Sombras Ancestrales

Capitulo 2

Academia de Artes Arcánicas: Año 980

Aún la mañana era fresca, y solo se escuchaba el rápido caminar de Sue mientras se apresuraba hacia la academia.

—¡Ay, vamos! ¿Cómo pude atrasarme por algo que ni siquiera era asunto mío? —murmuraba entre jadeos, acelerando el paso.

Mientras avanzaba, la imponente estructura de la academia se levantaba ante ella. El edificio, de mármol blanco, parecía alcanzar los 500 metros de altura y reflejaba deslumbrantemente la luz del sol.

Finalmente, Sue llegó a los grandes portones del sitio, unas enormes rejas abiertas de par en par que revelaban la entrada a la academia. Jóvenes de todo el reino se dirigían al interior. Al ver que estaba cerca, Sue relajó su paso y se adentró en el edificio. Al cruzar la entrada, observó a otros estudiantes, algunos con uniformes diferentes al suyo, lo que la hizo dudar.

—¿Eh? ¿Será que me equivoqué de uniforme cuando lo compré? —dijo nerviosa, examinando su ropa.

En ese momento, una pequeña risa detrás de ella captó su atención. Al voltear, vio a un chico con un uniforme similar al suyo, aunque los pantalones elegantes del joven tenían un bordado más sutil que la falda de Sue.

—Tranquila, Sue, no te equivocaste —dijo el chico con una sonrisa.

Sue reconoció al instante al joven, alto, de cabello negro, ojos verdes como esmeraldas y piel ligeramente bronceada.

—¡Oh, Solys! ¡No sabía que estabas aquí! —exclamó emocionada.

—Por supuesto que iba a venir. ¿Cómo creías que iba a dejar pasar la oportunidad de asistir a la mejor academia del país? —respondió con tono burlón.

—Ay, vamos, ¿nunca te cansas de molestarme?

—Disculpa, es parte de mi encanto —replicó, juguetón.

Sue hizo una mueca divertida, pero no pudo evitar una pregunta que la había estado inquietando.

—Por cierto, ¿por qué hay uniformes distintos? Pensé que había comprado el incorrecto —dijo con tono confundido.

—¿Eso? Bueno, como sabes, el reino se divide en tres distritos. Los que vienen de Detrios llevan uniformes azul y blanco para distinguirlos, ya que se les da preferencia por sus rituales mágicos especiales. Luego estamos nosotros, los del distrito de Delios, con uniformes negros y rojos. Y, por último, están los estudiantes de Surios, cuyo uniforme es gris con detalles... —Solys hizo una pausa y sonrió con un toque de arrogancia— Aunque aún me pregunto por qué los de Surios vienen aquí si saben que nadie los acepta.

Sue frunció el ceño, sintiéndose incómoda con el comentario de Solys.

—Oye, no es necesario hablar así de ellos. Son personas como tú o como yo —dijo mientras seguían avanzando hacia el aula.

—Oye, tampoco es para que te molestes, ¿sabes? —respondió Solys en un tono más tranquilo—. Al final del día, es su culpa por tener genes de demonio —añadió con indiferencia.

—¿Otra vez esa estúpida leyenda, Solys? —dijo Sue, visiblemente irritada.

—Tranquila, tampoco es para tanto—dijo con un tono desinteresado—Pero no es una leyenda, quieras o no, es parte de la historia de nuestra nación, así que es inevitable que no la escuches en cada esquina.