Tres hombres, los tres trabajaban en la Agencia de Detectives Armada, los tres compartían la misma vivienda y los tres estaban en la misma relación.
Para ellos era lo más normal del mundo poder amar y ser amados, los tres eran personas que carecieron de amor y en estos momentos disfrutaban plenamente de poder llamarse familia.
En un principio Kunikida y Dazai comenzaron a salir. Cuando se conocieron a los veinte supieron que tenían una especie de conexión. Se hicieron novios, tuvieron citas y llegaron a cosas más picantes. Se adoraban y se tenían mucho cariño pero de algún modo sentían que algo o alguien faltaba en sus vidas. Dazai propuso incluir a alguien más a la relación siempre y cuando Kunikida lo consintiera. Para su sorpresa el rubio dijo que no tenía problema.
En un principio su propuesta era Ranpo, pero él con disgusto dijo que no, ya que no confiaba en eso del poliamor y prefería tener una pareja únicamente.
Obviamente respetaron su criterio pero no volvieron a tocar el tema, al menos hasta que apareció el joven Atsushi en sus vidas.
Atsushi se sentía protegido por los dos mayores, Kunikida siempre se preocupaba por su bienestar y Dazai siempre lo estaba mimando. Se dieron cuenta de que ambos sentían atracción por el menor y que era esa mezcla que le faltaba a su relación. Le propusieron a Atsushi a unirse a ellos y él aunque no supo cómo reaccionar, fue la primera vez que se sintió querido por alguien. Pronto lo unieron a sus aventuras y discordias y disfrutaban de ese toque de ternura que antes les faltaba.
Ahora se encontraban en su día de descanso. Era muy extraña la ocasión en que los tres descansaban el mismo día, quizás el presidente se apiadó de ellos con darles el día libre. Pero aunque vivían juntos y demás, cada uno tenía sus propias actividades, los tres tenían mucha autonomía y libertad en la relación pues uno de sus acuerdos era no sentirse el dueño de otro.
Atsushi miraba el televisor, había una caricatura que le gustaba mucho y tenía ganas de ver el episodio estreno de ese día. Dazai estaba tumbado en un futón mientras leía su típico libro de suicidio, mientras tanto Kunikida estaba probando la receta para un panqué de naranja que se le había antojado días atrás. Ninguno de los tres se encontraba en la misma área de la casa.
El estómago de Atsushi rugió, de repente quiso pararse para calentar unas palomitas de microondas. Fue a la cocina y notó cómo Kunikida agregaba un jarabe a la masa de lo que estaba haciendo.
–¿Todo bien Atsushi? –preguntó acercándose al menor
–Sí, quería hacerme unas palomitas
Kunikida le pasó un sobre de palomitas para que lo calentara y le acarició la cabeza, el joven adoraba que hiciera eso.
–Llévale un tanto a Dazai, antes de que venga a fastidiar mi panqué
Aunque la mayor parte del tiempo Kunikida fuera hosco, realmente era muy amable con él y con el castaño.
Atsushi llevaba palomitas en dos tazones uno para él y otro para Dazai. El moreno vio al menor entrar en su habitación y le sonrió.
–Atsushi –gritó animado
–Le traigo palomitas, Ku... Doppo dijo que las disfrutara
–Que lindos –moría de ternura por sus dos amores. Se puso de pie y besó la mejilla del peliblanco
Dazai dejó el cuarto y se dirigió al baño.
Kunikida terminó de preparar todo y metió la masa al horno. Notó que su camisa y delantal estaban muy sucios de harina y demás. Fue al baño para quitarse su ropa sucia y dejarla con la demás. En el camino se quitó el delantal y al llegar al baño ya se había terminado de quitar la camisa. Abrió la puerta y se encontró con Dazai quien se estaba lavando la cara.
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Tercia de corazones - Colección de ONESHOTS
FanfictionTres hombres, los tres trabajaban en la Agencia de Detectives Armada, los tres compartían la misma vivienda y los tres estaban en la misma relación. Para ellos era lo más normal del mundo poder amar y ser amados, los tres eran personas que careciero...