En la casa donde el silencio pesa,
Un niño camina entre sombras de tristeza,
Los hermanos apartan su mirada,
Y el padre, distante, nunca dijo nada.La madre, con palabras dulces de veneno,
Le susurra amor, pero con un filo pequeño,
"Gas que seas mi hijo," dijo un día,
"Qué pena tener un hijo, toda princesa, qué ironía."Sus palabras se repiten como eco en su mente,
Un susurro que lo persigue, constante y latente,
El amor que ella dice, él no puede ver,
Porque en cada acción, solo siente perder.Él busca en sus ojos un rayo de luz,
Pero solo encuentra un reflejo, una cruz,
El peso de ser lo que no debió,
En su corazón, la tristeza creció.Soñaba con un hogar lleno de calor,
Pero encontró un invierno de dolor,
En cada rincón, la soledad lo abraza,
Mientras la sombra de sus palabras, su alma arrasa.Y aunque la esperanza en su pecho se deshace,
Sueña con un día en que el dolor cese,
Un día en que las palabras no hieran más,
Y su corazón encuentre paz, por fin, al compás.
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cicatrices invisibles: relatos de almas olvidadas
PoetryEn un mundo donde el amor debería ser un refugio, algunos corazones solo encuentran soledad. Este libro es un viaje a través de la vida de jóvenes que, a pesar de sus esfuerzos por encajar y ser aceptados, son ignorados, rechazados y marcados por el...