Zara Sinacay, una chica que reencanó en su serie menos favorita después de morir mientras dormia...se despierta en una niña de 12 años de edad, se da cuenta que reencarna en la serie de Crepusculo su serie menos maforita, pero el problema es que ell...
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Hoy es la boda y estoy muy nerviosa, las chicas me levantaron temprano hoy, casi ni dormí por la emoción y el nerviosismo, a esto se referían cuando escuchaba que cuando se casaban hasta se desmayaba por el nervio, por Dios hasta mis manos sudan.
No quisimos que nuestra boda sea en Forks, por eso decidimos hacerlo acá en Londres, todos en forks pensaban que ya estaba casada con el, por eso decidimos hacerlo mejor en mi país Natal.
Muchos se asombrarón por que era muy joven, pensaban que tenía 17 años, pero vieron mi certificado de identidad y lo confirmaron, pero no nos importó solo quería estar con él, y eso me gusta, mi hijo esta con Rosalie.
– ¿Estas lista hermana?– salgo de mi ensoñación al escuchar a Alondra.
– si, solo con un poco de nervios
– jajaja ya lo creo, se te nota en la cara– comenta ella al verme muy nerviosa –por cierto la maquilladora vendrá dentro de cinco minutos.
– OK,
– bueno te dejo tengo que ver lo que falta, nos vemos luego.
–!¡ Claro cuídate!¡– Grito para que me escucho al verla correr.
Todos están muy ocupados con las preparativos, después de unos minutos apareció Emma una maquilladora que conocí en unos de mis viajes a Francia, y se hizo una buena amiga mía y de mis hermanas.
– Azeneth que hermosa estas– dice ella muy sonriente – aunque eso ya lo sabias no querida
– Hola Emma que gusto verte– me levanto para saludarla.
Nos abrazamos un rato, la verdad ella se veía preciosa, la contrate por que confiaba en ella, y además ella sabe que no suelo maquillarme tan pesado.
– Bueno suficiente de saludos tenemos que empezar no tenemos mucho tiempo.
– OK
Después de una hora y media terminamos, más utilizo cremas hidratante, entre otros por eso demoro mucho.
– ¡!estas hermosa!¡– dice ella chillando
– muchas gracias– comentó con una sonrisa.
Después de un rato aparecen mis hermanas, y ellas también me dijeron que me veían hermosa y eso me hizo sentir tímida.
– ¡!Vamos es hora del vestido!¡
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