Capitulo #7

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Y allí estaba Ana caminando hacia Ryan. Pero lo mas extraño era que Ryan estaba caminando hacia Ana.

Un par de pasos mas y ambas chicas quedarían frente a frente. Ambas estaban en silencio, admirando a la otra. Pero resultó un tanto incomodo, asi que Ana fue quien decidió romper el hielo:

- hola Ry - dijo ella, sonriente - como has estado, lindura? - Ryan se ruborizó ante aquel saludo.
Porque lindura.
LINDURA.
Le había llamado LiNdUrA.
L-i-n-d-u-r-a.

¿pero qué le pasaba? No podía ponerse así por un simple apodo! Y ese apodo provenía una chica heterosexual! Si, eso. Su nueva amiga era una persona completamente heterosexual, o al menos eso era lo que Ryan quería creer.

Además, Ana estaba sorprendiendo a Ry cada vez mas. La forma en que la trataba como si la conociera de toda la vida, le hacía sentir tranquilidad y a la vez.. algun otro sentimiento en el que Ryan no quería pensar, por miedo a descubrirse a si misma.

Pero bueno. Tenía que responder algo, porque hacía unos momentos, Ana le había preguntado cómo estaba.

- Bien, - mentira - quiero decir muy bien - otra mentira.

-Genial, me alegro por ti - dijo, sinceramente.

Ryan tenía muchas dudas acerca de Ana, por ejemplo, cómo sabía su nombre... si había sido ella la de la llamada del otro día... por qué pasaba tanto tiempo en el parque... Y aprovecharía la conversación para sacarse todas y cada una de sus dudas.

- bien.. cambiando de tema, qué haces aquí? - Dijo mostrando interés - me refiero aquí - dijo remarcando la ultima palabra - en el parque - aclaró Ryan.

- yo vivo en aquel departamento amarillo, el de la esquina. Puedes verlo? - dijo ana, señalando con su dedo índice un departamento de color claro. Se veía muy bonito.

- Entiendo. Y si yo viviera frente al parque, también vendria a tomar aire todos los dias - comentó Ryan, sin mentir. Luego siguió con sus preguntas -.. ¿y vives sola?

Ana asintió con su cabeza.

- recuerdo que hace un par de meses, yo vivía con mi familia en Santa Fé, esa cuidad a la que podría haber llamado hogar,- recordó Ana, mirando al cielo. Como si quisiera que alguien escuchara su historia - a veces... - añadió, nostálgica, ahora mirando fijamente los azulados ojos de Ryan - a veces siento que los extraño, por más que me hayan rechazado.

Y Ry pudo ver cómo las lágrimas de su amiga comenzaban a recorrer sus mejillas. Ante lo cuál, no pudo hacer más que abrazarla. Y su abrazo fue correspondido por Ana.

No le importaba no tener idea del final de la historia, podría oírlo en otro momento. Ahora lo importante era que Ana supiera que ella quería ser su amiga. Que quería que confiara en ella. Que quería que iniciaran una relación de... ¿ amistad ?

Y al principio, al no conocer toda la historia de su amiga, Ryan no supo que hacer o que decir, pero luego recordó todas esas veces que había estado en depresion total, y la forma en que Nacho la abrazaba, sin decir nada. Solo le daba amor, porque en esas situaciones, las palabras eran innecesarias.

Así que lo hizo. Abrazó a Ana, estrechandola contra su pecho, sin agregar palabra alguna.

Por primera vez, Ryan fue la consoladora y no la consolada.

Que extraño, pensó.

"Cuando Tu Mirada Fue Azul" - Novela JuvenilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora