Creadora de amor 💞

💙 Capítulo 2 💙

Mis queridos vecinos

Mara:

Oí el ruido de una alarma y supe que era ya la hora de levantarse, pero estaba cansada, mucho. Ayer no me pude dormir hasta las tantas de la noche y he aquí el resultado. Cierro los ojos otra vez y cuando estoy a punto de quedarme dormida entra Lisa gritando no se que

--¡Que felicidad! --gritó a todo pulmón

--¿Y ahora que paso? --mustie

--Que ya nos inscribieron en una escuela --canturreo

--¡¿Como?! --grité incrédula

--Empezamos la semana que viene ya que es el final de las vacaciones

--¿Y me has formado todo este numerito solo por eso?

--Creí que te entusiasmaria y...., ¿estas bien?

--Si --mentí automáticamente

--No me mientas. Mara, te conozco desde hace mucho y se cuando me mientes. Esta bien que no me lo quieras contar, pero no me digas que no te pasa nada--dijo Lisa sentándose en la cama conmigo

Ella era mi mejor amiga y sabía que podía confiar en ella con los ojos cerrados, pero no quería preocuparla con mis problemas

--Solo me quedé pensando en el idiota de la flor, eso es todo--mentí descaradamente

--¿Estas segura?

Yo asentí y Lisa relajo los hombros

--Bueno en ese caso iré a correr, nos vemos dentro de una hora

--Oki doki--dije imitandola

Lisa me dio una sonrisa cálida y luego salió de mi habitación dejándome sumida por el silencio

Como leal caminadora que soy, antes de darme cuenta ya estaba volviendo a recorrer las calles de New York y sacando aún más fotos. Cuando le iba a hacer una foto a una hermosa florecilla, choqué directamente contra el pecho de alguien y del impacto me caí al suelo

--Tienes botones por ojos--mustio una voz conocida

Pero yo estaba muy aturdida por el impacto para darme cuenta de quien era. Cuando de repente una mano me jaló hacia arriba de un tirón y me pegó a su cuerpo. Al subir la mirada vi que era el tio de la maldita flor

--Sueltame capullo--dije empujandolo y soltandome de su agarre

--Oh, perdón por ayudarte a pararte Minion--dijo el chico

--¡Deja de llamarme así, idiota!--grité y me di la vuelta para irme pero el muy capullo me cogió del brazo y me obligó a darme la vuelta

--¡¿Qué quieres imbécil?!--grité

El no dijo nada y ya estaba empezando a acabar con mi paciencia

--¿Me vas a decir que quieres o me voy?

El chico me soltó del brazo y se fue tan rápido como me lo encontré. Eso fue... bastante raro