𖥻⤻⣊ peri x dev ⤾⣊
- ¡Acaso no puedo tener un padrino que si cumpla su trabajo!
- ¡ Y yo no puedo cambiar de niño!
• contenido de palabras por cada capitulo ;
2000/4000
• actualizaciones algo lentas.
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— ¡Peri! Tengo una salida con Hazel y no pude hacer la tarea. Deseo un robot diseñado para hacerla. — Dev habló con un tono despreocupado mientras revisaba su ropa en el espejo, ajustando los detalles con esmero.
Peri apareció de repente detrás de él, con los brazos cruzados y una ceja alzada, transmitiendo escepticismo.
— ¿No pudiste o no quisiste? — preguntó Peri, inclinando ligeramente la cabeza mientras lo observaba con un destello de reproche en los ojos.
Dev giró sobre sus talones, encontrándose con la mirada de su hada. Una sonrisa pícara se dibujó en su rostro mientras se encogía de hombros.
— Creo que... la segunda. — Bufó, divertido, disfrutando del ligero tono de censura en la expresión de Peri. — Soy un experto en hacerla, pero me dio un ataque de pereza.
Peri suspiró, descruzando los brazos lentamente, como si la exasperación lo estuviera agotando.
— Entonces, ¿cómo se supone que aprendes? — preguntó, con un tono más suave, pero su mirada seguía siendo inquisitiva.
— ¡Aprendo, Peri! — respondió Dev con una mezcla de orgullo y despreocupación, mientras señalaba su cabeza. — Pero se queda en mi mente... — Hizo una pausa, lanzándole una mirada expectante. — ... Aún no veo mi robot...
Peri lo observó en silencio durante un largo momento, antes de levantar los brazos con resignación.
— Sí, como digas. — Dijo con un suspiro pesado, agitando su varita con un movimiento fluido. Frente a ellos, apareció un robot un poco grande, con un diseño elegante y mecánico.
— ¡Bien! — exclamó Dev, dando un paso hacia el robot, inspeccionándolo con entusiasmo. — Qué bueno que sí puedes hacer eso.
Peri rodó los ojos y resopló, intentando disimular su fastidio.
— No empieces... — replicó, bajando la varita y dándole a Dev una mirada que mezclaba una advertencia silenciosa con un toque de cariño.
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Sentía una punzada de nostalgia cada vez que recordaba aquellos momentos que compartió con su hada. Ahora, se encontraba acurrucado en su enorme cama, abrazando un osito de felpa contra su pecho. Sus lentes descansaban sobre la mesita de noche, mientras él miraba fijamente al techo, sus ojos enrojecidos y rodeados de visibles ojeras.
¿Qué había pasado? La realidad era dolorosa: había perdido a su hada. Si hubiera sido una "buena persona", ¿no lo habría perdido? Quería creer que sí, pero sabía que lo hecho, hecho está. Esa certeza lo aplastaba, llenándolo de una amargura que no sabía cómo enfrentar.
¿Por qué seguía recordándolo? Ni siquiera él lo sabía con certeza, pero lo extrañaba profundamente. Tal vez, después de todo, su hada había sido su única compañía verdadera, junto con Hazel. Pero ahora, tras lo sucedido, empezaba a cuestionarse todo lo que había creído saber.
Dev suspiró, sintiendo el peso de la soledad sobre sus hombros. Giró sobre su costado, apretando con más fuerza al osito de felpa, buscando consuelo en su suave textura.
Sus pensamientos volaban de un lado a otro, cada uno más doloroso que el anterior. La habitación estaba en silencio, pero su mente era un torbellino de dudas y arrepentimientos que no lo dejaban en paz.
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