「〃་࿐𝙏𝙀 𝘿𝙀𝙎𝙀𝙊 𝘼 𝙏𝙄〃؜」

capítulo 6.

Hazel entró corriendo a su habitación, su rostro iluminado por la emoción del día. Empujó la puerta con fuerza, y esta se cerró de golpe detrás de ella. Con un grito alegre, soltó su mochila en el suelo y se lanzó sobre la cama, donde Cosmo y Wanda la esperaban.

— ¡Cosmo, Wanda! — exclamó con entusiasmo, mientras se giraba hacia las dos hadas flotando cerca del escritorio. Cosmo, con su clásica expresión despreocupada y una sonrisa que siempre parecía al borde de una broma, la saludó con un enérgico movimiento de manos.

— ¡Hola, Hazel! — respondió con su habitual tono alegre, flotando un poco más cerca de ella.

Wanda, sin embargo, parecía un poco más seria. Con sus ojos entrecerrados, miraba con curiosidad a Hazel y, por supuesto, a Peri, que entraba detrás de la niña con una sonrisa nerviosa. — Hola, querida — dijo Wanda, moviendo su varita mientras pequeñas chispas doradas volaban en el aire. Luego, giró la mirada hacia Peri, su expresión se suavizó ligeramente. — ¿Y tú, Peri? ¿Cómo te fue? — preguntó con un toque de preocupación en su voz. Sabía que el día sería un desafío para él, considerando su relación previa con Dev.

Peri se acercó lentamente, como si no quisiera robarle protagonismo a Hazel, pero claramente también quería contar su historia. Al escuchar la pregunta de Wanda, su rostro se iluminó de orgullo, y sus manos hicieron un gesto amplio. — ¡Fue... fabuloso! — comenzó, su tono de voz alto y emocionado. — Es decir, todo fue perfecto. Lo miré, él me miró, hablamos... Bueno, más bien lo intentamos — añadió con una risa nerviosa. — ¡Pero ya lo fleché! — dijo, inflando el pecho de orgullo como si hubiera logrado una gran hazaña.

Al notar la mirada desconcertada de Wanda y Hazel, Peri se corrigió rápidamente, levantando las manos como si estuviera tratando de retroceder sus palabras. — ¡Quiero decir! — balbuceó, su rostro poniéndose un poco rojo mientras miraba a los lados buscando una salida a su torpe comentario. — Que ya lo fleché de... echarle el ojo, ¿sabes? — soltó una risa forzada. — Para acercarme más a él, claro. Quiero ver cómo ha mejorado, eso es todo — terminó, mostrando una sonrisa que intentaba transmitir confianza, aunque sus ojos reflejaban algo de inseguridad.

Wanda parpadeó varias veces, claramente desconcertada, pero luego esbozó una sonrisa comprensiva. — Bueno... me alegra que estés haciendo progreso, Peri — dijo, aunque todavía parecía un poco confundida. Tras un momento incómodo, simplemente se desvaneció flotando hacia el techo, desapareciendo en una nube de chispas doradas, dejando a Peri en un estado de confusión total.

Hazel, sin darse cuenta de la incomodidad de su amigo, se giró hacia Cosmo, quien, como siempre, parecía ajeno a cualquier tensión. — ¡Cosmo! — exclamó emocionada, mientras comenzaba a relatar lo sucedido en la escuela. — ¡No te imaginas lo que pasó! — añadió mientras se sentaba en el borde de la cama, cruzando las piernas bajo ella.

Cosmo, siempre ansioso por escuchar alguna historia divertida, se acercó a ella flotando con los brazos cruzados detrás de la cabeza. — ¡Vamos, suéltalo! — dijo con una sonrisa traviesa, ansioso por el drama y las travesuras que seguramente acompañaban el relato.

Hazel respiró profundamente, como si se estuviera preparando para narrar una épica historia. — Bueno... todo empezó cuando Percy y yo llegamos a la escuela esta mañana. Sabía que sería un día raro, pero no pensé que las cosas se pondrían tan... complicadas. — Hazel soltó una risa nerviosa, recordando los momentos más tensos del día. — Dev estaba... cómo decirlo, enojado. No sé si estaba molesto por ver a Peri, o si simplemente tuvo un mal día, pero desde el principio, no quería saber nada de nosotros — explicó, agitando las manos mientras hablaba.