso gracias a la intervención de Aqua.

Las habilidades de persuasión de Aqua aveces son facinantes.

— Kazuma-san, Kazuma-san.

— Soy Kazuma ¿Que ocurre Aqua?

Pregunté mientras una Megumin era cargada por Darknees, no sé cómo la convenció de eso pero yo también quiero.

— ¿Me ayudas en mi festival?

— Me niego.

Al dictar mi respuesta Aqua se abalanzó sobre mi con ojos llorosos mientras que las personas se nos quedaban mirando.

— ¡Waaaaah! ¡Me lo prometiste nini de cuarta! ¡Que me ayudarías!

— Yo nunca te prometí tal cosa y deja de hacer escándalo que todos nos están mirando diosa de pacotilla.

— Ya, ya chicos, nos encontramos en la capital. No hagamos mucho escándalo no queremos meternos en problemas nomás llegar.

Aqua y yo no los quedamos viendo a Darknees sabíamos que no era la indicada para decir aquellas palabras.

Es más que hacemos paseando por la capital, deberíamos ir al castillo a hablar con mi hermanita.

— Darknees tiene razón, no se comporten como niños.

— Cállate Loli, no perdamos tiempo y vayamos al castillo.

Megumin me fulminó con la mirada, Aqua se distrajo con una fuente cercana y Darknees me tomo de la camisa del cuello impidiendo mi paso.