Tan puntual como había sido toda su vida a las 7:59 pm estaba cerrando su local. En sus adentros no esperaba que el chico llegará a la hora acordada por lo cual dio un salto en su puesto cuando la puerta fue golpeada dos veces y detrás del vidrio le saludo Chanyeol con su mano.
Era estúpido que un hombre gay de treinta años quien nunca había dado siquiera un beso sintiera el corazón latiéndole a mil pulsaciones por minuto, pero así se encontraba y estaba seguro que no era debido a la sorpresa.
Caminó despacio hacia la puerta fingiendo estar calmado, aunque por dentro estaba a punto de morir de un colapso. Chanyeol estaba vestido con un pantalón negro de bolsillos grandes bastante holgado, botas de cuero hasta el tobillo sin tacón, una camiseta blanca con letras rojas con la frase "Sexual Fantasies" y una chaqueta de cuero, su cabello estaba algo levantado en una esquina dándole esa apariencia de chico malo que ahora descubría que lograba excitarlo.
—Te ves hermoso, Kyungsoo —, dijo de repente Chanyeol mirando con un brillo en los ojos el atuendo del mayor.
Kyungsoo se miró así mismo abultando ligeramente los labios, estaba usando solo un pantalón negro con una camiseta negra algo holgada y tenis obviamente negros.
—Yo... no soy el que esta hermoso.
—Gracias —, estiro la mano esperando la del mayor. Kyungsoo lo dudo por unos segundos, pero al ver que la calle estaba vacía la acepto —. Así que es eso...
—¿Dime?
—La razón por la cual reaccionaste tan a la defensiva cuando me confesé.
Chanyeol no soltó la mano de Kyungsoo en el tiempo que batalló para ponerle seguro a la puerta. En silencio caminaron un par de metros hasta llegar a una enorme moto Ducati.
—Ni creas... ni creas que me voy a subir en esa cosa —, apuntó la enorme moto y negó.
—¿Por qué no? Es mi consentida —Kyungsoo miró el perfil de Chanyeol y como parecía algo triste, chasqueo la lengua y jalo la mano del alto llamando su atención.
—Está bien, pero ve lento... ¿sí?
||
Lento un carajo, Kyungsoo estaba aferrado al cuerpo de Chanyeol manteniendo sus ojos cerrados. Debido a la forma de la moto él quedaba mucho más alto en la parte trasera, pudo escuchar la pequeña risa de Chanyeol entre los rugidos de la moto.
Al frenar en un semáforo, Chanyeol giro la cabeza y le acaricio las manos.
—Lo siento, hice eso a propósito—antes de que Kyungsoo le dijera algo guío las manos del mayor hacia la zona donde estaba su corazón —, estoy tan feliz de tener al hombre que me gusta aferrado contra mi cuerpo. Somos, somos adultos, Kyungsoo.
—¿Qué estas intentando decir?
Chanyeol volvió a reír, soltó sus manos para volver a arrancar la moto. Kyungsoo mantuvo la duda rondando en su cabeza y no dejo de pensar en ello incluso cuando llegaron a un bonito restaurante, no dejo de darle vueltas luego de la hermosa cena que tuvieron, o cuando Chanyeol le beso el cuello. Tampoco dejo de pensar en ello cuando Chanyeol se frotó contra sus glúteos o cuando le susurró en el oído lo mucho que lo deseaba.
—Estas distraído, Kyungsoo —, mordió un poco su oreja —. Me voy a sentir celoso.
—N-no dejo de pensar... en lo que intentabas decir...
—Esto, justamente a esto me refería.
Dijo finalmente Chanyeol acunando el rostro de Kyungsoo, con sus pulgares le acarició las mejillas y beso sus labios lentamente.
"Oh... es mi primer beso", pensó Kyungsoo cerrando sus ojos y pasando sus brazos por los hombros del alto. Se sentía bien, demasiado bien. Su abdomen estaba lleno de mariposas y para intentar controlarlas separó sus piernas rozándose de manera insistente contra la rodilla de Chanyeol.
—Kyungsoo...
—¿Humm?
—Tú empezaste, mi plan era solo darte una maravillosa cita.
—Es tú culpa por verte tan guapo.
—Joder...
—Ese lenguaje, mocoso —, río dulcemente volviendo a besar los labios de Chanyeol.
Kyungsoo era un hombre gay casi soltero, casi virgen, totalmente feliz de haber aceptado la cita con ese mocoso vulgar.
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Sabor a Romance || ChanSoo [Terminada]
FanficKyungsoo ha pasado años escondiendo su verdadera naturaleza en una sociedad que no siempre es amable con quienes se desvían de la norma. Con una vida rutinaria, sin amor y llena de excusas para evitar enfrentar sus verdaderos deseos, ha llegado a ac...